POV EMILY¡La put@ madre!, ¿pero qué diablos está pasando aquí? Me hervía la sangre, al ver a esa resbalosa, colgada al cuello de Fabio. Sí no fuera porque, estaba observándola desde que se acercó a la oficina y todo el teatrito que quiso armar para llevarse a Fabio, no creería que, ella fue la que se le aventó como la maldit@ ofrecida que es.—Emily, no es... —Fabio la separó bruscamente por la cintura, mirándome fijamente. Podía denotar el miedo y la vergüenza que sentía, solo con verlo a los ojos.—Está bien. No tienes por qué darme las explicaciones a mí —lo interrumpí. No lo dejé terminar, cualquier cosa que me iba a decir. Puse mi mano al frente, indicando que se detuviera. No quería que esa estupid@ escuchara nada de lo que habláramos y por lo visto, no tenía pensado irse.—Es que no es lo que parece, de verdad —él insistía, mientras la mustia de Eva, seguía ahí parada, sin decir nada y con un semblante de superioridad que me asqueaba.—Fabio, está bien. Vi lo suficiente, como
POV ANDREAPor fin es sábado, toda la semana he estado muy ocupada porque, aunque tuve el apoyo de mis compañeros en el hospital, hay mucho papeleo que solo yo sé cómo y dónde ponerlo. Fabio también ha estado súper ocupado esta semana, ha estado llegando tarde, porque tiene que quedarse a cubrir horas extra. No me quejo, sé que es su trabajo y me alegra tanto que se tome tiempo para estar conmigo.De igual manera, he estado pensando mucho en lo que Emily me contó, confío en Fabio, aunque lo conozco desde hace tan poco, pero por las cosas que he pasado prefiero estar segura.Emily me ha dicho que no ha mirado nada fuera de lo normal, ha llegado antes de que la tipa esta se vaya, pero el trato de ella y Fabio es como empleada-jefe.Por otro lado, Óscar ya no ha aparecido y creo que es lo mejor. La verdad, no entiendo por qué es que insiste en buscarme. Necesito no recordar eso, porque de cualquier manera aún me afecta.En lugar de estar pensando idi0teces, me pondré a ordenar la casa y
POV FABIODespués de que Emily se fue, Eva se me pegó al pecho a llorar ¡¿Yo que estoy pagando?! ¿Qué hice? Solo la sostuve de los hombros un momento, luego la retiré amablemente de mi cuerpo. De cualquier manera, ella se ganó cada golpe que Em le dio, no estoy a favor de la vi0lencia, pero he escuchado las cosas que estas dos se han dicho.—¿Estás bien? —fue lo único que atine a preguntarle, claramente no lo está.—La verdad no, me duele el labio y estoy algo confundida —¿Confundida dijo? Confundido yo. Que no sé qué le pasa, que se atrevió a besarme.—No entiendo —me estaba desesperando, ya me quería ir de ese lugar.—La que no entiende soy yo. La corriente de Emily, dijo que no son pareja, entonces ¿Por qué se comportó así cuando nos miró besándonos? —oh no, claro que no, ella me besó, ¡No nos estábamos besando!—Bueno, es sencillo, lo que pasa, es que mi novia es su amiga —le aclaré, necesitaba que no vuelva a pasar por su cabeza, hacer algo como lo de hoy.—Entiendo, tienes novia
POV FABIOMe encontraba en la cocina preparando café. Desperté muy temprano y no pude dormir más, de hecho, pasé mala noche, no podía conciliar el sueño y sabía claramente el porqué.Tomé una taza de café y un pan tostado, lo coloqué en una charola y lo llevé hasta la habitación de mi princesa, lo sé, la maldita culpa me carcome.—Princesa —susurré en su oído y comencé a repartir besitos por todo su lindo rostro.—Mmmmmggrrr —adoraba cuando hacía esos sonidos somnolientos.—Arriba flojita. Te traje café y debo irme, ya es algo tarde —seguí con mi cometido, de reparto de besos.Poco a poco comenzó a abrir sus bellos ojos. Adoraba esa carita, no me importa que sea recién levantada. Tenía unos mechones de cabello en la cara, suavemente se los retiré y los coloqué detrás de su oreja.Se incorporó hasta quedar sentada regalándome una de sus sonrisas que me derriten, le pasé la taza de café y el pan, puse la charola sobre la mesita de noche.—Muchas gracias Fabio —dándole un sorbo a su café
POV EMILY—¡¿Es en serio?! —fue lo único que atiné a pronunciar. Iba llegando al “Bianchi” para hablar con Fabio, no quería verle la cara de cul0 a Eva, pero necesitaba saber la razón por la que no le había dicho nada a mi amiga. Además, me dejó demasiado inquieta con la noticia de que el imbéc1l de Óscar estuvo en su casa.La muy perr@ miró perfectamente cuando entré. Lo supe por la maldit@ sonrisa maliciosa que puso. Ni tarda ni perezosa, se pegó a Fabio, ¿piensa que soy estúpida@? Sé la clase de mosca muerta que es.Pero eso no justifica a ese chefcito que, aunque no debería de pedirle, me dará la explicación a esto y a todas las preguntas que le tengo preparadas.—Em, buenas tardes… no es lo que piensas —Fabio miró al techo y resopló. Despacio fue retirando a la arrastrada de su cuerpo.—Yo no pienso nada. Juzgo lo que veo —y aunque sé perfectamente, que es lo que está pasando aquí, no seré blanda con él.—Pues si estás viendo, ¿para qué te detienes a hacer tus comentarios estupid
POV FABIOEl ambiente durante la tarde se sentía tenso, aun cuando Em ha cumplido por lo menos hoy, lo que me prometió y no ha cruzado palabra con Eva.Busco mi celular por todos lados, estaba seguro de que lo tenía esta mañana. Necesito hablar con Andrea y estar seguro de que está bien.Busqué en mis bolsillos, en el baño, hasta en las estaciones de la cocina y nada. Aunque, sería imposible que esté ahí, ya que está prohibido para todos. El único lugar que me falta es en la oficinita, pero recuerdo cuando estuve con Em y no lo vi.Voy hasta ahí y lo primero que veo es el bendito celular sobre el escritorio. No recordaba haberlo puesto ahí, pero me alegra encontrarlo.Marqué inmediatamente a mi madre. Me ha regañado, porque dice que ya no la visito como antes, diario la llamo, pero si he dejado de ir a su casa. Le conté de Andrea y quiere conocerla, pero no sé cómo lo tomará mi princesa.La llamada con ella es rápida, prácticamente para saber cómo está y avisarle, que esta noche la vi
POV ANDREAHoy me asusté mucho. Hacía tiempo que no llegaba una emergencia tan impactante como esta. Y aunque mi puesto de trabajo, está en la parte de enfrente del hospital y no en urgencias, pasaron algunas camillas justo por esta área.Al parecer, fue un accidente múltiple en carretera. Por lo que pude darme cuenta, había muchos heridos y sobrepasaba al personal del hospital. Todo era una locura y aunque yo no sabía un comino de enfermería, me pidieron apoyo para limpiar algunas heridas leves, de las personas que se encontraban en la sala de espera.—¡Andrea! —escuché mi nombre y giré inmediatamente hasta la persona que me llamaba, era el doctor Serrano, me hizo señas para que fuera hasta él.—Sí, dígame doctor —estaba entrando con una camilla, que obviamente llevaba a alguien herido.—¡Necesito que te encargues de algo, es muy importante! —sus gritos desesperados y apresurados, se escuchaban por toda la sala de espera. Sé que su intención no era gritarme, en sí — ¡Epinefrina! ¡Ráp
Por la tarde llegó Fabio, traía un ramo de gerberas y rosas. Me encantan los colores vivos de esas flores y me imagino, quien pudo haberle dicho que esas eran mis favoritas.—Están hermosas, ¡me encantan! ¡Gracias! —le dije contenta y las fui a poner en un florero. Las coloqué en la sala, donde lucirán y alegrarán el lugar.—No tanto como tú, mi princesita. Junto a ti, se opacan. Solo quería darte un detalle, para compensar estos días de ausencia y preocupaciones —solo me lancé a su cuello y lo besé. Cada detalle que tenía hacia mí, me estaba enamorando. Sí, enamorando. Estaba comenzando a admitir, lo que desde el principio me negaba a hacer.Lo de hoy me dejó una enseñanza. No tenemos la vida comprada y solo existe una oportunidad de vivirla, de disfrutarla y de amar. Ahora, yo no perdería tiempo para vivir cada una de esas cosas.De repente, escuchamos unos chirridos de neumáticos en la calle, eso me sacó de mis pensamientos. Por curiosidad salimos, solo esperábamos que no hubiera p