— Que guapo se ve señor Sokolov – sonrió Alina al ver como Kosntantin terminaba de acomodarse las pistoleras.— No deberías ser tú la señora Lodbrok – sonrió pícaro sonrojando a la morena. — Dejémoslo en que tú eres Sokolov y yo Lodbrok – Alina se acercó y le dio un corto beso en los labios al Pelirrojo - ¿Listo para volver al rodeo Superintendente?— No, quiero quedarme en cama todo el día, contigo a mi lado – acaricio su mejilla - ¿Puedo?— Ya estuviste mucho tiempo de vacaciones, debes volver.Alina no sabe la verdad de donde estuvo o que hizo, Konstantin solo le dijo que estuvo en la oficina con mucho papeleo.— Fueron vacaciones con pilas y pilas de papeles acumulados – suspiro dejándose caer de nuevo en la cama – Si eso para ti son vacaciones no sé qué harás cuando te lleve a Hawaii.— Idiota – susurró sonriendo – Vamos, te prometo que será divertido.— Adoro cuando dices esa palabra – se levantó de nuevo y alisó su camisa, no se puso corbata porque solo la usa cuando de verda
— Creo que está vez exagero – dijo Max, mirando el alboroto que Alina había hecho. Los comisarios y Konstantin estaban en el balcón del segundo piso mirando la situación.— Parece un apocalipsis zombie, pero en vez de muertos son mecánicos – dijo Alonzo riendo.— Agradezco que la jefa sea tu novia porque acaban de joderme el patrulla – dijo Tobias.Konstantin tenía una sonrisa divertida, su vista estaba posada en su morena que dirigía todo el alboroto. Le encanta que provoque el caos para poder intimidar a sus alumnos.El garaje, la entrada principal todos estaba obstruido por los mecánicos, estaban incluso destruyendo las patrullas. — Adoro a esa mujer – sonrió el pelirrojo mirando como Alina pedía a gritos hablar con un superior. — Cásate con ella entonces – sonrió Max al ver la mirada que le lanzó su amigo. >> No le negaré nada, porque ahora sí que estoy pensando en darle el anillo. <
Tomó a Eyra, la puso contra la pared y la besó. Hundiendo sus dedos en su cabellera rubia, jugó con su lengua mientras que una de sus manos se aferraba con fuerza a su cadera. >> Está chica me enloquece… <
El gran momento llegó, la semana de fuego para lo alumnos, esa era su prueba definitiva para saber si eran capaces de estar en ese Central o no. Habían dado las 8:30, el turno matutino comenzaba y todos los alumnos estaban por llegar, pero nadie los preparaba para lo que verían una vez cruzaron las puertas de la Central. Pero una vez llegaron, todos se quedaron en la puerta en shock.La vista era magnifica, todos en la Central sabían de esa prueba porque alguna vez llegaron a pasar por ella y despues algunos se unian solo por sentirse comodos y joder un poco a la sociedad. Los comisarios, el Superintendente, los tres oficiales de ayer que jodieron al chico con falda, todos ellos estaban cómodamente mostrándose y contoneándose por la Central. Demostrando que su masculinidad no es frágil.Konstantin estaba sentado sobre la barra donde tomaban las denuncias, tenía las piernas cruzadas luciendo a la perfección sus piernas con varios tatuajes, tenía puesta una falda color vino que le ll
Konsatntin estaba sentado en su despacho, masajeando sus pies porque los tacones tres días seguidos ya le habían cansado. Fue convencido por Maximus de usarlos y ahora se arrepentía. Además, que también fueron un regalo de Alina, a quien no ha visto desde hace justamente tres días después de que lo invitó a comer. Casi no había tenido tiempo de hablar con ella porque estaba con el papeleo y hablando con su jefa sobre asuntos de la nueva mafia y con la propuesta de presentarse como Director seguía en pie, pero debía estar estable y ser un hombre casado lo haría ver mejor. Alina sigue siendo su opción lógica, pero su corazón se niega a ella, quiere a alguien más. Alguien que ha estado evitando por eso mismo, le asusta sentirse enamorado profundamente y cree que estando lejos de ella solucionara ese problema, pero parece que estar lejos de ella es peor. La quiere, la necesita. Sus pensamientos fueron interrumpidos porque alguien tocó a su puerta. — Adelante – dijo antes de volverse a
Los Dixon fue creado por una idea de Konstantin, a su jefa le gusto pero él no podía estar al mando de una familia criminal cuando era Superintendente, sí, había visto que era su oportunidad de irse de esa mierda, pero no lo dejaría ir tan fácil. Entonces Nacho sería el líder de la familia y Konstantin sería su mano derecha, en la familia había lazos de hermanos, tíos, sobrinos, padres, hijos adoptivos y demás. Konstantin era por así decirlo el tío mayor, el hermano de Nacho. Así era su presentación cuando algo pasaba y en ese momento sabían que algo andaba mal.Estaban frente a una de las mafias que abastece droga como el opioide, metanfetamina y polvo de ángel, al resto de grupos, pandillas o mafias. Si la tiraban abajo, podrían detener demasiadas cosas y tomar el control de todo por fin. Konstantin necesita el control de la droga. Pero también temía que todo se volteara hacia ellos y acabará mal.>> Relajate, solo es un caso más, nadie va a morir por esto. <
— ¿Cómo te sientes? Fue un día difícil – dijo Elizabeth dándole un vaso con whisky a la rubia.>> Me quiero morir, así me siento. <<— Quiero arrancarme el cabello, quiero encontrar a Konstantin, pero me mandaron a casa – suspiro cansada, pasó la mano por su cabello y lo jalo hacia atrás – Lo tienen secuestrado y yo aquí sin poder hacer nada.— Nena, somos alumnos y es obvio que aun no estamos capacitados para esto pero nos tendrán en cuenta – le sonrió tratando de darle ánimos. – Y el super estará bien.— No lo sé – susurro antes de beber un gran trago de su whisky – Todo pasó muy rápido, estábamos tan bien y de pronto.Sabe que ser policía consiste en eso, pero ahora… no quería sentir algo por alguien y que se lo arrebataron tan rápido. — Bueno somos policías y a eso nos atenemos Eyra – suspiró la morena – Y al decir mal día me refería con lo de Nick ¿Qué pasó con él?— Mierda, otra cosa más que jodio el día – terminó todo su whisky, no puede hablar de él estando sobria. – Vino a r
Konstantin entraba con Ethan y Alonzo, mirando a Nacho y Max, manchados de sangre y a Trujillo en el piso jadeando y escupiendo sangre. >> Vaya que se divirtieron en mi ausencia. > Ni un día tengo de vuelta y ya me están sacando de quicio todos. <<— Max, saca el Audi – le sonrió – Iremos a dar una vuelta – se acercó a Trujillo – Hola Truji ¿Qué tal llevas los golpes? – soltó una risita.Trujillo se removía en el piso, miró a Konstantin casi suplicando porque no lo mataran.— Te… Te lo diré todo – se quejó.— Los dos sabemos que si yo te traía hasta acá no sería para hablar – le sonrió – Subanlo – los miro - ¿Quién quiere divertirse?El términ