— ¿Dónde está Eyra? – dijo Beth – No ha llegado, quedó en patrullar conmigo.— No lo sé, el ego de ser Subinspectora ya se le subió – dijo Ivanov, cuando noto llegar al comisario – Hey comisario.— Ivanov ¿Qué pasa?— Pensé en si podríamos patrullar juntos – sonrió mirándolo – Por favor – hizo un puchero.— Te veo en 10 minutos – sonrió Collins.— ¿Desde cuando estas de perra faldera con el comisario Collins? – dijo Beth.— Cállate – dijo Ivanov – Tengo que ir por mis armas.Beth solo sonrió divertida, estaba por irse cuando escucho un par de risas, se dio la vuelta y vio que Eyra y el Superintendente llegaron tomados de la mano con una sonrisa, se les veía muy felices. — Ahora entiendo porque tardaban tanto – dijo Beth llegando a su lado.— Lo sé – sonrió divertida.— Señorita – dijo Konstantin con una sonrisa – Buenos días.— Buenos días Superintendente – sonrió Beth.— Grey, la chica que mi alma busca – dijo Konstantin. – 20 minutos, en mi patrulla – le dio las llaves y Eyra lo mi
Konstantin estaba mirando todo su alrededor, atento a lo que pasara o viera, mientras platicaba con Grey, era buena chica y sus informes sobre ella son buenos, pero necesita saber si tiene madera para ser su chica en la mafia.— Cuentame Grey ¿Cómo una chica tan hermosa terminó siendo policía?— Siempre quise serlo – le sonrió – Cuando tenía 4 años estuve cerca de una redada policiaca, era como ver una película me emocioné demasiado – Konstantin soltó una risa. – Mi padre estaba conmigo, me dijo “Dios, que peligroso es eso. Vamos a casa” mi padre era dentista.— Eso encaja – sonrió mirándola. – Supongo que no fuiste dentista.— Nop – los dos rieron – Desde ese día supe mi destino y conozco el riesgo, conozco todo de esto. Estoy donde debo estar.Konstantin la miró con una sonrisa, a diferencia de Eyra, Grey sí sabía que eso era lo que quería, mientras que su chica quería defender los derechos como abogada.— ¿Y el resto de tus amigos?— Veamos, Ivanov y yo salimos un tiempo en la acad
— Aun no comprendo porque me soportas tanto – sonrió Konstantin mientras metía un trozo de su carne a su boca.— Oficios de ser psiquiatra de marines, militares y muchos más – sonrió la chica – Con todos creo una relación, pero tú – soltó un suspiro mientras meneaba su copa de vino en la mano – Tú mi querido Lodbrok, sin duda fuiste lo mejor que me paso.— Pues gracias, que mi maldición sea tu gran evento en tu vida me alegra – sonrió sarcástico.— Por favor, no me refiero a eso. Trate con traumas, hombres que venían sin humanidad – se inclinó un poco – Pero contigo fue toda una travesía, te vi resurgir como ave fénix. Yo te ayude a recuperar tu alma – tomo su mano – Yo conozco ambas versiones tuyas y puedo decir que eres alguien único. Lebrant y tú se acoplaron muy bien, pero es muy dañino. Controlarlo era lo mejor, pero dejarlo morir es lo peor.— ¿A qué te refieres?— Debes empezar a aceptar a Lebrant como parte de ti, porque todo esto de controlarlo, no solo lo estamos debilitando
— ¡Eyra desperta! Eyra despertó cuando alguien le dio una bofetada en la cara, despertó y miró a todos lados, asustada y confundida. — Madre Santa ¿estás bien? Miró a Elliot frente a ella. No le respondía aún seguía procesando todo aunque su cabeza le doliera. Juraba que Nacho estuvo ahí con ella, pero si lo decía en voz alta sería muy loco. Cuando reaccionó, ya estaba en un auto con Elliot conduciendo. — ¿Qué pasó? — Vaya, hasta que hablas – la miró. – Vamos al hospital, ¿recuerdas que te pasó?— No mucho – mintió. — Me preocupa que te hayan drogado, Konstantin no me perdonaría si te pasa algo – susurró. Eyra lo ignoró, comenzó a buscar entre sus bolsillos hasta que encontró un papel que no tenía, no lo sacó, esperaría. Se fijó en si aún tenía los anillos y sí, aún los tenía. No sabía qué demonios pasó. Pero está muy segura de que fue Nacho quien estuvo con ella.Elliot hizo su trabajo como enfermero, entró al hospital y llevó a Eyra a una habitación, dando aviso a Tobías d
La Reunión del CNI había terminado, todos aguardaban hasta que el Lodbrok despertara, pero alertas con todos lo que se le acercaran, policías, médicos, todos serían vigilados. Cualquiera puede terminar el trabajo de matar a Lodbrok.— Tobias, tú avisa a Kyle sobre lo que pasa – dijo Alonzo.— ¿Solo a ella?— Ella ha estado con nosotros desde el principio, nadie más debe saber esto – suspiro – No me fío de Brown.— Está bien, lo vigilaré y le diré también.— Está bien, nos veremos en el hospital.Alonzo pasaba las manos por su cara, con frustración y angustia por todo lo que pasa.Tomó su teléfono, y buscó el número de Beth para llamarle. Pero este de inmediato le mandaba a buzón de voz. Algo pasaba con ella, verla en el Yellow Jack no lo dejo tranquilo.— Max, avísale a la jefa que estaré en el Yellow por si algo pasa.— ¿Tú solo?— Será mejor si estoy solo, cualquier cosa que pase les avisaré, lo prometo.— Está bien, no hagas nada idiota.— No lo prometo.— Alonzo hablo en serio,
— Encontré tus bragas – sonrió Alonzo. – ¿Me las puedo quedar? — Quedatelas – sonrió la morena. – Tengo que pasar por la ropa de Konstantin y Eyra.— ¿Tienes llave de su casa? – la miró extraño.— No preguntes el porque – lo miró – Solo tengo llave y todo lo que viste no sé lo digas a nadie. En sí no debías estar en ese lugar.— Ni tú tampoco nena – le sonrió.— Hablo enserio Alonzo – le lanzó una almohada y ambos rieron, Alonzo se acercó y tomó a Beth sentándola en su regazo – Es un secreto, por favor no se lo digas a nadie.— No le diré a nadie.— Prometelo, si alguien sabe además de Konstantin me… — ¿Por qué lo sabrá él?— Porque es mi jefe y soy una buena pieza en el tablero – suspiro – Saldré con él en tres horas – miró su reloj – Y tú debes ir al hospital y ver a Konstantin.— Está bien señora – sonrió divertido – Tendremos que hablar de esto y lo sabes.— Lo sé – tomó su rostro entre sus manos – Pero antes debe acabar esto, quiero hacer esto bien. Por Nacho, por Konstantin y
No dudaba de su amor por Konstantin, pero sin embargo, tenía que hacer eso ella sola y alejarse de Konstantin para saber qué pasaba. Recibió una dirección hace unos minutos en la cual se encaminaba, era fuera de Sacramento, la estaba llevando directo a San Francisco, conducía en total silencio, ignorando las llamadas de Katherin, Max, Tobías, de absolutamente todos. Apagó su GPS así nadie la iba a rastrear, estaba nerviosa, podría ser una trampa y estaba lista. Cuando se acercaba al lugar de la dirección se dio cuenta de que era un lugar bastante público, la idea de que fuera una trampa pasó por alto. Se estaciono y vio la galería de arte frente a ella, extraño que su cita fuera ahí. Soltó un suspiro y entró decidida. La galería era enorme, había dos recorridos en ese momento, parejas mirando el arte, un guía que se ofrecía a darle un recorrido el cual negó. Tomó un folleto y comenzó a caminar.Mientras esperaba que él llegara, comenzó a mirar las obras de arte, eran hermosas y maj
Había pasado casi un mes desde el incidente, Konstantin ya estaba en casa con los cuidados necesarios, aunque fuera un necio su misma condición le detenía el querer quemar la ciudad entera. Por lo que se mantenía en casa.— ¿Algo más? – preguntó al terminar de leer el informe, tanto el de la Central, como el del CNI.— Solo eso – suspiro - ¿Cómo te sientes?— Ya no dudo de los médicos aquí – sonrió divertido, cerró los ojos un momento mientras trataba de controlar su respiración.— ¿Qué tienes?— Nada, es solo que a veces siento que el aire no me llega y debo respirar mejor el oxígeno – la miró – Tranquila Kath, no te desharás de mi tan fácil.— Eso espero, nos veremos más tarde.Konstantin masajeó el puente de su nariz, escuchando el sonido de la máquina que señala sus signos vitales.Llegó a una de sus casas seguras, donde tiene toda la atención médica necesaria. Aunque estopa bien atendido por Mía, por su hermano, no ha visto mucho a su chica, hablan por teléfono y poco más, le pre