Nayr abrió la boca al notar con quien había chocado, precisamente con el lobo que lo agarró de la parte de atrás del cuello de su ropa para no dejarlo ir.-Quietecito cachorro- Aidan le mostró una sonrisa en lo que se giraba hacia él- Tú y yo tenemos que hablar algunas cosas ¿está bien?- la forma en que el lobo lo miró hizo que el pequeño asintiera con la cabeza.Aidan no le importó mucho la escena que estaban armando. De él pareciendo casi intimidar al cachorro. No era tiempo de eso.-Vamos a otro lugar- le dijo una vez se levantaron- Y no pienses en escapar-Nayr alzó su cabeza y para sorpresa de Aidan este le agarró la mano.-Vamos- le dijo también con una sonrisa que hizo desaparecer la de Aidan. Algo estaba muy extraño.Caminaron en dirección a uno de los muros de piedra alrededor de una gran ceiba. El niño iba a su lado y Aidan lo miraba con el rabillo del ojo. Y abrió su mente. Porque en ese momento no era tiempo de descartar nada.¿Y si el cachorro era Ryan?Podía ser. ¿Quién
Lucian rápidamente lo estabilizó agarrándolo por detrás mientras Victore le aguantó el cabello mientras Aidan se estremecía con las arcadas y jadeando hasta que volvió a vomitar, hasta que solo soltó bilis. Su rostro estaba cubierto de lágrimas y su garganta ardía. Su piel erizada y temblaba en los brazos del alfa.Recordar una y otra vez aquello que lo había tocado le revolvía el estómago y eso había sido más impresionante que quedarse atrapado dentro de la mente de alguien. Su cuerpo estaba rechazando todo contacto sexual que no fuera con el lobo que él había escogido y como resultado estaba tan débil por los vómitos en los brazos de Lucian.-Cálmate, respira- Lucian le pasó la mano por la espalda en un intento de reconfortarlo.Victore dejó de tocarlo al darse cuenta que su alfa comenzaba a envolver a Aidan con posesividad y protección con sus feromonas. Así que lo más recomendable era dejarles espacio.-Alfa, será mejor llevarlo de vuelta al castillo y que se quede con él. Yo iré
En comparación con su cuerpo grande, Aidan se sentía pequeño, delgado, solo relleno en las partes indicadas, aunque parado era esbelto y con su carácter y porte parecía ser aún más alto. Pero tenerlo entre sus brazos temblando, con lágrimas en los ojos era algo realmente nuevo para el alfa Lucian.-Tranquila cachorro que ya estamos llegando- le dijo él mientras lo envolvía entre sus feromonas mientras atravesaban los pasillos del castillo.Él era consciente de la fragancia de Aidan y que era más fuerte que antes. No era estúpido. Estaba exudando feromonas para llamar a una pareja para aparearse. Instinto básico cuando se estaba entrando en celo. Lástima que Aidan ya tenía quien era el dueño de su celo, precisamente él. Así que con sus feromonas alrededor de él no solo lo calmaba, sino que también marcaba su cuerpo con su olor para que ninguno más se acercara.Pero estaba el hecho que quizás el celo de Aidan podría ser muy fuerte porque olía bastante dulce y eso estaba haciendo que su
Pero enfocándose en el tema de las manos heridas, algo que le costó le respondió.-No amor, esta vez creo que puedes hacerlo tú mismo. Ya despertase mi poder y sería muy necesario que comenzaras a aprender a controlarlo lo antes posible--Tu poder- él murmuró para sí mismo pero el alfa lo escuchó.-Sí, mi poder y es increíble, pero estuve hablando con Litus- le acarició el cuello y la curva descubierta de su hombro- Me explicó que gracias a que mi poder ahora está activo en ti tus células podrán regenerarse solas y tu vida ya no corre riesgo-Hubo un minuto de silencio.-Estás diciendo que...--No vas a morir pronto Aidan. Vas a poder vivir... como un lobo normal, ahora estás a salvo-Los ojos de Aidan se abrieron un poco dejando a la vista el plateado de sus orbes. Los destellos en ellos danzaron y hasta brillaron un poco más al ponerse aguados.-¿Puedo estar más tiempo con mi pa?- Lucian asintió- ¿Y con mi ma?- Lucian volvió a asentir mientras otra vez lágrimas silenciosas comenzaba
-Espera Ah... aquí no--Ya estamos a esta altura, así que qué importa el lugar- un gemido grave se escuchó.-Pero estamos en pleno pasillo. Y si nos ven--Ahuyenté a todos con mi olor. Déjate llevar mi reina--Dante- Lukyan protestó tensándose contra él.El alfa lo tenía contra la pared, sus piernas enrolladas alrededor de su cintura, con el pantalón enrollado en un tobillo, mientras lo penetraba profundamente.-Si mis hijos nos atrapan te voy a castigar duramente- él apretaba la camisa entre sus puños en su espalda casi desgarrando la tela con sus uñas- No te imaginas la vergüenza que pasaría si nos encuentras así.Su boca abierta contra el cuello del alfa intentando contener los gemidos. El olor que exudaba de la glándula de su esposo era delicioso y a pesar de sus protestas se sentía más excitado de lo normal. Quizás porque habían cambiado de ambiente o podían ser atrapados en cualquier momento. Incluso el vientre de Dante estaba empapado por todo el líquido que salía de su miembro
Desagradable.La sensación que recorría su cuerpo era desagradable, como si miles de agujas pincharan su piel una y otra vez. Haciendo que en el fondo doliera.-Duele- jadeó Aidan tambaleándose hacia los lados aun cuando estaba sentado.Últimamente sentía que su cuerpo perdía fuerza con cada despertar de sus poderes. Y ahora con sus emociones era aún peor. Era como si tuviera que estar vigilando su cuerpo y eso lo llegaba a punto de la fatiga. Pero no quería dormir más, pasaba más tiempo en aquella cama que haciendo algo y eso lo frustraba mucho. Sobre todo, porque él se había despertado con un propósito.-No puedo más- cerró sus ojos tomando aire en sus pulmones. Su cabeza cayó hacia adelante.Una mano acarició su cabeza y se desplazó hasta acunar su nuca y fue atraído hacia adelante. Los labios de Lucian pronto estuvieron sobre los suyos en una suave caricia.-Lo hiciste bien- dijo contra ellos con el aliento caliente- Abre la boca-Y Aidan lo hizo. Había sentido que sus manos ya no
Era el primer celo de él. El más difícil y un momento muy vulnerable para los lobos jóvenes. Como ahora que Aidan apenas si sabía que estaba haciendo. Lucian había recuperado el control en sí mismo después de enfocarse en cuidarlo y aun así no podía sentirlo con él a través del vínculo que tenían formados.-Calma, tranquilo- dijo cuándo lo sintió gemir lastimeramente contra su pecho.Sabía que no sería fácil sobre todo esta noche. El primer celo era bastante breve en comparación con los otros, apenas momentos a lo largo de dos o tres días, no se podía definir. Las hormonas en él cambiaban, hasta su olor se trasformaban, su cuerpo se hacía más maduro y se preparaba sexualmente para unirse a su compañero, si lo tenía.Pero Aidan aún no estaba lista para la unión. De seguro lo desgarraría un cuando la necesidad de aplacar el calor de sus cuerpos y de completar el enlace los enloqueciera. Debía ser fuerte y esperar al menos al segundo día para ver si su cuerpo se relajaba lo suficiente pa
Vaya sorpresa.Procesar lo que había dicho Aidan no fue un proceso fácil. Sobre todo, porque supuestamente él que era el que había puesto las trabas desde el inicio había sido el impulsor de toda aquél situación.–¿Qué yo dije qué?– volvió a preguntar como si todavía no pudiera creer lo que su lobo había dicho.Aidan se removió contra él perdiendo fuerzas nuevamente y sintiendo como su conciencia se perdía en la bruma de deseo de su celo. Su cuerpo dolía ante la necesidad y sus músculos se tensaban.–Mira que... eres idiota... para lo que te... conviene– jadeó y mordió el cuello de Lucian sacándole un gemido– Todo es... tu culpa... así que no... me rechaces... otra vez– tras eso soltó un gemido lastimero y envolvió sus brazos alrededor del cuello de su lobo aspirando su fragancia.–Vamos Aidan, dime más detalles– le acarició la espalda. Saber que él era el que al principio lo había reclamado era algo que le daba vueltas en la cabeza. En serio no podía creerlo– Y de que quería saber má