— Mira papi conocí a alguien, se llama Konstantin.— Konstantin, mucho gusto – el hombre miró al niño, lo vio en muy mal aspecto y se preocupó por él – Pequeño ¿Dónde vives? ¿Tus padres?— Los estoy buscando…— ¿Puedes llevarnos a tu casa?Konstantin llevó a Maximus y su padre a su casa, el hombre examinó todo. Konstantin le contó su historia, no al hombre sino a Max, por alguna razón confiaba en él. El padre escuchó todo lo que Konstantin le decía a su hijo, le horrorizaba que un niño de su edad recordara los detalles tan atroces que sus padres hicieron y de la muerte de su hermana. Le repugnaba. Pero hizo todo para ponerlos en búsqueda y captura se encargaría de que pagaran por todo lo que le hicieron a Konstantin. Konstantin sobrellevaba las cosas de manera muy distinta, no estaba traumatizado como todo el mundo esperaba, él no estaba solo, alguien que en ese momento no sabía quién era lo ayudaba a sobrellevar las cosas. Le gustaba, era como una pequeña voz en su interior que lo
— ¿La marina de América? ¿Estás loco?— Max entiende, Matt es Teniente – lo miro – Ya estuve en las calles y no es bonito.— Si, ya sé que estuviste en las calles.— No quiero mendigar por comida, tenemos oportunidad – tomo su mano – Saldremos de esta juntos – suspiro – Maxi mírame.— No sé Kons y si mejor nos callamos.— Llevamos cuatro años callados, te he visto llorar en el baño no quiero que sigas así, te quiero y te sacaré de esto – le sonrió – Siempre juntos ¿o no?— Siempre juntos – le sonrió.— Toma tu mochila, robare un auto – suspiro – Nos iremos esta noche, Matt trabaja hasta tarde si salimos ahora estaremos a tiempo.— Vale, está bien – le sonrió – Gracias.— Agradéceme cuando estemos fuera – carraspeo – Ahora vuelvo, buscaré algo – le sonrió y salió de su habitación. Sabe donde guarda las armas su padre así que abrió la caja fuerte y sacó un arma automática, la puso detrás de él y volvió a la habitación - ¿Listo?— Si, listo – le sonrió.— Bien – tomaron sus mochilas - ¿E
— Bienvenidos de su luna de miel cariñosos esposos – sonrió Katherine. – Es hora de volver al trabajo, así que en marcha, Konstantin quedate.— Descuiden estaré bien – sonrió Konstantin caminando tras su jefa - ¿Qué ocurre jefa?— Hay algo que tengo que decirte – suspiro, cerró la puerta junto con las persianas – No quería arruinar tu primer mes casado pero temo que debo hacerlo.— Vale ¿Qué ocurre? – se acomodo en la silla y la miro.— Cuando tu padrastro, padre de Max, el Teniente Matt – el pelirrojo tenso la mandíbula pero asintió – Arrestó a tu padre y a tu madre Daiana y Mike.— Lo sé – la interrumpió – Él me dijo cuando los arresto – comenzó a mover sus dedos nervioso – Sabía que Daiana estaba embarazada, nuevamente, le dije le pedí que en cuanto tuviera al bebé se lo quitaran, ya había perdido una hermana por culpa de mi padre – se levantó y se quitó su camisa y señaló uno de sus tatuajes de la espalda – Se llamaba Anikka – el tatuaje era el nombre de su difunta hermana rodeado
— ¿Qué ocurrió? – preguntó Ayde, angustiada.— Ayde necesito que te calmes, por favor – dijo Katherin y miró a Max dándole una mirada para que le ayudará.— Ayde, por favor deja que nos explique.— Está bien – se sentó sobre el borde de la mesa y los miró - ¿Me dirán que jodidos ocurre?Entre Kath y Max se miraron, preguntándose quién le diría la verdad, no sabían ni cómo empezar, eso no les correspondía a ellos sino a Konstantin pero jamás lo dijo. — Lo haré yo – dijo Max – Soy su hermano a final de cuentas – suspiro – Ayde, cariño – la miró – Konstantin tiene algo, él sufre de trastorno de personalidad múltiple, él me lo dijo cuando salimos de la marina.— ¿Qué? – susurro consternado.— Él tiene una personalidad la cual se hace llamar Lebrant, un tipo que soporta muchas cosas, está desquiciado, pero le ha sacado de varias – bajó la mirada – Podría decirse que Lebrant tiene la fortaleza de alguien indestructible. Pero cuando está fuera de sí, es un peligro total y eso fue lo que pas
Dos días después…— Tengo que ir a organizar algunas cosas y saber que demonios paso en la clínica – dijo Konstabntin en voz baja ya que era muy temprano.— Está bien, yo me quedaré con ella – afirmó Alina. — No le quites el ojo de encima, esto no debe llegar a oídos de mayores, nadie debe saber que mi madre está aquí.— Amor – tomó sus manos – Estará bien, yo no la dejaré sola, estaremos bien.— Lo siento, es que todo esto…— Hey, mírame – acaricio su mejilla – Estaré bien con mi suegra – Konstantin se tenso – Y si la loca aparece, sabre cómo actuar, puedes irte.— Está bien – le sonrió – Gracias por hacer esto.— Te amo – susurro sonriéndole – Nada me pasara, ahora – acomodo su corbata – Quiero que te vayas de aquí o patear tu culo fuera de mi casa.— Creí que era nuestra casa.— Eso sigue pendiente – los dos rieron, se dieron un largo y lento beso.Konstantin subió a su auto y se fue, eran las 7:00 de la mañana, pero estar en casa lo estaba agobiando. Tenía a Alina a su lado y es
Konstantin estaba junto a su jefa, frente a él estaba su chica rubia, no dejaba de mirarla, ella solo lo miraba rara vez quería ser discreta, aunque después de lo que pasó hace solo un rato ya todos sospecharian o sabrian que estaban juntos.— Eyra Wayne – comenzó Katherine al ver su expediente. – Oficial de segundo rango, ascendiste rápido a pesar de tener un strike en tu expediente. Cuando eras alumna, tú y otros tres compañeros fueron a un llamado al cual no debieron ir, se enfrentaron a un trato de mafias y por suerte salieron con vida. Después por tres meses fueron sancionados a ser parquímetros andantes lo que fue poco debido a la gravedad del asunto. A pesar de todo eso, tú ascendiste antes que ellos, lo cual no me sorprende pues al ser ascendida me llegaron cuatro informes, todos ellos de los hermanos Reyes.Eyra sintió una ligera punzada en su pecho. Y Konstantin solo sonrió un poco.— Y lo más importante, tu superior a cargo fue Konstantin – la miró por primera vez. – ¿Es
Eyra entraba a su departamento, estaba agotada física y emocionalmente. La muerte de Nacho le había calado más de lo que esperaba, era como si le clavaran un puñal en el corazón y lo retorciera cada tanto. Y si eso no era suficiente, ahora le estaban delegando más responsabilidades. Nacho confiaba en ella y por eso la tomó como esposa, ahora ella tomaría su manto en los Dixon y sería la mano derecha del hombre que ama. No podía pedir más, aunque ha sido mucho que procesar, no sabe ni cómo reaccionar. Llevó sus manos a los bolsillos, sacó el regalo que Nacho le hizo. Dos argollas de oro blanco, en su interior tenían inscrito Daddy y Baby, una sonrisa se le formó al pensar en que así era como se decían. La diferencia de edad los hacía ver como una relación de suggar baby y daddy. También estaba la sortija que él le dio la primera noche que salieron juntos, ni siquiera cuando se casó tuvo esa clase de sortija de compromiso, era un diamante enorme. Nick le regalo algo super sencillo, l
Eyra estaba paseando por los pasillos del alto mando del CNI, cuando se detuvo frente a la gran pared de la memoria de los caídos. Todos murieron en servicio, había desde muy jóvenes hasta mayores. Una ligera punzada le dio en el pecho al saber que Nacho tendría lugar en esa pared. — Se cuentan historias de su gran labor – dijo un chico a su lado. – Todos ellos son un ejemplo para nosotros. — ¿De su valentía? – lo miró. — No – la miró. Sus ojos grises la dejaron sin habla. – De no cometer el mismo error – le sonrió. – Emily Dods, Ayde Pirce – soltó un suspiro cuando miró su fotografía. — ¿La conociste? – preguntó curiosa. Ayde Pirce era muy hermosa, su uniforme con sus insignias le quedaba muy bien. — Hace años, ella me entrenó y después yo tomé un mal camino. Regresé o más bien me regresaron a la fuerza, era la mejor amiga de Kath, su mano derecha y era la esposa de Konstantin.Eyra lo miró sorprendida. ¿Estuvo casado?— ¿Konstantin estaba casado? – preguntó sorprendida. — Fu