Entre mi jefe y yo
Entre mi jefe y yo
Por: Vali
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Alan

Inicio de llamada

- Marcos por favor no olvides poner el anuncio para la nueva asistente me urge, vez que ya mismo no ahogamos en papeles y además debo viajar esta misma tarde a lo de los hoteles en los que hare la nueva inversión.

-Alan, Alancito ¿cuándo te he fallado en algo que me has pedido? El anuncio está puesto, las entrevistas son en unas horas, y en cuanto al viaje creo si mal no recuerdo que cambiaron la reunión para mañana.

-!!No me digas así sabes que detesto eso!!

- Se que me amas querido primito, ese carácter tuyo se solucionaría si me acompañaras unas de estas noches al Club y te dejas llevar por unas piernas largas.

-Eso no es de mi interés y lo sabes.

-No creo que ames tanto a Tamara como para no querer divertirte con otra un rato.

-Sabes que lo de los dos no es por amor, es solo por un mutuo acuerdo, además ella y yo… bueno no tengo porque contarte mi vida íntima.

- !!No lo puedo creer¡¡ con más razón necesita distracción. Ya verás que te hará bien, confía en mí.

-Lo pensaré.

Fin de la llamada.

Priscila

Soy Priscila Méndez tengo 26 años de edad y soy latina específicamente venezolana, de padre americano y madre venezolana, herede el cuerpo de mamá, o como dicen mis amigas de curvas peligrosas.

Vivo aquí en Inglaterra desde los tres años, vine para acá porque mi novio de toda la vida emigro a este país y como yo no deseaba estar tan lejos de él hice lo posible por venir, y aquí me tienen, aunque la vida de un emigrante es dura, al menos yo he contado con suerte pues he tenido algunos trabajos temporales que me han dado para comer y también para apoyar a una de mis tías maternas allá en Venezuela.

Perdí a mis padres cuando tenía 16 años de edad, fue algo que aún no logro superar, tuve la ayuda de una de las hermanas de mi mamá, con la que viví hasta que decidí venir a Inglaterra.

Mi novio no era del agrado de mis padres, pero como ahora ellos no están he hecho de él mi refugio para la soledad que me acaece.

Gustavo Giler es un hombre apuesto que trabaja en una inmobiliaria aquí en la ciudad de Newcastle, donde ahora me encuentro porque vengo a una entrevista de trabajo, él tiene 32 años de edad, aun no vivimos juntos, pronto lo haremos porque estamos próximos a casarnos, es lo que hemos planeado, aunque no me lo ha pedido formalmente sé que pronto lo hará, después de la entrevista pasaré por su departamento para salir a almorzar juntos.

Mi tía siempre me decía que lo mejor que podía hacer una mujer es dar su virtud a el hombre que ama cuando estuviera casada, mi Gustavo ha sido muy paciente en esa cuestión, respeta mi decisión en ese aspecto.

Estoy tomando una ducha para arreglarme lo más formal posible, la entrevista es en Industrias Tecnológicas Stane, por lo que leí el puesto que ofertan es de asistente, espero que mis conocimientos en administración contable y empresarial sean de gran ayuda para que me den el puesto, pues estoy necesitando urgente este trabajo, quiero apoyar a Gustavo con las cosas de la boda cuando ya tengamos la fecha en la que se realizará. Algo peculiar de lo que me percate es que buscan a alguien comprometida o casada, me imagino que el gerente debe tener una esposa muy celosa como para que tengan esas condiciones de contratación.

9:30am

Llegue a la dirección que decía el anuncio, hay más de 30 mujeres haciendo fila para poder tener una entrevista. Veo difícil esto, pero si de algo estoy segura es que no me rendiré, lo bueno es que aún tengo uno de los trabajos temporales que conseguí y hoy me toca limpiar uno de los departamentos de un empresario, espero me dé buena propina.

10:45 am

Mi turno de entrar, pido al cielo que Dios me ayude a conseguir este empleo.

-Señorita Méndez, 26 años, latina y con estudios en administración contable y empresarial.

-Así es señor.

-¿Aquí no dice que sea casada?

-Aún no lo soy, solo estoy comprometida y muy enamorada de mi novio.

-Ah, está bien.

La entrevista duro alrededor de 25 minutos en los que a pesar de tener los conocimientos necesarios no podía dejar de estar nerviosa, el que me entrevistó tiene unos ojos hermosos azules como el color del cielo, que hacen delirar a cualquier mujer, aunado de su porte y cuerpo de infarto. Me dijeron que si mi perfil era favorecido me llamarían en la brevedad posible. Salí con rumbo a el departamento de mi novio, no lo llame porque quiero sorprenderlo.

11:30 am

Estoy en el edificio donde vive Gustavo, es una zona residencial su trabajo le da para poder darse estos gustos, eso es lo que él me ha comentado, yo por mi parte vivo en un departamento que comparto con una amiga.

Me dirigí a la puerta #1024 y toque el timbre, después de 2 timbradas una niña salió a abrir la puerta, creo que tendría unos 5 o 6 años.

-Hola ¿a quién busca? – dijo la niña

-Hola nena, creo que me equivoque, busco a Gustavo.

-¿Gutavo? ¿Mi papi?

Sentí que todo mi mundo se me vino abajo, quería que la tierra me tragara, no sé si era una gran coincidencia o era el mismo hombre. De pronto una mujer salió a ver quién conversaba con su hija.

-¿Gia, quien está en la puerta? – dice la mujer

-Una teñola que busca a mi papi – dice la nena

-Hola, ¿usted es la que busca a mi esposo? Él ahora está de viaje, fue a ver a nuestro hijo mayor que esta con los abuelos, pero no tarda en llegar, ¿desea que le diga algo? – dice la mujer.

-La verdad es que deseaba saber algo de un departamento, pero mejor llamo a la inmobiliaria cuando el señor este en el trabajo.

-¿Qué inmobiliaria? Creo que aquí hay una confusión, mi esposo tiene una empresa de vehículos.

-Ah, disculpe creo que me he equivocado de lugar y de persona, le ruego me perdone.

-No se preocupe, mi nombre es Mara de Giler.

-Mucho gusto, mi nombre es Priscila Méndez.

-¿Priscila Méndez? Entonces si hablamos del mismo Gustavo, él me había comentado que tenía una conocida que también vivía aquí en Inglaterra que es paisana, que a veces ayudaba porque le da pena su situación económica, que inclusive iba a ayudar a conseguir donde vivir, ¿ha mejorada tu situación? ¿pudiste conseguir trabajo y dónde vivir?

-Si, ya mejoró y si tengo donde vivir. Dígale que no se preocupe que ya tengo solucionada mi situación. Fue un gusto conocerla, que pase bien, cuídese mucho.

-Igualmente, Priscila.

No sé si llorar o reírme de haber sido la mujer más estúpida del planeta tierra, razón tenían mis padres en desconfiar de semejante animal.

Al bajar del edificio en donde vive Gustavo, me encuentro que el susodicho va llegando con un niño que más o menos tiene 8 a 9 años de edad, cuando me ve se pone pálido blanco como un papel, yo lo mire a los ojos con la mirada más fría que puede existir y con ella le dije todo lo que mi corazón siente. De pronto mi teléfono suena y me alejo lo más rápido posible de allí para poder contestar.

-¿Sí?

-¿Hablamos con la Srta. Priscila Méndez?

-Con la misma.

-Le hablo de Industrias Tecnológicas Stane, porque usted es la favorecida para el puesto de asistente de presidencia, por favor preséntese el día de mañana a las 7am en punto en el departamento de RRHH para que firme el contrato.

-Allí estaré, muchas gracias.

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