Holaaa!!! Gracias por leerme este es el segundo de hoy... Díganme que les parece¿ Quien es esa anciana? ¿ Por que Franco dijo que Clara cayó con el huevo de oro? y ¿Dónde está Devon? Para saberlo sigan leyendo,,, no se ustedes pero esta historia se me hace cada vez mejor. Alana Aguilar.
Oleika respiró profundo pero de una forma tan sutil que era imperceptible, quería evitar de todas las maneras posibles interrumpir el momento que estaban compartiendo ambas.La anciana sonrió al ver esa cara llena de incertidumbre, preguntas y dudas.— Tranquila cariño cincuenta años no son tantos, si lo que te motiva a esperar es recuperar lo que te han quitado.— ¿Que te quitaron? ¿Quién lo hizo?— cuestionó ella cada vez más interesada intrigada por la historia de esa mujer.Algo dentro de su cuerpo le gritaba que preguntara, que descubriera, que supiera la verdad y prefería hacerle caso a esa sensación que a las horrorosas voces que inundaban su cabeza.— Aquí donde me ves —dice la mujer extendiendo las manos para mostrarse tal cual estaba, llena de cicatrices, llagas y partes de su piel arrancadas— en mi juventud fui una bruja de las más reconocidas de mi aquelarre.Solo con mencionarlo sintió que estaba viva de nuevo.Oleika sin saberlo se acercó más a ella.— ¿Eres bruja?— Lo er
El cuerpo de la pelirroja se siente tenso, frío y carente de energía suficiente para afrontar lo que está pasando.Su loba se encuentra en medio de una descompensación, si esto sigue sucediendo de esta manera llegará el momento en el que muera.En ese instante de desesperación y completa tortura, Oleika siente un par de manos en sus hombros regresándola al presente, al darse cuenta estaba arrodillada, no se había dado cuenta en qué momento lo había hecho, pero la debilidad en sus piernas era paralizante, la misma debilidad que había sentido al comunicarse con su loba interior.— ¿Qué tienes pequeña muchacha?— Adaku, la anciana que había sido rescatada momentos antes, estaba atenta a cada una de las reacciones de la pelirroja.Oleika no sabía si era correcto decírselo, trago saliva, era un riesgo inminente que alguien mas supiera su condición.“ ¿Podrá ayudarme? ¿Será ella una oportunidad para mantener todo a raya y finalmente tener equilibrio en todo mi ser?” Las dudas comenzaron a in
Al entrar a la habitación de la princesa, Malcolm se encontró con Clara de pie recargándose en el pilar de la cama, a pesar de encontrarse con una actitud altiva, la fragilidad de su mirada, la debilidad de su cuerpo, incluso la palidez de su rostro indicaban que ella se encontraba débil y enferma.— Clara ¿estás bien? ¿Cómo sobreviviste?...No pudo terminar de cuestionar, no pudo siquiera preguntarle si se encontraba bien, porque Clara estaba decidida a hablar primero.— Malcolm— le dijo ella con tono frío y decidido— estoy cansada, necesito cambiar mis planes, necesito cambiar mi vida y ya estoy harta de tus desprecios, tus desaires y groserías.Malcolm no entendía por qué el cambio a pesar de no tener una relación con ella, ninguno de los dos había llegado engañado a esa relación, ambos sabían a lo que iban.— ¿De qué hablas?— cuestionó Malcolm— ninguno de los dos nos enlazamos por amor, ninguno de los dos teníamos un lazo real entre nosotros…Malcolm comenzó a caminar para enfrent
Malcolm sentía cómo el viento en su rostro, en sus fauces iba quedándose la esencia de cada una de las plantas que estaban inundando el lugar.Justo cuando él da un salto, un rayo desestabilizador lo atraviesa provocándole un dolor tan intenso que lo hace aullar ante el dolor, provocando que caiga recostado sobre la tierra dando vueltas, una tras otra hasta golpearse de lleno contra el tronco de un pino.~Lo hizo ~dijo Malcolm jadeando ante el sentimiento paralizante de impotencia, en ese instante podía describir como cada una de las hebras que formaban ese lazo bendecido por la Diosa Luna se iban deshaciendo.Clara, desde su habitación y a pesar de encontrarse con una debilidad casi incapacitante estaba rompiendo el lazo que habían creado en el ritual ancestral.— Ya fue suficiente— dijo Clara entre jadeos soportando el dolor más grande, al ser ella quien estaba haciendo la ruptura del enlace.Sabía que la ceremonia había sido manchada, sabía que la traición estaba anclada a su lazo,
Año 1500En una noche oscura y llena de frio, en medio del bosque en el que cada quien debe luchar por mantenerse con vida, se llevaría cabo una lucha ensangrentada entre dos razas que solían coexistir con una superflua paz.Hombres Lobos y brujas.En específico un aquelarre… Leiia.El cual es uno muy especial, ya que son del linaje más antiguo de brujas, por lo tanto pueden obtener respaldo y poder de sus antecesoras.Un linaje que pasó de generación en generación, donde este don solo lo podían tener las mujeres, a los hombres se les trataba como seres inferiores. En medio del cambio de estación en época de celo los hombres lobos después de varias noches, comenzaron a desaparecer sin dejar rastro alguno, ninguna manera de localizarlos, sin cuerpos por identificar.A pesar de los intentos exhaustivos de los compañeros de manada, nada daba resultado.Hasta que una noche una información clave llegó a los oídos del alfa de la manada Garra dorada.— Hijo necesito de tu apoyo, no podemo
Actualidad— Solo quiero llegar a casa, hoy es el día, hoy es...— Se decía Oleika emocionada a pesar del cansancio que la consumía, con unos cuantos conejos en sus manos.Al tener veintidós años y no tener una loba, se sentía frustrada y sobajada por todos en la manada Brisa Nocturna, todos los integrantes de la manada cumplían una función.Cazar, construir, ser parte del servicio imperial o entrenar para ser guerreros, pero en cada una de las tareas la pequeña y frágil Oleika no podía llegar a término, siempre se agotaba y alguien más debía pagar por su ineptitud.Sin tener a su loba de apoyo físico y emocional, muchas de las cosas eran prácticamente imposibles para ella.Además de siempre ser vista con desdén y recibir malos tratos de muchas personas que la rodeaban.Golpes, desprecios, burlas, siempre mantenía la mirada en alto, sin importar lo difícil que fuera…Pero estaba dispuesta a ganarse su lugar en la manada.Por lo tanto había desarrollado distintas estrategias para compe
Cuando Oleika levantó la mirada, se encontró con su madre, quien la veía con determinación aunque siempre la había mirado de forma diferente a como lo hacía con su hermano, en este momento, ella le provocaba un escalofrío.— Mamá— Susurró ella al mismo tiempo que daba un paso hacia atrás discretamente.— Oleika, esta es mi recompensa para ti. La trampa que diseñaste es realmente útil.— Ella elogióAl oír esto, Oleika se levantó a pesar del dolor, levantó las flores en sus brazos y dijo— Mamá, estas son para ti. No están rotas.—¡Jajajaja! ¡Es tan estúpida! —Fraly agarró el ramo de flores silvestres y lo arrojó a sus pies—. ¿Todavía no lo entiendes? No eres más que una inútil. ¡Solo sirves para ser una esclava! Pero no te preocupes, hemos encontrado un comprador para ti.Provocando que Oleika cayera en el suelo después del impacto, un escalofrío contundente la atravesó por completo.— ¡Ah! pero ¿por qué?— Cuestionó Oleika al mismo tiempo que buscaba la mirada de su madre, pero lo que
La noche arreció y Oleika sentía mucho más frio, la jaula estaba llena de mujeres lobas, a pesar de estar en horribles condiciones, seguramente eran más fuertes que ella.De manera discreta se acercó a la loba que tenía a su lado y en cuanto tocó su piel un escalofrío satisfactorio la recorrió.Después de sentir que casi se congelaba un poco de calor era solo una esperanza en medio de tanto dolor.Pero el descanso duró poco, un golpe fuerte la hizo que se impactara de lleno con uno de los barrotes que tenía a su lado.— ¡Ah! — Gritó ella ante el dolor del impacto.— Aléjate de mí— ordenó la loba, quien a pesar de encontrarse en las mismas condiciones que ella, siendo una esclava, amarrada de manera humillante, la veía con superioridad.— te… tengo fri… frio— tartamudeó la chica.— ¡Silencio!- Gritó uno de los guardias que custodiaban la jaula.Un momento después Oleika apretó los dientes para no gritar, acababa de recibir una cubeta con agua helada como castigo, si sentía que le dolía