El día de irse a casa había llegado, Lucius estaba mucho mejor de salud y es como si jamás hubiera estado al borde de la muerte. Blanca no podía estar más feliz, su bebé estaba totalmente recupera y Balto fue realmente amable con ella al dejarle en claro que comprendía su actuar y que no se culpara por no quererlo cerca del niño.Ella vio en ese hombre algo que jamás había visto y quedó desconcertada, pero aun así le agradeció por sus palabras. ―De acuerdo, bebé. ―Terminó de vestirlo. ―¿Estás listo para irnos a casa? ―Blanca los miró desde el sofá, él se ofreció para vestirlo mientras ella preparaba la bolsa. ―Ya no estarás en este espantoso lugar, donde todas mueren por ti. ―Blanca rodó los ojos.―¿Listos para irse a casa? ―La pediatra entró a la habitación con los papeles correspondientes. ―Aquí tiene lo necesario, ya el señor pagó la cuenta. ―Blanca miró a Balto, pero él no prestó ni un gramo de atención, está centrado en su hijo.―“Muchas gracias por todo, doctora” ―Tirando de e
Micky corrió de vuelta al edificio, ella corrió lo más rápido que pudo hasta entrar a recepción y ver al enorme hombre rubio con flores en la mano. Ella temía siempre acercarse a él por su imponente semblante, pero olvidó todo eso.―No me toques. ―Gruñó Balto mirando a la mujer para que ni siquiera lo pensara.―Mi jefa. ―Dijo ella agitada y pasando de su orden, no tiene aliento y se siente desmayar por todo lo que corrió. ―Un auto se la ha llevado, ella… ella… ―Balto no la escuchó más, soltó las flores y corrió fuera del lugar con Micky detrás, ella no piensa quedarse.―¿Viste un auto pasar a velocidad por aquí? ―Gideon que justo estaba pensando lo locos que están en esa empresa asintió.―Sí, los humanos que trabajan aquí están realmente locos. ―Bufó.―¡No fueron los humanos! ―Subió al auto. ―¡Se han llevado a mi luna! ―Gideon miró a su rey con asombro, él no percibió aroma y por eso dedujo que eran los de esa empresa. ―¡Debo encontrarla! ―Gideon estaba listo para ponerse en marcha, p
La misma historia del inicio, todos aborrecían a la luna de la manada, ahora no por ser una esclava, por haberse ido tanto tiempo y volver con un hijo que, si bien todos sabían que es del rey, lo puso en riesgo por mantenerlo lejos.Nadie se puso en el lugar de Blanca ni recordaron que el mismo rey la había echado injustamente, las personas solo necesitaban tratarla mal y hablar pestes a sus espaldas, para nadie ella era buena y es innecesaria para la manada.Blanca se la ha visto realmente mal, después de ser ultrajada de esa manera tan espantosa ella no ha vuelto a sonreír y solo puede llorar por las esquinas, ¿Qué pasa si realmente está embarazada? ¿Qué dirán los demás de ella cuando el vientre se le note?Balto suspiró al verla tan deprimida, para él es algo nuevo verla sin sonreír o sin estar por ahí tratando de ayudar a las personas, si bien hace su labor de luna, no es como antes cuando lo hacía con una enorme sonrisa en los labios.―¿Te han vuelto a tratar mal? ―Blanca limpió
Blanca, que estaba entregándole el bebé a su madre, giró con una enorme sonrisa, fue el primer bebé que recibió y estaba muy emocionada. Al ver a su rey ahí, con su hijo en brazos y un enorme ramo de esas flores que él tanto detesta, pero que ella ama, se sorprendió genuinamente.―Permítame, mi rey. ―Megan, la chica que más 0dia a Blanca le quitó las flores.―“Lucius y yo quisimos venir a visitarte y a ver a la primeriza madre” ―Todos estaban en shock, ¿Habla él lenguaje de señas? ¿Cómo es posible? ―“Veo que todo ha salido bien” ―Blanca con el corazón enloquecido en su pecho asintió, ¿Él mezclándose de esa manera con su pueblo? Si bien les interesa, él solo vela por la seguridad de cada miembro, jamás tiene ese tipo de contacto tan íntimo.―“Ha nacido un futuro guerrero de clase media” ―Le hizo saber sin perder la sonrisa. ―“¡Ha sido mi primer parto!” ―Balto sonrió orgulloso de ella. ―“Las flores son para ti” ―Se la quito a la chica y se las colocó al lado a la recién parida. ―“Muchas
La cena no se dio y toda posibilidad de ser perdonado se esfumaron, o eso creyó él y por eso decidió darle espacio a su luna sin saber que ella lo estaba tomando como arrepentimiento. En la última patrulla que hicieron, hubo un ataque masivo de salvajes en la cual se vio involucrada una jovencita. Blanca por su puesto como la luna que es, ordenó que fuera atendida en el castillo bajo la vigilancia de la hechicera de la manada. Todos estaban muy preocupados por los constantes ataques de los salvajes, parecían llegar cada vez más. Balto suspiró entrando a la habitación con su hijo, su cachorro a penas abre los ojos ya pide pecho y él debe sucumbir a su demanda. Blanca quien estaba vistiéndose, giró al sentir el aroma de su alfa y el de su bebé, ella solo cubierta por unas diminutas bragas, sonrió tomando a su hijo en brazos, Lucius solo hizo sentir a su madre y se pegó a su pecho. ―“¿Quieres que te escolte personalmente a la manada vecina?” ―La miró a los ojos huyendo para no excitar
―Que… ―Balto no fue capaz de reaccionar de inmediato, la sorpresa por ver a la chica ahí desnuda le dio el tiempo para que saltara sobre él y lo besara, pronto Balto se vio solo sin la chica sobre su cuerpo.Blanca quien tenía a la mujer por el pelo la miró con un gesto que nadie había tenido el placer de ver, la imponente mirada de la luna tensó a la chica y le advirtió que no es la chica dulce y tonta que todos creían que era.Arrastrándola por el cabello, Blanca tiró de ella por cada pasillo del castillo ante la atenta mirada de guardias y sirvientes. Una vez estuvieron fuera, Blanca la tiró ante la vista de todos, pues nadie tardó en interesarse por lo que estaba sucediendo.―¿Qué está pasando? ―Se preguntaron algunas de las personas que estaban presenciando la escena, la mujer desnuda está arrodillada ante Blanca quien la mira sin pisca de compasión. Balto miró a su luna, él no intervino, solo se limitó a observar lo que su mujer estaba haciendo, ¿Por qué su presencia se había v
Para Blanca las cosas no estaban yendo mal, si bien la mayoría le teme, todos la apoyan con las cosas que hace por la manada y el mundo sobrenatural en general. Ella está trabajando en ganarse el corazón de su gente y poco a poco lo está logrando.Balto no puede estar más feliz con su familia, él se desvive por su luna y su cachorro, presenciar como su mujer ha cambiado para bien lo tiene muy orgulloso. Ella si bien tiene el mismo corazón, es un poco más dura con quienes se quieren pasar de listos.―“No me acaricies de esa manera el vientre” ―Le pidió incomoda. ―“Sé que no estoy embarazada, ya lo habría notado” ―Le sonrió con ternura, él realmente está dispuesto a todo si resulta que Julius consiguió lo que deseaba. ―“De haberlo estado, Julius estuviera muerte” ―Balto la besó.―Tienes razón. ―La miró a sus preciosos ojos. ―“Él hubiera venido a reclamarte y su cabeza ya estuviera separada de su cuerpo ambas en estacas en la entrada de la manada” ―Blanca se subió. ―“El cachorro tiene se
Blanca llegó a la manada aliada y fue bien recibida, la fiesta que tienen preparada para ella fue una sorpresa, si bien sabe que es más amada que antes, no se esperó una fiesta como esa.―Sea bienvenida, reina luna. ―El alfa de la manada la recibió con una reverencia. ―Estábamos ansiosos por su llegada, ¿Cómo ha ido el viaje? ―Blanca agrandó la sonrisa.―“Mi hijo ha estado un poco inquieto, pero todo ha ido bien” ―El hombre comprendió a la perfección lo que ella estaba diciendo gracias a Micky. ―“¿A qué se debe todo esto?” ―Quiso saber. ―“No me notificaron de ninguna celebración y temo que no he traído ningún obsequio” ―El alfa sonrió. ―Su hermoso corazón la ha hecho la reina más amada. ―Le hizo saber con ayuda de Micky, el ruido no la deja escuchar bien y la enorme sonrisa del hombre le hace dificultoso poder leer sus labios con claridad. ―Gracias a usted y a la gran idea que nos dio, hemos podido ayudar a muchos jóvenes y adultos que han sido exiliados de su hogar o han perdido a