Entrando al auto, el hombre que me ha salvado cierra la puerta, para luego sacar todo el aire que tenía contenido. Muerdo mi labio inferior para no llorar o gritar de coraje, me digo a mí misma que soy una guerrillera, no me dejaré de ninguna que quiera pisotearme.Ah, todo esto me lo merezco porque me lo he buscado, ¿qué es lo que estoy haciendo aquí?El hombre no tarda en entrar y tras ponerse el cinturón de seguridad me dice que no es por hablar, pero la señora ha notado que llevo mojado mis pantalones. Eso me avergonzó, no tuve las intenciones de tocarme.Maldigo por dentro una y otra vez, dejé pasar el fluido que he expulsado al llegar al clímax.—Descuida, por eso no me preocupo y te agradezco por hacer eso, aunque no era necesario —desvío mi mirada, mi expresión se endurece al ver que Harry sigue hablando por el móvil, no se ha dado cuenta de que me he ido.—La señora es una buena persona, pero cuando se trata de su hijo.—¿Qué quieres decir? —cuestiono, ahora tiene toda mi ate
Maldita sea, eso es chantaje.Precisamente cuando tenía pensado dar media vuelta siento que alguien de improvisto toma de mi mano y me acerca a él con un gesto posesivo. Me sorprendo al ver ese rostro sin ni una emoción, al ver que no tiene el mismo brillo que tenía cuando me estaba junto a él. Por un momento mi rabia desaparece para transformarse en preocupación. ¿Qué me está pasando? ¿Será que me he convertido en una blanda?Sin previo aviso me coge de la mano, para llevarme a su cuerpo. Su cercanía me descoloca, me acalora y me enciende. Miro alrededor en busca de cualquier alma que nos pueda ver. “Los vecinos”.—Me dejaste solo y lo peor de todo es que te has venido con él, ¿qué haces con ese puto? —vocifera con ímpetu, dejándome estática por su actitud.Él se acerca y elimina cada vez cualquier espacio que nos separe para luego poseer mis labios. Saca su lengua, la pasa por mi labio inferior. Me mira. Después vuelve a pasarla por mi labio inferior, lo muerde hasta que yo abro la
Lentamente, me levanto, sintiendo mis piernas frágiles, me pongo de pie para luego levantar la mirada y penetrarla hacia ese chulo que me mira con ansiedad y deseo. Lentamente, mi mirada baja como un escáner y se detiene al ver como esas manos masajean ese… ¡Enorme…! Ufff… siento como mi cuerpo empieza a arder hasta consumirme lentamente. Relamo mis labios y mis ojos se oscurecen ante el deseo.Él sonríe al ver mi reacción. Sin poder moverme me deleito como su mano masturba su enorme pene, mmm… ¿Qué sabor tendrá ese suculento martillo? Estoy que ardo, mi cuerpo empieza a acalorarse, mi respiración se agita y mi corazón se acelera.¿Soy una puta? Ash… me importa lo que él y el mundo entero piensen de mí, pero de que me disfruto ese martillo en mi boca, me lo disfruto. ¡No se diga más! Aspiro. Cierro mis ojos. Con movimientos sensuales bajo los tirantes de mi sostén color blanco, para luego desabrocharlos y tirarlo fuera de mi vista, dejando mis nenas expuestas ante la mirada del papi s
Le respondo con un beso que me ha gustado pasar tiempo con él, y conocerlo en todos los sentidos. Y lo que sus oídos querían escuchar es que no hay problema con su partida, ya pasamos un rato juntos, aunque mi cuerpo desea más, pero eso no significa que esto no se vuelva a repetir.Todo lo que le dije lo ha dejado sorprendido hasta decirme que la próxima me quedaré en su apartamento o él se quedará conmigo. Quiere experimentar que es pasar con una persona más de seis u ocho horas cogiendo.Eso último me causó risa, él se levanta de la cama y empieza a buscar su ropa para vestirse mientras que yo me quedo deleitándome de su cuerpo desnudo. Es un hombre que tiene todo, de cabeza hasta los pies. Ahora si puedo decir que tiene un buen material y no se diga de esos músculos, los he tocado y disfrutado.Mierda, mi corazón no deja de latir y mi vagina la sensación de querer más.—¿Parece que te encantan los tatuajes?—Mucho —asiente, termina de ponerse los vaqueros para luego apresurarse con
***He pasado toda una tarde y noche entera en busca del paradero de mi amigo Alexis, ese mensaje fue demasiado inmaduro de su parte. ¡No me puede decir que desaparecerá!Mi angustia crece y crece, esta mañana me he levantado deprimida y sinceramente no tengo ánimos de ir a trabajar. Esta casa se siente sola sin mi tía y ahora en el trabajo me sentiré peor porque mi amigo el cobarde ha decidido irse.Por mi cabeza pasa el pensamiento estúpido del porqué colgué la llamada y de por qué no pude decirle que me explicara un poco de lo que sucedía o pasaba por su cabeza pequeña. No estoy segura de que él este enamorado de mí, puede que todo sea una patraña para que su mami la santa no quiera morirse pensando que su hijo le gustan los de su mismo sexo.Decidida salgo del baño, ya que me he dado la oportunidad de estar más de media hora en la bañera.Tiro mi toalla sobre la cama luego de haberme secado para poder ponerme la ropa e irme a trabajar, aunque todavía tengo tiempo.—Me gustas más a
Ah, no puede ser, las ganas de vomitar volvieron, pero la doctora me dijo que el medicamento ayudaría y que podría solo descansar, no es posible, no me puedo sentir mal, no ahora.Aspiro fuertemente para luego salir corriendo y entrar al baño que está cerca de la cocina. Lo primero que quiero es llegar a tiempo al baño porque las ganas de vomitar las llevo en mi garganta, siento como sube y baja. Ah, ya no quiero, no quiero vomitar.Qué pecado tan grande cometí para que me esté sucediendo esto.—Ale… —escucho los gritos de Harper detrás de mis pasos.En un dos por tres entro al baño, caigo de rodillas ante el sanitario y comienzo a vomitar. De pronto siento como Harper con una mano toma mi cabello y con la otra mi abdomen. En un susurro me dice que todo pasara, Ah, deseo creerle porque la verdad ya he perdido las esperanzas. Luego de haber vomitado las bilis me dejo caer en el pecho de Harper y le digo que no aguanto y que lo único que quiero es irme al otro mundo, le suplico piedad,
—Mierda, no quiero hacer esto, pero mi madre está por morirse y tengo que hacer un poco para que ella se vaya feliz, por favor, no me pidas que me quede o que las elija a las dos porque no lo voy a hacer, te amo como una amiga y más que eso, jamás como una hermana porque eso es enfermo, espero que de verdad me perdones por irme y no tener la voluntad de quedarme contigo —se me parte el corazón, no resisto verlo así—. Me avergüenza decirte que no me gustan los hombres, que la persona que me vuelve loco eres tú, que mis días dejan de ser gris en el instante que tú llegaste a mi vida, por favor… No sé quién soy.Él está sufriendo más que yo, tener a una familia que lo único que hace es lastimarte y confundirte, ¡eso es terrible! Alexis está sacrificando muchas cosas, por ahora la culpa de que su madre muera es la que está logrando que él sea un maldito sumiso, que no sepa que se está destruyendo solo, que no puede dejar a un lado lo que le gusta por qué su madre no lo acepta.—Puedes irt
***Llegando a mi puesto de trabajo me llevo la sorpresa que Pamela me esté esperando, me debo imaginar que está aquí para que le cuente lo que ha pasado abajo. “Chisme”.Termino de llegar a mi escritorio, dejo mi cartera en el suelo y tras soltar un fuerte suspiro me siento para luego decirle que ya estoy lista para seguir contestando llamadas. Ella me queda viendo y tras parpadear me dice que tengo que contarle, que mi hora de descanso se ha adelantado.Agarra de mi brazo, me jala y en milisegundos agarro mi cartera y me levanto, sigo sus pasos. Y sin mirar a mi alrededor le digo que está exagerando, que no puede sacarme así porque las demás ya me tienen tema y con lo de ahorita más.Me lleva al área de descanso que está a un par de metros del área en la que trabajo y mientras caminamos me dice que tengo que decirle que es lo que quería la señora, porque hace un par de minutos ella vino a buscarme con la intención de que me despidieran, pero luego que ella diera la vuelta volvió a r