POV ANDREAHoy me asusté mucho. Hacía tiempo que no llegaba una emergencia tan impactante como esta. Y aunque mi puesto de trabajo, está en la parte de enfrente del hospital y no en urgencias, pasaron algunas camillas justo por esta área.Al parecer, fue un accidente múltiple en carretera. Por lo que pude darme cuenta, había muchos heridos y sobrepasaba al personal del hospital. Todo era una locura y aunque yo no sabía un comino de enfermería, me pidieron apoyo para limpiar algunas heridas leves, de las personas que se encontraban en la sala de espera.—¡Andrea! —escuché mi nombre y giré inmediatamente hasta la persona que me llamaba, era el doctor Serrano, me hizo señas para que fuera hasta él.—Sí, dígame doctor —estaba entrando con una camilla, que obviamente llevaba a alguien herido.—¡Necesito que te encargues de algo, es muy importante! —sus gritos desesperados y apresurados, se escuchaban por toda la sala de espera. Sé que su intención no era gritarme, en sí — ¡Epinefrina! ¡Ráp
Por la tarde llegó Fabio, traía un ramo de gerberas y rosas. Me encantan los colores vivos de esas flores y me imagino, quien pudo haberle dicho que esas eran mis favoritas.—Están hermosas, ¡me encantan! ¡Gracias! —le dije contenta y las fui a poner en un florero. Las coloqué en la sala, donde lucirán y alegrarán el lugar.—No tanto como tú, mi princesita. Junto a ti, se opacan. Solo quería darte un detalle, para compensar estos días de ausencia y preocupaciones —solo me lancé a su cuello y lo besé. Cada detalle que tenía hacia mí, me estaba enamorando. Sí, enamorando. Estaba comenzando a admitir, lo que desde el principio me negaba a hacer.Lo de hoy me dejó una enseñanza. No tenemos la vida comprada y solo existe una oportunidad de vivirla, de disfrutarla y de amar. Ahora, yo no perdería tiempo para vivir cada una de esas cosas.De repente, escuchamos unos chirridos de neumáticos en la calle, eso me sacó de mis pensamientos. Por curiosidad salimos, solo esperábamos que no hubiera p
Hoy cumplimos cuatro meses de novios. Quise sorprender a Fabio, con una pequeña velada, era algo muy sencillo, además de que nunca podría competir con su comida. Preparé un corte que ya me lo vendieron sazonado. Lo sé, es hacer trampa, pero quería que estuviera delicioso y no confío en mis habilidades para esas cosas. Además, hice un puré de papa y vegetales. Y para acompañar, una botella de vino tinto.Puse la mesa con un mantel y velas. Traté de hacer un ambiente romántico, ya estaba en los últimos detalles, cuando escuché la puerta abrirse. El inconfundible tono de su voz llamándome por el apodo que me puso, “princesa”, hizo que me encaminara hasta donde él se encontraba. Me di cuenta de que yo no tenía un apodo para él. No era por falta de cariño, solamente que soy algo agria en ese aspecto.Llegué frente a él, me quedé embobada al verlo. Traía un pantalón de mezclilla negro y una camisa del mismo color con lunares blancos, se veía guapísimo, su sonrisa como siempre adornando s
—Trajo consigo un buen ahorro, con el cual compró este terreno. La casa tenía unas pequeñas bardas ya hechas, con el resto de su ahorro, terminó de construirla.—Mi madre le reclamó el hecho de que no le había enviado ese dinero a ella y que, de ser así, ya estuviera viviendo en algo mejor desde hace tiempo y no en la pocilga en la que rentábamos. Sinceramente —suspiré —, dudo esa parte, se hubiera gastado el dinero en más bebida.—Mi padre, no le dio una gran explicación. Solo le dijo que ya estaba el terreno y la casa para vivir felices. Mi madre puso el grito en el cielo, al enterarse de que me había puesto la casa a mi nombre y él cómo albacea claro. Por supuesto que ella se sentía excluida, siempre reemplazada por mí.—Yo, en ese tiempo, no entendía de todas estas cosas de adultos. No sabía de envidia, ni odio o recelo, aunque sabía que la manera en que mi madre me trataba no era normal. En el fondo, tenía esperanza de que todo mejoraría para mí, a partir de ese momento en el que
—El tipo se abalanzó sobre mí. Yo estaba del otro lado de la cama y él, al tratar de alcanzarme, se subió a esta para acortar la distancia. Gracias a lo borracho que ya estaba, su pie se enredó con la sábana y cayó sobre la cama. Yo la rodeé a toda velocidad y me dirigí a la puerta, la abrí y no me detuve hasta que salí a la calle.—Pude sentir la mirada de mi madre y de su acompañante, al verme salir hecha un rayo al atravesar el pasillo. Corrí como nunca, llegué hasta un parque en medio de la noche, ahí estuve hasta que amaneció. No sabía dónde estaba, solo comencé a caminar sin rumbo. Estaba asustada, por lo que había pasado por la noche, pero también lo estaba por estar sola sin saber a dónde ir. Ya casi por la noche del siguiente día, decidí buscar el camino de regreso a casa.—Necesitaba tomar algunas cosas e irme lejos. Había decidido no regresar al lado de esa mujer. Después de todo lo que me había hecho pasar, ni siquiera la podía llamar madre. De cualquier manera, yo era aut
POV FABIOSon las 4:24 de la madrugada. Desperté hace algunos minutos, no puedo dejar de pensar en todo lo que pasó mi princesa durante su vida. Ha sido muy fuerte, otra en su lugar hubiera tomado las decisiones equivocadas y tal vez ya no estaría aquí.No puedo creer, que una madre sea capaz de vender a su propia hija a un depravado, solo para tener dinero para sus vicios. Eso es asqueroso, lo que más me encabron@, es imaginar a ese hijo de put@ queriendo tocarla. Sacudo mi cabeza, para que ese pensamiento desaparezca, si le hubiera hecho algo, lo buscaría hasta en el mismísimo infierno para matarl0.Por otro lado, recordar las palabras que me dijo, me hacen sentir completo. Confirmarme que siente lo mismo que yo, me hace el hombre más feliz sobre la tierra. Además, de que mi proyecto ya casi está listo. Por fin, me decidí en abrir mi restaurante, hace mucho que tengo la solvencia económica necesaria para hacerlo.No he concretado nada, porque sentía la responsabilidad de seguir con
—Tenemos una conversación pendiente —le dije al separarme de ella.—¿Cuál? —cuestiono. Hice una mueca de indignación sobreactuada, como si me hubiera herido por el olvido.—¿Cómo que cuál? Mi madre quiere conocerte. Ya he alargado el suceso lo más que pude, porque no quería presionarte. Ya suficiente era, que aceptaras ser mi novia en tan poco tiempo de conocerme —me recosté nuevamente y la atraje hasta que quedó a horcajadas sobre mí.—¡Cierto! Perdón lo había olvidado —bajó su mirada apenada —. Tú dime para cuando tienes planeado y por supuesto que voy. La verdad es que, si me gustaría conocer a tu madre —me besó efusivamente. Se le veía más feliz que antes y más relajada.—Este fin de semana, en casa de mi madre —ella insistió que fuera en su casa, no le gusta mucho salir.—Perfecto, tú me dices que llevo, ¿un postre tal vez? O ¿una botella de vino? —miraba al techo tras pensar lo que me decía. Solo la acerqué a mí para besarla, no aguantaba más tenerla en esa posición, me estaba m
POV FABIOYa era más de medio día, estaba algo nervioso por la cena, no me preocupaba que mi madre aceptara a Andrea, sé que lo hará, se llevaran de maravilla. Pero me siento ansioso, desesperado, debo tranquilizarme. Para mi fortuna, ha habido mucha gente hoy, así puedo distraerme en el trabajo.Al parecer Eva lo notó —¿te pasa algo? —preguntó con interés.—Todo bien, solo debo hacer algo —avancé a la oficina y la dejé trabajando. Le enviaré un mensaje a mi princesa, para tratar de estar listos antes y pasar a casa de Alonso, a ver cómo está su bebé, no he podido ir. Ya salgo muy tarde de aquí, así que hoy, aprovechamos que me iré temprano y de ahí partimos a casa de mi madre.«Princesa, ¿Cómo va tu día?»Dejé el mensaje y seguí en el trabajo. Pasó más de media hora y aún no le llegaba, estaba sin conexión. Tal vez se le terminó la carga, pensé. Algo me decía que no era eso, ella es muy cuidadosa de siempre tener con carga su teléfono.«Amor, quisiera que fuéramos a casa de Alonso an