__ ¿Hayami estás bien?
Preguntó Carolina al ver como Hayami estaba distraída y aparentemente escuchaba la conversación que tenían, pero realmente no era así.
__ Si, lo siento estoy un poco distraída.
__ ¿En qué piensas?
Sonrió Angélica después de preguntar esto, Hayami que tenía la taza de té frente a ella también sonrió.
__ No sé, siempre me he sentido preparada para las cosas que suceden a mi alrededor, pero en esta ocasión no sé si lo estoy.
__ Hablas de tus bebes.
__ No, eso me asusta pero trato de estar preparada...ash... No me hagan mucho caso dime Angie¿ Qué más hace falta para la boda?
__ Prácticamente terminamos, muchas gracias por ayudarme chicas.
Carolina y Hayami solo sonrieron.
En el último año, Angélica plane
Aileana ¿es en serio? ¿ Qué significa ese golpe?El padre de Aileana la reprendió al ver que su ojo color miel estaba rodeado de rojo, el color ligeramente morado al rededor de su parpado estaba cubierto con maquillaje que aunque lograba cubrirlo no era suficiente.__ Me caí.Aileana sonrió traviesamente.Él solo colocó las manos en su cadera acompañado de un gesto de molestia.Después de soltar un suspiro algo largo su padre terminó sonriendo.__ No hay solución contigo, ¡vamos! Ya es tarde.Al entrar en aquel salón con los candelabros elegantes y toda esa gente vestida de manera elegante Aileana supo que sería una noche aburrida, normalmente siempre acompañaba a su padre a las fiestas que era invitado.Ellos no pertenecían a una familia adinera, pero el trabajo que desempeñaba su padre apenas alguno
Aileana estaba viendo hacia aquellos árboles sin decir ni una sola palabra, Graham solo la miraba observando la evidente preocupación que surgía de ella.— Sigues triste por lo de la materia.— No es triste es... frustrada, enojada, estoy muy molesta.— No le des tantas vueltas.—Tú dices eso porque pásate al igual que Beth, yo fui la única tonta, aunque comienzo a pensar que no le agrado al profesor.—No digas eso, además aun no repruebas¿No te dio el profesor un trabajo para aprobar?—Si, pero es lo mismo está muy complicado.—Yo te ayudaré ¿Si?Aileana sonrió por fin.—Mi amor tú no estarás aquí ¿no recuerdas que el lunes te irás con tu mamá a ver a tu tío?Graham hizo un gesto de disgusto.— ¡Ah si!, lo había olvidado... por cierto quiero que a mi regreso hablemos con mi mamá, quiero que ya podamos vernos como novios normales y no aquí a escondidas, estoy cansado de este lugar.— Eso también quiero yo.
—Buenas tardes, señoritas. Saludó Diago con su voz gruesa. —Buenas, tar... — ¿No le parece que esto ya es un acoso? Interrumpió Aileana a Beth que contestaba sonriente el saludo de Diago. Aileana colocó sus manos sobre su cadera y su rostro se tornó molesto. — Además, ¿cómo sabe que yo estudio aquí? Diago sonrió. —Cuando me mudé a este lugar, me dijeron que los escoceses eran muy educados, pero debo decirle, señorita, que usted es la excepción. — Aún no me contesta lo que pregunte. Él resopló. — Estaba dando una vuelta por estos sitios y las vi... En realidad no es acoso, solo quería ser gentil con ambas e invitarles un café. Los ojos de Beth se iluminaron, mientras que los de Aileana se entrecerraron con mucha desconfianza. __ Se lo agradecemos pero... __ ¡Aceptamos! Aileana miró confundida a Beth porque ella había sido clara en expresarle lo que él le provocaba y ella había aceptado sin importarle absolutamente nada, inmediatamente pensó en zafarse de la situación, per
—¿Cómo vas con el proyecto? Preguntó Beth que se encontraba recostada en cama de Aileana hojeando una revista mientras Aileana cepillaba su cabello frente al espejo de su tocador. — Bien, estoy avanzando mucho, además él me está ayudando mucho con la pronunciación. Beth se levantó de la cama, se acercó a Aileana y la miró a través del espejo. — Dime amiga ¿Cómo es él? —¿Cómo que como es él? Pues ya lo conoces, no entendiendo por qué me preguntas eso. —Sí, sé que lo conozco, sé que es muy atractivo, pero me surgen más preguntas en cuanto a él, tú llevas viéndolo dos semanas, dime ¿A qué huele? Aileana comenzó a reírse por la pregunta tan extraña de su amiga. —¿Cómo que a que huele? A nada, en serio, con tus preguntas extrañas. Aileana continuó cepillándose el cabello, su mente se perdió en un par de días atrás, cuando mientras estaban transcribiendo un texto, él se acercó a ella y el olor a su loción invadió sus fosas nasales, era un aroma increíblemente delicioso, claramente d
—Regresaste temprano. Alcair se levantó del sofá al ver a Aileana que entraba a la casa con las mejillas sonrojadas debido al frío que hacia afuera. — Si papi. Aileana se acercó a su padre dándole un abrazo buscando la calidez de él. —¿Pasa algo? Aileana se separó de su padre y negó con su cabeza, él solo sonrió. —¿Quieres cenar algo? —No pa, no te preocupes, no tengo apetito, pero gracias... Eh, iré a mi habitación, estoy un poco cansada. —Está bien, hija, descansa. —Si papi, igual tú descansa. Aileana subió las escaleras hasta que llegó a su habitación, donde se dejó caer a la cama como era una costumbre en ella. Miraba el techo de su habitación, colocó sus manos sobre su estómago para luego morder su labio inferior, recordó el beso que Diago le había robado… —¿Qué haces? Aileana alejó a Diago de sus labios, lucía desconcertada de lo que había ocurrido. —Discúlpeme, no pude evitarlo, tiene unos labios tan tersos y cálidos. —No lo vuelva a hacer. Él suspiró profundamen
—¿Entonces ayer te la pasaste con tu abue? —Sí, la verdad fue muy agradable pasar un tiempo con ella, tenía un tiempo que no lo hacía. —Aunque te noto triste. Aileana suspiró con un poco de nostalgia. —Mi papá y yo tratamos de convencerla de que se viniera a vivir a nuestra casa, pero por más que intentamos no accedió. —Es que imagino que para ella es difícil dejar el lugar donde ha vivido mucho tiempo. —Pues sí, pero eso me entristece, ella está enferma y aunque mi papá se hace cargo de sus gastos, nos gustaría tenerla en casa para poder cuidarla mejor, pero ni hablar, no se pudo. —Por cierto, ¿cómo van con lo de la casa? Acair y su hija se habían mudado de casa hacía unos años, cuando lo hicieron fue por el alquiler de esa nueva casa, ya que era una casa muy modesta, pero espaciosa y el alquiler era muy bajo, después de varios años viviendo así, Acair logró convencer al dueño que le vendiera la propiedad, Acair apenas llevaba unos cuantos pagos, pero se sentía feliz que por f
— ¿Cómo dice? ¿Casarse con mi hija? —Así como lo escucha. —¿Acaso me perdí de algo? ¿Ustedes tienen una relación?, o ¿cómo? Aileana sacudió su cabeza negativamente contestando la pregunta de su padre a pesar de no estar frente a él y aún conservar su posición lejos de la vista de los dos hombres. —Nada de eso, simplemente me pareció una chica hermosa y joven. Acair comenzó a reír mientras Diago lo miraba seriamente, pensando que al parecer padre e hija tenían en común burlarse de las palabras que él soltaba. —¿Es en serio lo que está diciendo? —Muy enserió. —¿Por qué me lo dice a mí? ¿No se supone que debería ser a mi hija? Acair cruzó sus manos esperando la respuesta de aquel hombre más alto que él. —Lo hago con usted por qué su hija me rechazó y en verdad me interesa, no importa lo que deba pagar. —¿Pagar? ¿De qué habla? No le estoy entendiendo. —Yo soy buen negociante y podría negociar por ella, solo dígame ¿cuál es el precio? Siempre hay un precio. Aileana cubrió con s
"El peor día de mi vida, día en el que todo lo que consideraba bueno de la vida se esfumó, el día en el cual me perdí al punto de querer dejar de existir, un día que considero el final de libertad, viéndolo así, si fue el final de mi libertad, aunque desconocía que así era, ese día, ese estúpido día había comenzado como todas las mañanas, baje a desayunar con papá, me sentía preocupada porque habían pasado dos semanas desde el inicio de clases y aún no sabía nada de Graham, me culpo porque mi mente estaba perdida en un asunto quizás sin importancia que lo único que atine a decirle a papá era que llegaría temprano para ir con abue "Alpi" él gentilmente sonrió... El gentilmente sonrió para decirme que me esperaría, finalmente salí de casa, aun recuerdo esa sonrisa, esa dulce y cálida sonrisa ..."—¿Sigues preocupada por Graham?Preguntó Beth al sentarse justo a lado de Aileana que mantenía su cabeza sobre sus brazos cruzados en el pupitre.—No, realmente