Eyra terminaba de hacer una pasta con una salsa especial mientras miraba cada tanto a Konstantin que estaba en su terraza hablado por teléfono con alguien, hacía demasiados ademanes, parecía estar furioso y a veces se calmaba, no entendía qué pasaba, en sí no entendía nada de lo que pasaba en ese día. Sacó una botella de vino y cuando volvió a dirigir su mirada hacia Konstantin ya estaba con él en la cocina.— Huele delicioso eso – sonrió Konstantin y le pareció increíble lo relajado que estaba cuando hace unos segundos se veía estresado – No debiste hacer la cena, podíamos ordenar algo – dijo, llevando una de sus manos a la mejilla de la rubia.— Quería prepararte algo – sonrió Eyra, disfrutando el roce.— Me encanta – susurró revolviendole el cabello provocándole una risita – Excelente vino – dijo tomando la botella para abrirla - ¿Dónde están tus copas?— En esa puerta.Eyra tenía una sonrisa que nadie le podría quitar, tenía al hombre más sexy de la Central de Mando de California,
Konstantin acariciaba el culo de la rubia, escuchando como soltaba un gemido. Con pasos torpes, llegaron hasta la habitación, se alejó un segundo para reparar la habitación con la mirada antes de volver a posarla en los ojos azules de Eyra, cargados de pasión y lujuria. Eyra se acercó a él para acortar toda distancia una vez más, pasando sus manos por su torso, palpando lo bueno que estaba su jefe. Comenzó a desabotonar la camisa con prisa, sus bragas estaban empapadas desde que la beso y necesita más, necesita apagar ese fuego en su interior. — ¿Tienes prisa gatita? – dijo Konstantin, sosteniendo su rostro para besarla. — Cállate – susurró. – Estoy enojada contigo, te extrañe, creí que estabas muerto – le quitó la camisa bruscamente, lastimando un poco el hombro herido del pelirrojo. — ¿Y quien dice que yo no estoy molesto? – tomó su cabello, jalando para que lo mirara. — Nena estoy furioso desde que te pasaste de lista con ambas mafias, estoy furioso porque un hijo de puta llega
— Así que el Superintendente realmente tiene pareja – sonrió la morena mientras terminaba de maquillarse.— ¿Si y que? – dijo Eyra mientras se ponía un vestido ajustado. Intenta fingir que no le duele, aún puede ver las marcas de la noche anterior. ¿Cómo es posible que todo cambie en cuestión de segundos? Daría lo que sea por regresar el tiempo a esa misma mañana, no quiere salir de ese dulce momento. — ¿No te sientes mal? Se que te gustaba.— Al igual que tú con Alonzo – sonrió de lado y Elizabeth solo la miró mal - ¿Duele, verdad? – soltó una risita – Mira no me importa realmente, es nuestra noche, vamos a embriagarnos y perder el control por primera vez desde que llegamos aquí.— Me parece estupendo esa es la actitud nena – sonrió divertida.Nada de arrepentimientos, quiere disfrutar su repentino asesino con mucho alcohol. Y así fue, al llegar al bar se reunieron con sus amigos, vieron a demasiadas personas y la mayoría eran desconocidas pero no le dieron importancia.— ¿Qué tal
— Paso por ti para almorzar – dijo Alina del otro lado de la línea.— Está bien, te espero aquí cariño – respondió el pelirrojo mientras estacionaba su auto. — Perfecto, tenga buen servicio Superintendente Lodbrok – los dos rieron antes de cortar la llamada.Konstantin guardó su teléfono, soltó un ligero suspiro antes de bajar del auto. No lo va a negar, está furioso con Eyra que solo jugó con él, aunque fue una dosis de su propia medicina. Le gusta su lado perra, pero es hroa de que ella conozca al verdadero hijo de puta que es.Bajo del auto, poniéndose su saco negro, pasó una mano por su cabello y entró a la Central. Seguramente la mayoría estaría con resaca, sería flexible con ellos al menos ese día. — Buenos días Lodbrok – sonrió Tobias con una taza de café en sus manos.— Reyes – le sonrió. – ¿Cómo va la mañana? — Aquí esperando que llegue el resto de jotos – los dos sonrieron – Y aquí vienen los primeros. A pocos metros de la puerta de la Central estaban Ivanov y Ethan sepa
Eyra estaba tomada de la mano del latino frente a muchos criminales peligrosos a los cuales Nacho les hablaba como amigos de toda la vida. Al principio se sintió nerviosa, pero la confianza, las palabras de ánimo de Nacho le dieron la valentía que necesitaba y ahora estaba riendo y hablando con ellos justo como Nacho. Tatiana Dixon era provocadora, sexy, coqueta y sin miedos, esa era la chica que Nacho había creado para su identidad y era justo la que Eyra estaba representando. — Tienes buen gusto, Salomon, haces honor a tu nombre, en tener la mujer más guapa del lugar. — Claro que sí – sonrió Nacho al mirar a la rubia con una sonrisa. Nacho desvió la mirada a una chica de cabello azul que estaba mirándolos desde lejos, estaba sola y le daba mala espina. — Nena – la miró. – Porque no te quedas con los chicos, háblales de la cena que vamos a hacer el fin de semana – llevo su mano a la espalda de la rubia moviendo sus dedos Eyra entendió el gesto que le dio. – Tengo que saludar a u
Para conocer al Diablo y su infierno, tenemos que saber sus raíces y cómo llegó a donde está… Retomemos la historia al momento en el que los padres de Konstantin se conocieron. Irlanda es hermoso, el lugar perfecto para vivir al pensar de los Lodbrok. Pero es Irlanda donde se creó el infierno de Konstantin. Donde fue procreado. Mike, alcohólico que abusaba de su mujer.Daiana, drogadicta abusada por su pareja. Ellos son los padres de Konstantin con sus nombres reales antes de que se provocará el caos. No esperamos un jodido final feliz ya con esas descripciones, pero veamos ¿Qué pasó?Mike conoció a Daiana en un bar, lo que parecio amor a primera vista se convirtió en la tortura de su vida. Daiana estaba estudiando medicina forense, Mike trabajaba medio tiempo en un bar y el resto del tiempo se la pasaba borracho y drogado. Aunque Daiana recibió demasiados regaños y advertencias de que no se fuera con Mike, no hizo caso, como dicen, entre más prohibes algo más deseoso se vuelve.
— Mira papi conocí a alguien, se llama Konstantin.— Konstantin, mucho gusto – el hombre miró al niño, lo vio en muy mal aspecto y se preocupó por él – Pequeño ¿Dónde vives? ¿Tus padres?— Los estoy buscando…— ¿Puedes llevarnos a tu casa?Konstantin llevó a Maximus y su padre a su casa, el hombre examinó todo. Konstantin le contó su historia, no al hombre sino a Max, por alguna razón confiaba en él. El padre escuchó todo lo que Konstantin le decía a su hijo, le horrorizaba que un niño de su edad recordara los detalles tan atroces que sus padres hicieron y de la muerte de su hermana. Le repugnaba. Pero hizo todo para ponerlos en búsqueda y captura se encargaría de que pagaran por todo lo que le hicieron a Konstantin. Konstantin sobrellevaba las cosas de manera muy distinta, no estaba traumatizado como todo el mundo esperaba, él no estaba solo, alguien que en ese momento no sabía quién era lo ayudaba a sobrellevar las cosas. Le gustaba, era como una pequeña voz en su interior que lo
— ¿La marina de América? ¿Estás loco?— Max entiende, Matt es Teniente – lo miro – Ya estuve en las calles y no es bonito.— Si, ya sé que estuviste en las calles.— No quiero mendigar por comida, tenemos oportunidad – tomo su mano – Saldremos de esta juntos – suspiro – Maxi mírame.— No sé Kons y si mejor nos callamos.— Llevamos cuatro años callados, te he visto llorar en el baño no quiero que sigas así, te quiero y te sacaré de esto – le sonrió – Siempre juntos ¿o no?— Siempre juntos – le sonrió.— Toma tu mochila, robare un auto – suspiro – Nos iremos esta noche, Matt trabaja hasta tarde si salimos ahora estaremos a tiempo.— Vale, está bien – le sonrió – Gracias.— Agradéceme cuando estemos fuera – carraspeo – Ahora vuelvo, buscaré algo – le sonrió y salió de su habitación. Sabe donde guarda las armas su padre así que abrió la caja fuerte y sacó un arma automática, la puso detrás de él y volvió a la habitación - ¿Listo?— Si, listo – le sonrió.— Bien – tomaron sus mochilas - ¿E