Decidí ponerme linda para salir a esparcirme porque no quería seguir pensando en lo que me había pasado en el supermercado, solo rogaba a Dios no encontrármelo porque si definitivamente mi vena asesina saldría a relucir.

Ya una vez lista con un hermoso vestido negro pegado al cuerpo corto, y sin mangas, salí a la espera de mis amigas, aunque solo llego Tamie la chica que trabaja en recepción, ella llego con el novio a verme, me comento que el resto de chicas llegaran después al club. Tomé mi bolso de mano con mis documentos, mi teléfono y subí al carro en el que llegaron por mí.

La música es un buen aliciente para el alma, y más cuando esta atormentada por muchos problemas, mis nuevas amigas habían ido al club con sus respectivas parejas, eso lejos de incomodarme me tenía tranquila, estaba en la barra tomando unos chupitos de tequila, siempre han sido mis favoritos, lastimosamente a lo lejos de donde yo estaba sentada pude ver a la persona que menos quería encontrarme, alzaba su vaso en son de saludo pero yo no preste atención, cuando salió una música bonita me levante de la barra y me puse a bailar sola, las luces eran  muy pocas en la pista así que decidí alejarme un poco como para que no me encuentre el susodicho.

Después de bailar por un largo rato, pedí una soda para el calor, me lo sirvió una chica que estaba muy sonriente, la verdad que no me pareció raro pues no solo eran hombres los que atendían la barra sino chicas también, tome casi de dos sorbos la soda que me habían servido, pero dentro de unos minutos empecé a sentir más calor del que ya tenía y por momentos sentía que todo me daba vueltas, decidí levantarme para dirigirme al baño, pero en mi ida me equivoque de puerta y me encontré con el pecho fuerte de un hombre del que casi no podía ver su cara, pero su olor era agradable, el me abrazo y me dijo que saliéramos de allí.

Uno de los hombres que estaba a nuestro lado nos guio hacia el auto, el hombre que me tenía abrazada no podía sostenerme muy bien, se veía que estaba bastante tomado también.

En el camino a donde sea que fuéramos el calor se intensificaba más y me estaba dando desesperación, tenía un deseo atroz, no podía contenerme el olor de su colonia me excitaba de gran manera, él estaba recargando su cabeza al respaldar del asiento del vehículo, el trayecto no fue muy largo, bajamos lo más rápido que pudimos yo no dejaba de abrazarlo pues sentía que si me soltaba de él me iba a caer. Al subir al departamento tomamos asiento en uno de los sofás que se encontraban en la sala, pude notar la gran erección que tenía él, eso desemboco mi deseo. De manera inconsciente empecé a sacarme la ropa porque el calor que sentía era casi incontrolable.

Quedé completamente desnuda, pude ver que el me miraba con deseo vehemente como yo lo miraba a él, de pronto se apodero de mis labios y lo demás se fue dando, sus manos tibias empezaron a tocar todo mi cuerpo y su boca a recorrerme, yo sentía que no podía aguantar más y asumo que él estaba igual que yo.

……..

La cabeza se me partía del dolor, la luz que daba a mis ojos no ayudaba mucho, fui abriendo lentamente los ojos cuando me di cuenta que no estaba en mi casa ni en mi cama y mucho menos sola, estaba nada más y nada menos que en la cama de mi jefe completamente desnudos los dos y con un fuerte dolor en mi entrepierna. Ahora las cosas cambiaran “entre mi jefe y yo”.

Salte prácticamente de la cama, cuando me encontraba de pie de pronto sentí que mi cuerpo perdía fuerza y de pronto todo se volvió de color negro.

[…]

Llegue a el club en el que tenía pactado encontrarme con Marcos, pero como siempre un par de piernas largas hacen que el pierda la razón, ahora me encuentro en el área VIP del club, aquí hay menos gente pues este club es uno de los mejores.

A lo lejos pude ver a una persona no grata, el imbécil de Gustavo Giler, no lo odio porque eso significaría tener un sentimiento y por ese tipo no siento nada, el muy hijo de puta fue el que se metió en medio del matrimonio de mi hermano Erick, dándose de buen amigo se le bajo a la esposa y dejándola embarazada, aunque si lo vemos desde otra óptica no toda la culpa fue de él, ella también lleva una gran parte, pero el caso es que aunque ahora no esté con ella porque para mala suerte de él también ella salió alguien fácil, más bien tomémoslo como un favor que le hicieron a mi hermano, pero igual esa situación lo tuvo muy decaído por algún tiempo creyéndose la peor persona porque según la tipa lo dejo porque mi hermano no podía darle hijos.

Algo que aún no se ha podido saber del todo, pues mi hermano se ha negado a realizarse análisis por temor que sea cierto lo que esa mujer le metió en la cabeza.

Lo que nunca me imagine es encontrar a Tamara en este club, espero que no haya visto que estoy aquí porque no soportaría ninguno de sus berrinches tontos que suele hacer.

No suelo andar solo casi nunca, hoy están conmigo 2 de mis guardaespaldas, están un poco alejados como para despistar, no soy de las personas con enemigos, pero cuando uno está en el área de negocios nunca falta alguien que no esté conforme con lo que se hace y quiera hacer daño.

Apareció Marcos con dos de sus amigas una de ellas se sentó a mi lado y me ofreció compañía, no sé porque mi cuerpo no reaccionaba a ninguna de sus insinuaciones, de pronto me di cuenta de la razón, desde el ventanal del área VIP pude ver a una hermosa mujer acercarse a la barra y justo era la hermosa venezolana que me carga pensándola más de la cuenta.

Llego con otra chica y aquí encontraron a más amigas me imagino que son, todas trabajan en mi empresa, pero el detalle es que no se sus nombres, esa será la próxima tarea que me ponga, conocer más a las personas que trabajan para mí por lo menos saber cómo se llaman.

Llevábamos ya más de una botella de wiski, al menos yo me sentía un poco mareado, Marcos se había marchado porque deseaba “pasarla bien” con una de sus “amigas”, yo le dije que un momento más me quedaría luego me iría, una de las chicas que estaba sirviéndonos los tragos me dijo si deseaba más en lo que yo dije que solo uno más porque ya pensaba marcharme, luego de ese último trago me empecé a sentir muy acalorado, le pedí ayuda a uno de mis guardaespaldas porque se me hacía difícil estar de pie sin marearme, le dije que me lleve a casa, al bajar alcance a ver a Tamara con una sonrisa macabra, pero sin más me adentre a uno de los cuartos de descanso cerca del baño para recuperarme un poco y poder caminar a la salida, no deseaba que me vieran de la manera que me encontraba, pues después eso llegaba a oídos de la prensa y seria la comidilla de muchos diarios.

Cuando intente salir, note que alguien choco conmigo y de pronto su olor lleno mis fosas nasales, “era mi latina hermosa”, la abrace y le pedí a mis guardias que nos sacaran de aquí y nos lleven a mi departamento, ya tendría tiempo de averiguar qué era lo que había pasado allí, porque de pronto estábamos de esa manera.

En el auto la note desesperada, yo estaba igual que ella por eso al llegar a casa, subimos lo más rápido a mi departamento y allí se dieron las cosas, aunque medio inconscientes se y tengo la certeza que fue la mejor noche de mi vida.

…….

Desperté por un fuerte sonido, ella estaba tirada en medio de la habitación desmayada y completamente desnuda, me levante de inmediato busque uno de mis pantalones de pijama y luego una camiseta y se la coloque, la tome en mis brazos y la acosté intentando hacer que reaccionara, pero al ver que aún no lo hacía decidí llamar a un médico de confianza, el llego al cabo de unos minutos.

• Alan es necesario llevarla a la clínica para poder hacerle unos análisis, pues no es normal que siga sin reaccionar.
• Como tú creas pertinente, solo me cambio y salimos.

Ya en la clínica procedieron a hacerle los análisis a Priscila, y sin más de pronto me dio algo feo a mí, empecé a vomitar y me sentí descompensado, le comenté a Dimitri mi doctor de confianza lo que había tomado la noche anterior y como me había sentido con el ultimo trago, así pues, él dijo que yo también debía hacerme análisis de sangre.