Apresurada, así se estaba sintiendo Blanca por la rapidez con la que Julius estaba llevando las cosas, ya lo tenían todo planificado y la boda se daría en solo un día, ¿Cómo es que aceptó estar con él e intentarlo hace apenas tres semanas y ya todo estaba listo? Por una parte, estaba bien, pues ya deseaba dejar de sufrir por Balto, pero en general estaba algo aterrada.La conciencia la está remordiendo, ¿Por qué ella sufre tanto si se supone que Julius también es su destinado? ¿Acaso hizo mal? Mirar a su bebé y lo incómodo que está le hizo sentir culpa, su bebé necesita de su padre y ella por miedo a que se lo arrebate no le permite nada.―No te veo feliz. ―Susan entró a la habitación. ―¿Qué estás haciendo, cariño? ―Blanca la miró confundida.―“¿De qué hablas?” ―Se hizo la ignorante y la que no escuchó, eso a Susan la hizo negar.―“¿Cómo es que de pronto estás comprometida y a punto de casarte?” ―La miró a los ojos. ―“¿Te das cuenta de lo que haces?” ―Se preocupó más. ―“Quiero que tú
―Adamson. ―Gruñó Julius molestó por verlo ahí. ―Te reto a una pelea, justo como me retaste tú por mi trono. ―Señaló a Blanca quien mira a los dos con ojos bien abiertos. ―Yo pagué mi deuda por matar a tu hijo, ahora quiero una batalla y el vencedor se quedará con ella sin problema alguno. ―Blanca inmediatamente se metió en medio.―“No permitiré algo como esto” ―Se negó con rotundidad. ―“¿Por qué siempre eres tan violento? ¡Tú me perdiste, Balto!” ―Lo miró como si fuera un monstruo, provocando dolor en él, ¿Acaso no prestó atención a cuando dijo que Julius lo había retado a él antes? ―“Vete de aquí, ¡Estoy harta de verte!” ―Balto miró a Julius y verle ese gesto triunfante lo enervó por completo, pero sin ánimos de demostrar lo débil que está, se marchó sin mirar atrás.―Ese hombre no aprende. ―Bufó colocando la comida sobre el escritorio.―“¿Lo retaste por su trono como castigo por asesinar a tu hijo?” ―Julius se puso serio en el acto. ―“¿Tú aprovechaste la muerte de tu hijo como una
Los días en el hospital no son más que una pesadilla para Blanca, su bebé contrajo un virus por la debilidad que tenía y se vieron obligados a permanecer internados para que el niño fuera tratado. La presencia de Balto fue indispensable para que el bebé sobreviviera a la enfermedad y eso a Blanca la hacía sentir sumamente culpable.Ella siempre conoció a Balto como un hombre explosivo y cruel, pero ahora mismo él ni siquiera la mira, pasa totalmente de ella, ¿Por qué no le reclama? ¿Por qué no la sentencia a muerte por tentar contra la vida de su hijo? ¿Por qué no le dice el precio que tiene a pagar por lo que le hizo? Ella sin duda se está volviendo loca con el comportamiento de ese hombre.―“Debo cambiarlo, se te da terrible a ti” ―Balto dejó al bebé sobre la cuna y se echó a un lado, lo suficiente como para que ella pudiera alcanzar al bebé, él no se preocupó en darle demasiado espacio, le gusta que roce con él y se tense.―¡Oh, vamos, cachorro! ―Se quejó al sentirse empapado por e
Balto miró a su hijo, ella ni siquiera terminó de arreglarlo, suspirando y agradeciendo que ella le enseñó como cuidar de su hijo, lo llevó de vuelta a la cuna y lo dejó hermoso.―Vaya, papá cuida del bebé. ―Susan sonrió en cuanto Balto la miró, él siempre se muestra serio y distante con ella y su esposo. ―Vamos, no me des esa mirada, quizás no te caigamos bien, pero prometo que ese niño es la luz de nuestros ojos. ―Se acercó y tendió los brazos pidiéndole al bebé, Balto miró los brazos de la mujer con desagrado, no confía en los humanos y solo trata con ellos por negocios y más nada.―No lo vayas a dejar caer. ―Gruñó provocando una risotada en la mujer.―Es cierto lo que nos contó mi niña. ―Lo miró sin perder la sonrisa. ―Eres demasiado duro, pero puedo ver todo el amor que sientes por ellos. ―Lo invitó a sentarse, Balto miró el sofá y lo dudó. ―No muerdo, venga. ―Palmeó un par de veces el espacio a su lado.Balto pasó saliva, si ella supiera a quién tiene al frente desde luego no es
El día de irse a casa había llegado, Lucius estaba mucho mejor de salud y es como si jamás hubiera estado al borde de la muerte. Blanca no podía estar más feliz, su bebé estaba totalmente recupera y Balto fue realmente amable con ella al dejarle en claro que comprendía su actuar y que no se culpara por no quererlo cerca del niño.Ella vio en ese hombre algo que jamás había visto y quedó desconcertada, pero aun así le agradeció por sus palabras. ―De acuerdo, bebé. ―Terminó de vestirlo. ―¿Estás listo para irnos a casa? ―Blanca los miró desde el sofá, él se ofreció para vestirlo mientras ella preparaba la bolsa. ―Ya no estarás en este espantoso lugar, donde todas mueren por ti. ―Blanca rodó los ojos.―¿Listos para irse a casa? ―La pediatra entró a la habitación con los papeles correspondientes. ―Aquí tiene lo necesario, ya el señor pagó la cuenta. ―Blanca miró a Balto, pero él no prestó ni un gramo de atención, está centrado en su hijo.―“Muchas gracias por todo, doctora” ―Tirando de e
Micky corrió de vuelta al edificio, ella corrió lo más rápido que pudo hasta entrar a recepción y ver al enorme hombre rubio con flores en la mano. Ella temía siempre acercarse a él por su imponente semblante, pero olvidó todo eso.―No me toques. ―Gruñó Balto mirando a la mujer para que ni siquiera lo pensara.―Mi jefa. ―Dijo ella agitada y pasando de su orden, no tiene aliento y se siente desmayar por todo lo que corrió. ―Un auto se la ha llevado, ella… ella… ―Balto no la escuchó más, soltó las flores y corrió fuera del lugar con Micky detrás, ella no piensa quedarse.―¿Viste un auto pasar a velocidad por aquí? ―Gideon que justo estaba pensando lo locos que están en esa empresa asintió.―Sí, los humanos que trabajan aquí están realmente locos. ―Bufó.―¡No fueron los humanos! ―Subió al auto. ―¡Se han llevado a mi luna! ―Gideon miró a su rey con asombro, él no percibió aroma y por eso dedujo que eran los de esa empresa. ―¡Debo encontrarla! ―Gideon estaba listo para ponerse en marcha, p
La misma historia del inicio, todos aborrecían a la luna de la manada, ahora no por ser una esclava, por haberse ido tanto tiempo y volver con un hijo que, si bien todos sabían que es del rey, lo puso en riesgo por mantenerlo lejos.Nadie se puso en el lugar de Blanca ni recordaron que el mismo rey la había echado injustamente, las personas solo necesitaban tratarla mal y hablar pestes a sus espaldas, para nadie ella era buena y es innecesaria para la manada.Blanca se la ha visto realmente mal, después de ser ultrajada de esa manera tan espantosa ella no ha vuelto a sonreír y solo puede llorar por las esquinas, ¿Qué pasa si realmente está embarazada? ¿Qué dirán los demás de ella cuando el vientre se le note?Balto suspiró al verla tan deprimida, para él es algo nuevo verla sin sonreír o sin estar por ahí tratando de ayudar a las personas, si bien hace su labor de luna, no es como antes cuando lo hacía con una enorme sonrisa en los labios.―¿Te han vuelto a tratar mal? ―Blanca limpió
Blanca, que estaba entregándole el bebé a su madre, giró con una enorme sonrisa, fue el primer bebé que recibió y estaba muy emocionada. Al ver a su rey ahí, con su hijo en brazos y un enorme ramo de esas flores que él tanto detesta, pero que ella ama, se sorprendió genuinamente.―Permítame, mi rey. ―Megan, la chica que más 0dia a Blanca le quitó las flores.―“Lucius y yo quisimos venir a visitarte y a ver a la primeriza madre” ―Todos estaban en shock, ¿Habla él lenguaje de señas? ¿Cómo es posible? ―“Veo que todo ha salido bien” ―Blanca con el corazón enloquecido en su pecho asintió, ¿Él mezclándose de esa manera con su pueblo? Si bien les interesa, él solo vela por la seguridad de cada miembro, jamás tiene ese tipo de contacto tan íntimo.―“Ha nacido un futuro guerrero de clase media” ―Le hizo saber sin perder la sonrisa. ―“¡Ha sido mi primer parto!” ―Balto sonrió orgulloso de ella. ―“Las flores son para ti” ―Se la quito a la chica y se las colocó al lado a la recién parida. ―“Muchas