Eyra entraba a su departamento, estaba agotada física y emocionalmente. La muerte de Nacho le había calado más de lo que esperaba, era como si le clavaran un puñal en el corazón y lo retorciera cada tanto. Y si eso no era suficiente, ahora le estaban delegando más responsabilidades. Nacho confiaba en ella y por eso la tomó como esposa, ahora ella tomaría su manto en los Dixon y sería la mano derecha del hombre que ama. No podía pedir más, aunque ha sido mucho que procesar, no sabe ni cómo reaccionar. Llevó sus manos a los bolsillos, sacó el regalo que Nacho le hizo. Dos argollas de oro blanco, en su interior tenían inscrito Daddy y Baby, una sonrisa se le formó al pensar en que así era como se decían. La diferencia de edad los hacía ver como una relación de suggar baby y daddy. También estaba la sortija que él le dio la primera noche que salieron juntos, ni siquiera cuando se casó tuvo esa clase de sortija de compromiso, era un diamante enorme. Nick le regalo algo super sencillo, l
Eyra estaba paseando por los pasillos del alto mando del CNI, cuando se detuvo frente a la gran pared de la memoria de los caídos. Todos murieron en servicio, había desde muy jóvenes hasta mayores. Una ligera punzada le dio en el pecho al saber que Nacho tendría lugar en esa pared. — Se cuentan historias de su gran labor – dijo un chico a su lado. – Todos ellos son un ejemplo para nosotros. — ¿De su valentía? – lo miró. — No – la miró. Sus ojos grises la dejaron sin habla. – De no cometer el mismo error – le sonrió. – Emily Dods, Ayde Pirce – soltó un suspiro cuando miró su fotografía. — ¿La conociste? – preguntó curiosa. Ayde Pirce era muy hermosa, su uniforme con sus insignias le quedaba muy bien. — Hace años, ella me entrenó y después yo tomé un mal camino. Regresé o más bien me regresaron a la fuerza, era la mejor amiga de Kath, su mano derecha y era la esposa de Konstantin.Eyra lo miró sorprendida. ¿Estuvo casado?— ¿Konstantin estaba casado? – preguntó sorprendida. — Fu
— Me encargaré de todo – dijo Alina, mientras empacaba sus cosas. – En cuanto tu madre esté segura, yo tengo que irme a Rusia. — ¿Los verás? — Kalahari aceptó nuestra cita, no regresaré sin ellos, fueron mi gente y ahora necesitamos toda la ayuda. Kalahari, el prometido de Alina cuando estuvo en la mafia. Aunque en ese entonces no estaban juntos, escucho todos los rumores, ellos en verdad estaban juntos, Alina dejó la DEA por irse con el chino. Su amor fue muy fuerte, al grado de que ella testificó a favor del chino, hizo todo para que no pasara tiempo en la cárcel. Al final él no pudo perdonarla y ella tuvo que hacerse una vida sin él. Sabe muy bien, que a pesar de que ellos tienen algo, Alina tomaría cualquier oportunidad para ir con él y arreglar las cosas. — Tengo que decirte algo – dijo Konstantin. — Habla. Konstantin se acercó a ella, tomó su rostro y la miró. — Los dos sabemos que pasa – susurró. – Pero tengo que decirlo. — Lo sé – le sonrió. – Te enamoraste, no estoy
Si la primera vez que estuvo con él había sido magnífica, ahora que eran oficialmente una pareja, le excitaba más. Era suyo, así como ella era de él. — Annika – susurró Eyra pasando sus dedos sobre el tatuaje del pecho de Konstantin, era una rosa con sangre. – ¿Quién es? Konstantin la atrajo a él, pasando su brazo por sus hombros desnudos, dándole suaves caricias en el inicio de sus senos.— Mi hermana – suspiró. – Murió pocos meses después de nacer.— Lo siento – dijo Eyra, removiéndose en la cama.— Tranquila – le sonrió. – No es algo que me incomode hablar, tuve una vida dura – suspiró. – No es nada grave hablar de ello – le dio un beso en la cabeza.Eyra recordó las palabras de Katherine, si él llegaba a hablarle de su vida, de su pasado, ya estaba en su corazón. — ¿Cómo era ella? – preguntó curiosa, acariciando el pecho del pelirrojo.— Era hermosa, jamás olvidaré ese hermoso rostro angelical – dijo con una sonrisa. Konstantin se aisló unos minutos en su mente, pensando en qu
— ¿Dónde está Eyra? – dijo Beth – No ha llegado, quedó en patrullar conmigo.— No lo sé, el ego de ser Subinspectora ya se le subió – dijo Ivanov, cuando noto llegar al comisario – Hey comisario.— Ivanov ¿Qué pasa?— Pensé en si podríamos patrullar juntos – sonrió mirándolo – Por favor – hizo un puchero.— Te veo en 10 minutos – sonrió Collins.— ¿Desde cuando estas de perra faldera con el comisario Collins? – dijo Beth.— Cállate – dijo Ivanov – Tengo que ir por mis armas.Beth solo sonrió divertida, estaba por irse cuando escucho un par de risas, se dio la vuelta y vio que Eyra y el Superintendente llegaron tomados de la mano con una sonrisa, se les veía muy felices. — Ahora entiendo porque tardaban tanto – dijo Beth llegando a su lado.— Lo sé – sonrió divertida.— Señorita – dijo Konstantin con una sonrisa – Buenos días.— Buenos días Superintendente – sonrió Beth.— Grey, la chica que mi alma busca – dijo Konstantin. – 20 minutos, en mi patrulla – le dio las llaves y Eyra lo mi
Konstantin estaba mirando todo su alrededor, atento a lo que pasara o viera, mientras platicaba con Grey, era buena chica y sus informes sobre ella son buenos, pero necesita saber si tiene madera para ser su chica en la mafia.— Cuentame Grey ¿Cómo una chica tan hermosa terminó siendo policía?— Siempre quise serlo – le sonrió – Cuando tenía 4 años estuve cerca de una redada policiaca, era como ver una película me emocioné demasiado – Konstantin soltó una risa. – Mi padre estaba conmigo, me dijo “Dios, que peligroso es eso. Vamos a casa” mi padre era dentista.— Eso encaja – sonrió mirándola. – Supongo que no fuiste dentista.— Nop – los dos rieron – Desde ese día supe mi destino y conozco el riesgo, conozco todo de esto. Estoy donde debo estar.Konstantin la miró con una sonrisa, a diferencia de Eyra, Grey sí sabía que eso era lo que quería, mientras que su chica quería defender los derechos como abogada.— ¿Y el resto de tus amigos?— Veamos, Ivanov y yo salimos un tiempo en la acad
— Aun no comprendo porque me soportas tanto – sonrió Konstantin mientras metía un trozo de su carne a su boca.— Oficios de ser psiquiatra de marines, militares y muchos más – sonrió la chica – Con todos creo una relación, pero tú – soltó un suspiro mientras meneaba su copa de vino en la mano – Tú mi querido Lodbrok, sin duda fuiste lo mejor que me paso.— Pues gracias, que mi maldición sea tu gran evento en tu vida me alegra – sonrió sarcástico.— Por favor, no me refiero a eso. Trate con traumas, hombres que venían sin humanidad – se inclinó un poco – Pero contigo fue toda una travesía, te vi resurgir como ave fénix. Yo te ayude a recuperar tu alma – tomo su mano – Yo conozco ambas versiones tuyas y puedo decir que eres alguien único. Lebrant y tú se acoplaron muy bien, pero es muy dañino. Controlarlo era lo mejor, pero dejarlo morir es lo peor.— ¿A qué te refieres?— Debes empezar a aceptar a Lebrant como parte de ti, porque todo esto de controlarlo, no solo lo estamos debilitando
— ¡Eyra desperta! Eyra despertó cuando alguien le dio una bofetada en la cara, despertó y miró a todos lados, asustada y confundida. — Madre Santa ¿estás bien? Miró a Elliot frente a ella. No le respondía aún seguía procesando todo aunque su cabeza le doliera. Juraba que Nacho estuvo ahí con ella, pero si lo decía en voz alta sería muy loco. Cuando reaccionó, ya estaba en un auto con Elliot conduciendo. — ¿Qué pasó? — Vaya, hasta que hablas – la miró. – Vamos al hospital, ¿recuerdas que te pasó?— No mucho – mintió. — Me preocupa que te hayan drogado, Konstantin no me perdonaría si te pasa algo – susurró. Eyra lo ignoró, comenzó a buscar entre sus bolsillos hasta que encontró un papel que no tenía, no lo sacó, esperaría. Se fijó en si aún tenía los anillos y sí, aún los tenía. No sabía qué demonios pasó. Pero está muy segura de que fue Nacho quien estuvo con ella.Elliot hizo su trabajo como enfermero, entró al hospital y llevó a Eyra a una habitación, dando aviso a Tobías d