Los Dixon fue creado por una idea de Konstantin, a su jefa le gusto pero él no podía estar al mando de una familia criminal cuando era Superintendente, sí, había visto que era su oportunidad de irse de esa mierda, pero no lo dejaría ir tan fácil. Entonces Nacho sería el líder de la familia y Konstantin sería su mano derecha, en la familia había lazos de hermanos, tíos, sobrinos, padres, hijos adoptivos y demás. Konstantin era por así decirlo el tío mayor, el hermano de Nacho. Así era su presentación cuando algo pasaba y en ese momento sabían que algo andaba mal.Estaban frente a una de las mafias que abastece droga como el opioide, metanfetamina y polvo de ángel, al resto de grupos, pandillas o mafias. Si la tiraban abajo, podrían detener demasiadas cosas y tomar el control de todo por fin. Konstantin necesita el control de la droga. Pero también temía que todo se volteara hacia ellos y acabará mal.>> Relajate, solo es un caso más, nadie va a morir por esto. <
— ¿Cómo te sientes? Fue un día difícil – dijo Elizabeth dándole un vaso con whisky a la rubia.>> Me quiero morir, así me siento. <<— Quiero arrancarme el cabello, quiero encontrar a Konstantin, pero me mandaron a casa – suspiro cansada, pasó la mano por su cabello y lo jalo hacia atrás – Lo tienen secuestrado y yo aquí sin poder hacer nada.— Nena, somos alumnos y es obvio que aun no estamos capacitados para esto pero nos tendrán en cuenta – le sonrió tratando de darle ánimos. – Y el super estará bien.— No lo sé – susurro antes de beber un gran trago de su whisky – Todo pasó muy rápido, estábamos tan bien y de pronto.Sabe que ser policía consiste en eso, pero ahora… no quería sentir algo por alguien y que se lo arrebataron tan rápido. — Bueno somos policías y a eso nos atenemos Eyra – suspiró la morena – Y al decir mal día me refería con lo de Nick ¿Qué pasó con él?— Mierda, otra cosa más que jodio el día – terminó todo su whisky, no puede hablar de él estando sobria. – Vino a r
Konstantin entraba con Ethan y Alonzo, mirando a Nacho y Max, manchados de sangre y a Trujillo en el piso jadeando y escupiendo sangre. >> Vaya que se divirtieron en mi ausencia. > Ni un día tengo de vuelta y ya me están sacando de quicio todos. <<— Max, saca el Audi – le sonrió – Iremos a dar una vuelta – se acercó a Trujillo – Hola Truji ¿Qué tal llevas los golpes? – soltó una risita.Trujillo se removía en el piso, miró a Konstantin casi suplicando porque no lo mataran.— Te… Te lo diré todo – se quejó.— Los dos sabemos que si yo te traía hasta acá no sería para hablar – le sonrió – Subanlo – los miro - ¿Quién quiere divertirse?El términ
Eyra terminaba de hacer una pasta con una salsa especial mientras miraba cada tanto a Konstantin que estaba en su terraza hablado por teléfono con alguien, hacía demasiados ademanes, parecía estar furioso y a veces se calmaba, no entendía qué pasaba, en sí no entendía nada de lo que pasaba en ese día. Sacó una botella de vino y cuando volvió a dirigir su mirada hacia Konstantin ya estaba con él en la cocina.— Huele delicioso eso – sonrió Konstantin y le pareció increíble lo relajado que estaba cuando hace unos segundos se veía estresado – No debiste hacer la cena, podíamos ordenar algo – dijo, llevando una de sus manos a la mejilla de la rubia.— Quería prepararte algo – sonrió Eyra, disfrutando el roce.— Me encanta – susurró revolviendole el cabello provocándole una risita – Excelente vino – dijo tomando la botella para abrirla - ¿Dónde están tus copas?— En esa puerta.Eyra tenía una sonrisa que nadie le podría quitar, tenía al hombre más sexy de la Central de Mando de California,
Konstantin acariciaba el culo de la rubia, escuchando como soltaba un gemido. Con pasos torpes, llegaron hasta la habitación, se alejó un segundo para reparar la habitación con la mirada antes de volver a posarla en los ojos azules de Eyra, cargados de pasión y lujuria. Eyra se acercó a él para acortar toda distancia una vez más, pasando sus manos por su torso, palpando lo bueno que estaba su jefe. Comenzó a desabotonar la camisa con prisa, sus bragas estaban empapadas desde que la beso y necesita más, necesita apagar ese fuego en su interior. — ¿Tienes prisa gatita? – dijo Konstantin, sosteniendo su rostro para besarla. — Cállate – susurró. – Estoy enojada contigo, te extrañe, creí que estabas muerto – le quitó la camisa bruscamente, lastimando un poco el hombro herido del pelirrojo. — ¿Y quien dice que yo no estoy molesto? – tomó su cabello, jalando para que lo mirara. — Nena estoy furioso desde que te pasaste de lista con ambas mafias, estoy furioso porque un hijo de puta llega
— Así que el Superintendente realmente tiene pareja – sonrió la morena mientras terminaba de maquillarse.— ¿Si y que? – dijo Eyra mientras se ponía un vestido ajustado. Intenta fingir que no le duele, aún puede ver las marcas de la noche anterior. ¿Cómo es posible que todo cambie en cuestión de segundos? Daría lo que sea por regresar el tiempo a esa misma mañana, no quiere salir de ese dulce momento. — ¿No te sientes mal? Se que te gustaba.— Al igual que tú con Alonzo – sonrió de lado y Elizabeth solo la miró mal - ¿Duele, verdad? – soltó una risita – Mira no me importa realmente, es nuestra noche, vamos a embriagarnos y perder el control por primera vez desde que llegamos aquí.— Me parece estupendo esa es la actitud nena – sonrió divertida.Nada de arrepentimientos, quiere disfrutar su repentino asesino con mucho alcohol. Y así fue, al llegar al bar se reunieron con sus amigos, vieron a demasiadas personas y la mayoría eran desconocidas pero no le dieron importancia.— ¿Qué tal
— Paso por ti para almorzar – dijo Alina del otro lado de la línea.— Está bien, te espero aquí cariño – respondió el pelirrojo mientras estacionaba su auto. — Perfecto, tenga buen servicio Superintendente Lodbrok – los dos rieron antes de cortar la llamada.Konstantin guardó su teléfono, soltó un ligero suspiro antes de bajar del auto. No lo va a negar, está furioso con Eyra que solo jugó con él, aunque fue una dosis de su propia medicina. Le gusta su lado perra, pero es hroa de que ella conozca al verdadero hijo de puta que es.Bajo del auto, poniéndose su saco negro, pasó una mano por su cabello y entró a la Central. Seguramente la mayoría estaría con resaca, sería flexible con ellos al menos ese día. — Buenos días Lodbrok – sonrió Tobias con una taza de café en sus manos.— Reyes – le sonrió. – ¿Cómo va la mañana? — Aquí esperando que llegue el resto de jotos – los dos sonrieron – Y aquí vienen los primeros. A pocos metros de la puerta de la Central estaban Ivanov y Ethan sepa
Eyra estaba tomada de la mano del latino frente a muchos criminales peligrosos a los cuales Nacho les hablaba como amigos de toda la vida. Al principio se sintió nerviosa, pero la confianza, las palabras de ánimo de Nacho le dieron la valentía que necesitaba y ahora estaba riendo y hablando con ellos justo como Nacho. Tatiana Dixon era provocadora, sexy, coqueta y sin miedos, esa era la chica que Nacho había creado para su identidad y era justo la que Eyra estaba representando. — Tienes buen gusto, Salomon, haces honor a tu nombre, en tener la mujer más guapa del lugar. — Claro que sí – sonrió Nacho al mirar a la rubia con una sonrisa. Nacho desvió la mirada a una chica de cabello azul que estaba mirándolos desde lejos, estaba sola y le daba mala espina. — Nena – la miró. – Porque no te quedas con los chicos, háblales de la cena que vamos a hacer el fin de semana – llevo su mano a la espalda de la rubia moviendo sus dedos Eyra entendió el gesto que le dio. – Tengo que saludar a u