Era el primer celo de él. El más difícil y un momento muy vulnerable para los lobos jóvenes. Como ahora que Aidan apenas si sabía que estaba haciendo. Lucian había recuperado el control en sí mismo después de enfocarse en cuidarlo y aun así no podía sentirlo con él a través del vínculo que tenían formados.-Calma, tranquilo- dijo cuándo lo sintió gemir lastimeramente contra su pecho.Sabía que no sería fácil sobre todo esta noche. El primer celo era bastante breve en comparación con los otros, apenas momentos a lo largo de dos o tres días, no se podía definir. Las hormonas en él cambiaban, hasta su olor se trasformaban, su cuerpo se hacía más maduro y se preparaba sexualmente para unirse a su compañero, si lo tenía.Pero Aidan aún no estaba lista para la unión. De seguro lo desgarraría un cuando la necesidad de aplacar el calor de sus cuerpos y de completar el enlace los enloqueciera. Debía ser fuerte y esperar al menos al segundo día para ver si su cuerpo se relajaba lo suficiente pa
Vaya sorpresa.Procesar lo que había dicho Aidan no fue un proceso fácil. Sobre todo, porque supuestamente él que era el que había puesto las trabas desde el inicio había sido el impulsor de toda aquél situación.–¿Qué yo dije qué?– volvió a preguntar como si todavía no pudiera creer lo que su lobo había dicho.Aidan se removió contra él perdiendo fuerzas nuevamente y sintiendo como su conciencia se perdía en la bruma de deseo de su celo. Su cuerpo dolía ante la necesidad y sus músculos se tensaban.–Mira que... eres idiota... para lo que te... conviene– jadeó y mordió el cuello de Lucian sacándole un gemido– Todo es... tu culpa... así que no... me rechaces... otra vez– tras eso soltó un gemido lastimero y envolvió sus brazos alrededor del cuello de su lobo aspirando su fragancia.–Vamos Aidan, dime más detalles– le acarició la espalda. Saber que él era el que al principio lo había reclamado era algo que le daba vueltas en la cabeza. En serio no podía creerlo– Y de que quería saber má
Se incorporó lentamente y llevó dos dedos a la entrada estrecha más abajo pero ya húmeda y palpitante. Lucian podía jurar que con solo la vista podía conformarse, y aun así tenía que ser fuerte. Tenía ganas de enterrarse dentro de él hasta la base y quedarse allí disfrutando del acogedor calor y estreches que se seguro encontraría, pero para eso faltaba poco. Aidan estaría preparado para él y la experiencia sin dudas seria sin precedentes.Sus dedos acariciaron los suaves bordes. Parecían terciopelo. Lo oyó jadear frustrado sabiendo que él quería un poco más y lo complació. Sus dedos empujaron hacia adentro, suave, lento, sin forzar demasiado. El calor que encontró lo hizo jadear a él imaginándose eso alrededor de su pene. Todos los músculos de él estaban tensos.Movió sus dedos de forma circular estimulándolo y lubricando la zona hasta que sus dedos ya no pudieron avanzar más. Su interior se apretaba conforme iba más profundo. Sacó sus dedos para escucharlo gemir y esta vez no era pr
Él es mío...No me la vas a guitar.El gruñido de un lobo resonaba molesto, violento, sacudiéndose porque no podía salir en su interior. Tan fuerte que era incluso incómodo.***Lucian abrió los ojos de golpe y su cabeza palpitó severamente. Se llevó la mano a su frente y corrió el cabello en su rostro encontrando esta zona húmeda de sudor. Acababa de tener un sueño extraño. Apenas podía recordarlo, pero aún quedaba la sensación de una voz grave y algo familiar resonando en su cabeza y que estremecía todo su cuerpo.No entendía que había sido eso. Era extraño, pero por alguna razón se sentía incómodo. Quién demonios era aquello que le estaba reclamando lo que era suyo. Y con tal fuerza que lo hacía ponerse nervioso. Como si fuera incluso más fuerte que él. No pudo evitar gruñir.Abrió los ojos para encontrar el techo de su cuarto encima de él. La luz se filtraba suave a través de las cortinas. Había dormido mucho después de tratar el celo de su joven lobo. Estaba seguro que ya todos e
Litus oyó como la puerta era tocada y abierta a la vez. La había dejado sin seguro sabiendo que Lucian venía, pero lo primero que soltó de sus labios hizo que Lucian frunciera el ceño.-Aidan está en celo- el olor en el cuerpo del alfa era indescriptible y estaba impregnado de tal forma en Lucian que era imposible no saberlo.-Sí, ¿y qué? - dijo Lucian con voz grave.Litus era un alfa también y un lobo fuerte, pero mantuvo un perfil bajo frente a Lucian. El lobo pelirrojo, con su cabello suelto que abrazaba su cuerpo enfundado en un pantalón y una camisa que apenas si se había molestado en abrochar los primeros botones, con su mirada azulada muy brillante y la sombra de sus colmillos a la vista, realmente daba miedo en ese momento.-Su olor es realmente fuerte Lucian. Lo sentí desde ayer- siguió.-Por eso tienes que irte. No puedo permitir que estés cerca mientras Aidan esté en celo- Lucian mencionó con los dientes apretados.Litus alzó una ceja.-¿Tienes miedo que sea yo en que me en
Si, lo estaba retando. Esa persona estaba jugando con él. Pero no más.Aidan se giró rápido hacia el cuarto y buscó dentro del bolsillo de su pantalón aquello que le habían regalado para suprimir el celo. Al menos si estaba afuera estaría a salvo temporalmente. No quería que nadie más tocara su nuca, solo Lucian y para eso tenía que tomar medidas extremas.Tocó esa zona. La cuidaría a toda costa porque él era de Lucian. Así que sin dudarlo tomó la píldora y la tragó.Extrañamente no sucedió nada. Bueno, eso era positivo. Así que no lo pensó más y volvió a la ventana y efectivamente esa persona estaba aún allí y notando que él lo iba a seguir se mandó a correr.-Ni pienses que escaparás tan rápido- él gruñó y se lanzó desde aquella altura terminando en el suelo en su forma lobuna. Sus huesos crujieron ante el impacto más él no le prestó atención.Esta vez no se le escaparía.Así que cerró sus ojos y se concentró. Lo más sensato era utilizar el poder de su padre. Moverse tan rápido que
-Ma, ma, ma... ayúdame...--Pa, ayúdame...--Yo no hice nada...--No soy un monstruo-Lukyan abrió sus ojos de golpe y se sentó en la cama sudando frío, temblando y con los ojos llenos de lágrimas. Dante a su lado se sentó también asustado por el estado de su esposo y lo envolvió entre sus brazos.-Amor que ocurre- lo acarició intentando calmarlo, pero aunque no sollozaba las lágrimas corrían por el rostro de su reina.Lukyan agarró con sus dos manos temblante una de las manos de Dante como soporte.-Mi hijo Dante. Soñé con él. Creo que... me está llamando... nos está llamando- su voz era vacilante- Siento que algo le pasó a Aidan- y comenzó a llorar.Dante lo estrechó fuerte entre sus brazos y le sobó la espalda. Era mitad de la madrugada y sabía que Lukyan no sufría ningún trastorno del sueño, al menos ya no. Al principio le costaba mantenerse dormido toda la noche por los traumas de estar tanto tiempo encerrado.Pero saber que su hijo estaba en peligro hizo que todos los vellos de
Aidan gruñó y giró su cabeza.-Hasta que por fin me miras- el alfa le lamió la mejilla- Si te creí cuando dijiste que no lo habías matado. Sé que no lo harías-Él giró su cabeza hacia el otro lado y bufó con ironía.-Eso no era lo que decía tu mirada Lucian. Te conozco. Estoy seguro que pensaste que era un mostró como todos los demás de tu manada. Un fenómeno que apenas si puede mantener el control de su propia cabeza--Aidan, ya hablamos de ello, nunca te consideré un monstruo. Más bien eres una bendición que puede tener todos nuestros poderes y saber conllevarlos y utilizarlos con tanta facilidad. Soy un lobo orgulloso por ello--Pero me trataste como el asesino de Antoin cuando estábamos allá- él sacó sus dientes. Estaba más molesto con él mismo que con el alfa.-Porque aún estaba procesando algo que me había enterado y si estaba molesto contigo y muy molesto. Y no quería explotar en ese lugar. Y cuando te encontré cubierta de sangre me aterré que te hubiera pasado algo porque no s