Nunca había visto a tantas personas en la mansión, al menos no de esta manera, como si en verdad todos nos lleváramos como buenos conocidos. Estaba en verdad preocupado, los Peraya y este nuevo fiscal en mi casa compartiendo la mesa como si no fuéramos enemigos.Edie se veía contento compartiendo con todos, ese pequeño Fiat lo llamaba tío sin ninguna pisca de vergüenza ni pena. La amenaza de este fiscal me tiene en zozobra, se lo veía convencido de atraparme, hasta que Edie nos interrumpió, cada día más personas saben de él y no puedo evitar sentirme angustiado.— Estás molesto? — Escucho la voz de Edie a un lado mío sorprendiéndome.— Hay muchas personas en la casa. — Sé que me veo tenso y tal vez mi manera de responder es tosca.— ¿No te gusta que sean parte de nuestra familia?— Hablaremos luego. — No quiero que iniciemos una discusión frente a estas personas, no puedo darme fácilmente como lo hace él. Tal vez es porque no sabe lo peligrosos que son.Pero Edie se aleja sin decir ot
Eric fue a la cocina a buscar el helado que reclamaba Edie con su adorable puchero. Al llegar a la cocina se encuentra con Majo con otras mucamas que terminaban de limpiar todo lo utilizado en el banquete.— Majo, puedes darme algo de helado para Edie?— Helado? Pero el señor Edie ya se había servido en la tarde. Veré si quedó algo. — Dice caminando hacia la nevera.— Pero Edie me dijo que no le has dado.— Por qué diría eso? Yo le serví cuando me lo pidió.— De seguro quiere más y siente vergüenza.— Puede ser, mire... Aquí quedo un pote pequeño, mañana iré a comprar más.— Está bien, gracias...Eric tomando el pote de helado va de nuevo a la habitación. Boris ya no se encontraba frente a la puerta, así que abriendo, Edie parecía haberse quedado dormido.— Bebé no quieres del helado? — Susurraba — Aunque es poco, te saciará, mañana Majo irá a comprar más. — Decía Eric mientras subía a la cama, sabía que si Edie se quedó dormido despertara en poco tiempo reclamando que no le había lle
— Cómo que no puedes verlo!— Amor cálmate, su equipo debe ser viejo... — Dice Eric para tranquilizarme, pero en verdad ya me estaba cansando este doctorcito!— ¡Es una máquina nueva! Y los bebés no se dejan ver.— Pero cómo es que no ves! Es claro que son dos niños! — Respondo viendo en la pantalla de esa máquina.— Por qué dices que son dos niños? — Me pregunta el médico.— Allí! Se ve que son hombrecitos!— Edie, esos son el cordón umbilical.— Cómo que cordón umbilical— Bebé, no podemos entender con exactitud la imagen.— Quiero saber que son! No pienso llegar a tenerlos y me den ese tipo de sorpresas!— Ok, necesitamos que los bebés se muevan, algo que hagas que les guste? — Me pregunta y yo solo puedo pensar una cosa.— Majo! Trae helado de limón! Y también dulce de leche! — Grito aunque ésta estuviera en la sala.— Sí señor... — Responde yendo de inmediato.— Wow, creo que ya no es necesario, con solo decirlo se han movido.— Cómo que no es necesario! Quiero mi helado!— Está
Las semanas fueron pasando rápidamente, el vientre de Edie crecía cada vez más y su ansiedad con él. Todo le frustraba, hasta el hecho que ya no podía utilizar calzados deportivos.Su decisión de no salir de la mansión era firma, así que tuvimos que esperar a que la doctora terminara sus vacaciones y hacer una cita para viniera.Edie en verdad ya estaba cansado, y no es para menos, el tamaño de su vientre y más siendo dos pequeños moviéndose como si de una pista se tratase, cada vez estaba más sensible.No podía evitar sentirme nervioso. Steven me había informado que Jack se encontraba en el país y hasta el día no había noticias de que se haya ido de vuelta. Debe de estar planeando alguna cosa, en este momento agradezco el haberme unido a los Peraya, gracias a ellos no fue necesario que dejara la mansión.Bob se encargaba bastante bien de las entregas. Sus visitas a la mansión eran menores pero quienes venían cada fin de semana era el fiscal Mateo junto con su hermano menor, quién en
Ya me sentía fastidiado con esta doctora! Aunque estuviera en mi casa, que me haga esperar me hacía enfurecer!Con mi vientre más crecido apenas podía ver mis pies! Los movimientos de los pequeños eran dolorosos! Parecía como si luchara quien golpearía primero mi vejiga o mis costillas.Eric se veía nervioso viéndome, como si esperara algo que yo hiciera, nos encontramos en la sala junto con Leo, quería que Gavin estuviera aquí, pero al parecer su examen aun no acaba.La puerta de la entrada fue abierta y por fin se veía la figura femenina con una bata blanca. Ver su rostro era inevitable que mi mente actuara, parecía como si ese nombre lo tuviera sellada en la frente. Su mirada era despreocupada, mientras yo solo quería que nos dé las últimas indicaciones.— Hasta que por fin se digna en venir... Macaria. — El silencio se hizo en la sala mientras la mujer con el ceño fruncido queda a un lado.— Disculpen la demora, pero hice lo posible en llegar a tiempo. — Su mirada posa en todos qu
Las semanas pasaban, mis pies estaban hinchados, cada vez me sentía más como una pelota con peligro de caer y comenzar a rodar, cuántos kilos tendrán estos niños!Eric me había dicho que vendría un amigo suyo de visita pero jamás lo hacía! Quién será? Ya me ha dicho que su nombre es Steven, y por como suena parece ser un ogro.Me encontraba en el jardín y veo cómo Gavin corre del interior hasta llegar a mí, y ya me imagino lo que sucede.— Por qué sigues corriendo junto a mi cada vez que vienen?— ¡No lo quiero cerca tuyo!— Sabes que eres muy tierno cuando sientes celos? pero siempre serás mi pequeño.— Pero no me gusta que esté pegado a ti!— Tío! — Se oye la voz del pequeño Fiat que venía rápidamente. Tin camina relajado sin apuro mientras Gavin intentaba que no se me acercara. — Deja! Quiero saludar a mi tío!— No es tu tío!— Si lo es! Él lo dijo!— Papá!— Gavin, por qué peleas?— Siempre quiere toda tu atención! Por qué no visita a sus padres!— Están trabajando! Mi tío Eric lo
Alguna vez se sintieron tan frustrados que llorar no era suficiente? Pues eso me ocurría, nada consolaba mi desánimo.Mi vientre se contraía y dolía bastante, Eric intentaba darme tranquilidad pero no lo lograba.— Bebé, en verdad estoy haciendo lo posible. — Me decía con un tono suplicante.— Siento que voy a morir! Por qué me hacen esto!? — El dolor en mi vientre era insoportable y mis ganas de saciar esa necesidad era igual.Me acurrucaba en la cama mientras me rodeaban deseando que me calmara.— Papá, no quieres algo más? ¿Qué te parece un pastel de durazno?— No lo quiero!— Señor, podemos llevarlo de paseo... — Se oye a Boris intentando aportar ayuda.— Cómo crees que podré salir! Ya ni siquiera tengo fuerza para caminar 100 metros!— Lo siento...— Ahhh por qué no tenemos en este país esa bendita fruta!— Bebé, el envío es muy lento por la distancia, y debe de pasar por cada protocolo.— Eric! Ya esperé mucho!Es tan difícil de entenderme? Ni siquiera se imaginan la ansiedad qu
Cuando la doctora había dicho que esperaría de 4 a 5 horas no pensé que sería una eternidad. Los minutos eran lentos mientras ya me encontraba en una habitación junto con Eric y Gavin, que por nada del mundo se apartaba de mi lado.El doctor Miguel nos había recibido con una camilla donde fui ayudado a subir. En verdad mi vientre era gigante, acaso serían adultos al nacer!?— Bebé, estás bien? — Me preguntaba Eric pero yo sólo estaba nervioso mirando a la puerta con el temor de que entraran y dijeran que era el momento.— No estoy listo...— Lo sé amor, pero ya verás que todo saldrá bien...— Y si no? Y si me ponen a dormir! Y si ya no despierto!?— Amor... — Eric me toma del rostro. — No te harán dormir, solo tendrás anestesia para que no sientas dolor en la cirugía.— Estaré consciente de todo!?— Estaré junto a ti amor, te tomaré de la mano y por nada del mundo me apartaré.El doctor Miguel abre la puerta haciendo que mi corazón diera un brinco y comenzara a latir rápidamente.— Es