Capítulo 47

En Klayten no hay fotógrafos esperándonos y eso es algo que agradezco. Los paisajes seguían quitándome la respiración. La mañana estaba fría y hacía una brisa brutal.

Una camioneta nos estaba esperando afuera del aeropuerto, Ophel y Wen estaban allí, ambos me miraron sorprendidos, cuando nos acercamos recuperaron sus expresiones serias.

Otro hombre vestido como Ophel y Wen se bajó de una camioneta estacionada cerca, sabía que lo había visto antes en la casa de los Galger, pero no recordaba su nombre. Tomas extendió su mano libre hacia él.

—Denser —lo saludó Tomas.

—Señor —apretaron sus manos.

Denser era tan alto como tomas, más fornido y con ojos verdes claros.

—¿Trajiste lo que te pedí? —cuestionó Tomas, Denser asintió—. Bien, vayámonos.

Tom

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