El reclamo quedó flotando en el aire, Nick esperaba una respuesta pero se notaba la duda en el rostro de Malcolm.

— No sabes de qué hablo verdad —le dijo Nick con desprecio— te lo voy a decir, te diría absolutamente todo menos dónde está Oleika.

Malcolm apretó los puños, pero aún así se mantuvo firme, si lo mataba, si seguía ante sus instintos perdería más tiempo buscando Oleika poniéndola en peligro.

— En uno de tus innumerables viajes rescataste un pequeño cachorro ¿verdad?— Nick hablaba inundado de desdén — uno lleno de cicatrices, uno que lo había perdido todo en medio de un incendio, una guerra de la que ese pequeño cachorro no formaba parte y lo educaste, lo moldeaste a como tu querías, le enseñaste a luchar, lo cuidaste y le hiciste creer que tenerte lealtad ciega era su deber

El silencio inundó al lugar Mila se quedó impactada, nunca había escuchado la historia de cómo habían encontrado a Nick ella había llegado mucho después.

— En ese tiempo no querías sentimentalismos, no que