Amanecía y podía sentir cada minuto que pasaba, ni siquiera pude conciliar un sueño. Solo pensaba en Edie y en si habrá logrado descansar luego de todo el estrés encima.Decido salir de la cama, seguir sobre ella era estúpido, ni si insistiera tenía razón para descansar, debía esperar a que Clem me de respuestas de su investigación y conociéndome sé que habrá iniciado desde la noche a buscar recursos para descubrir dónde y quienes tuvieron a Edie.Luego de darme una ducha voy al comedor, Clara se encontraba alistando la mesa como cada mañana.— Buen día señor Eric. — Me saluda amable pero la notaba triste.— Clara, ¿Qué sucede?— El joven Gavin me había pedido que llevara al señor Edie el desayuno.— Eso es bueno, por qué llevas esa mirada?— Es que el señor Edie, acepto lo que había llevado, pero rechazó los dulces que le gustan, y también--— Dice dejando de hablar.— Qué? le dolía algo?— Me llamó por mi nombre... él desde que me vio aquí me ha llamado Majo, y en verdad comenzaba a
Cerrar mis ojos solo hacía que siguiera recreando los hechos de lo que había sucedido ese día, aunque intentaba pensar en otra cosa, nada venía a mi mente que me distrajera.Gavin no se apartaba de mi lado, incluso en las noches duerme en el sofá a un lado mío. Aunque insistía en que fuera a su habitación, seguía todo el tiempo en la mía. las comidas me traían, aunque no tenía ganas de comer, debía de cuidar de mis bebés, dejar de alimentarme no solo me castigaba a mí, sino también a mis pequeños, así que me obligaba a llevar cada bocado a mi boca.Donde me detenía a observar cada tarde era en la ventana, el aire que entraba era fresco acariciando mi rostro, mis manos seguían con vendas para que no me lastimara más de lo que ya estaba.— ¿No quieres ir al jardín? — Escucho la voz de Gavin detrás de mí.— No...— Puedes contarme lo que te pasó? Estoy preocupado, no quieres hablar con nadie más. — Su voz se oía triste, pero como podía consolarlo si ni siquiera yo lo tenía? No podía cont
Los días pasaban y aunque deseaba que Edie mejorara rápidamente, él simplemente no podía dejar de estar triste. Por las noches lo abrazaba fuerte mientras aún tenía esas pesadillas.Por fortuna, me ha dejado estar de nuevo a su lado. Cosa que me tenía aún pendiente es que su trato con los demás seguía siendo cortante. Todos se veían afectados por su cambio, y aunque al principio no quería aceptarlo, también se sentía raro que la mansión se mantuviera en silencio. Me recordaba a mi antigua vida, donde todo era sombrío y nadie mostraba reacción. La diferencia es que ya no trabajan con temor, pero no se los veía animados, las compras de Clara se redujeron y al parecer extrañaba hacer postres para Edie.— Bruce... — Lo llamo mientras se encontraba a un lado mío dentro del despacho.— Sí señor. — Me responde seriamente.— Por qué estás aquí y no junto con Edie.— No me quiere allí... — Responde aun sin mirarme, su porte era serio y no mostraba expresiones.— ¿Extrañas a Edie? — Pregunto,
Despertaba sin ganas de salir de la cama, aun me sentía, aunque la compañía de Eric y Gavin era constante, tenerlos cada segundo a mi lado me hacían sentir más aliviado. Acariciando la cama comienzo a buscar ese cuerpo cálido que me abrigaba con sus brazos.Abriendo mis ojos, noto que Eric no estaba a mi lado, una tristeza se apodera de mi pecho haciendo que me acurrucara entre las sábanas.— Papá! Sigues de perezoso? — me sorprende la voz de Gavin.— No tienes nada que hacer que venir y asustarme!— El día está muy bueno afuera, debes de disfrutarlo.— No quiero salir...— Crees que mis hermanitos querrán ver solo la oscuridad?— No quieras manipularme... no tengo ganas de salir...— Llevas muchos días encerrado, seguirás triste si no te das la oportunidad de disfrutar de un lindo día.— Gavin...— ¿Sí, papá? — Esto aún se siente extraño, pero es adorable como brillan sus ojos cuando lo dice.— Está bien, pero si es más aburrido estar fuera, volveremos...— Yes! — Lo veo festejar su
Las cosas comenzaban a calmarse, bueno para mí. Poco a poco me sentía más animado.Mis amigos vinieron a visitarme, después de haber desaparecido, no se les había permitido que llegaran a la mansión. Eric no permitía que se recibiera visitas. No me animé a preguntar quiénes eran Cristina y ese tal Sergio. Pero juzgando de como quedó mi hombre con esa visita, no fue para nada agradable. Boris no se apartaba de nuestro lado, ya teníamos a Mojojojo pero parecía que no era suficiente. No quería contradecir a Eric, tendrá sus razones para estar alerta. Me propuse no volver a revelarme ante sus intentos de protegerme, pero si me molestaba que no me contara lo que estaba sucediendo. Todavía no me animaba a ir a la universidad, Eliot debe estar estresado con las copias de todo lo que no he hecho en estos días. Gavin también seguía pegado a mí, en el único momento en que me dejaba solo era cuando Leo venía a la mansión. Ese niño! apenas se enamora y ya me hace a un lado! Pero lo veo feliz as
Todos estos días estaba preocupado por Edie, sé que se esforzaba para que nosotros dejáramos de sufrir con él. Su mirada aún era de tristeza, aunque Gavin me haya dicho que poco a poco volvería a ser el mismo, yo solo quería ver sus gestos de niño mimado y que reclamará sus antojos.Algo que me he dado cuenta y que no quería decirlo es que su vientre comenzaba a mostrar el pequeño bulto de su embarazo.Sé que se pondría más sensible, pero para mí desgracia eso se veía tan sexy. Cada noche luchaba por no tocarlo, mi cuerpo ardía de deseos por tomarlo, pero no quería que pensara que no me importaba sus sentimientos... así que debía de aguardar a que superara lo vivido.El día fue bastante agotador, me tocó ir a visitar al fiscal Mateo, pero parece que no puedo lograr que ceda. Sé que tiene toda mi información, Bob me había dicho que Marcos facilitó todas mis entregas, así que Clem debió hacer algunos cambios para que pudiera terminar los negocios.Darme una ducha fría antes de dormir se
Verlo disfrutar de su helado me hacía feliz, me alegra que aún tenga esos antojos. Gavin da un estirón a mi ropa para que girara a verlo, con gestos en sus manos me dice que irá a su habitación, que yo asiento entendiéndolo.Edie no se ha dado cuenta de que lo estaba observando, camino lentamente para acercarme hasta él. De pronto sus ojos desvían el pote del helado viéndome asombrado.— Perdón! — Sus ojos brillaban y sus cachetes estaban cargadas.— Por qué te disculpas? — Pregunto acercándome hasta sentarme frente a él para disfrutar de la vista.— No pude aguantarlo, en verdad... — Su mirada se volvía triste volviendo a fijarla en el helado.— ¿Por qué tienes que aguantar? Si quieres helado tú solo pide, yo puedo llevarlo a la cama.— A la cama? Te molestaras conmigo.— Sigues creyendo que no amo quién eres?— No quieres que sea infantil... — Sus ojitos brillan y un puchero en sus labios se ven adorables.— Me gusta que lo seas...— Pero tú dijiste--—— Lo que dije, lo expresé mal.
Las cosas fueron cambiando día a día, mis salidas de la mansión eran mayores ya que debía encargarme de algunos socios que no deseaban tratar con Clem.Edie cada vez se ponía más sensible, ahora que su vientre ha aumentado de tamaño. Sus gritos disconformes por sus ropas y como se veía ocupaba toda la mansión, volviendo loco a todos que trataban de darle lo mejor.Siento pena por estos que debían tolerarlo en silencio, pero qué podía decir tampoco yo podía objetar. En un segundo cambiaba del llanto a la ira y luego a una sonrisa tan angelical, sus emociones estaban a flor de piel. Y con eso de que no le gustaba usar ropa holgada, era un dolor de cabeza su grito con llanto.No sé qué tanto esto es debido a su embarazo, pero una vez que nazcan los bebés sabré si solo eran estos que lo volvían loco en su vientre.Lentamente intentaba salir de la habitación para que no despertara, sé que odia despertar y no encontrarme, pero debía encargarme de algunas cosas, precisamente para poder dedic