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Dudas y Aclaraciones

Alan

Al salir de la habitación en la que se encuentra Priscila pude expulsar el aire que tenía retenido, debía dirigirme a la comisaría para conversar con el investigador encargado del caso, no dejaría que la o las personas que nos quieren hacer daño se queden tranquilos o lo vuelvan a intentar.

Volví a el club pues es la hora en la que la joven entraba a trabajar y así la podría interceptar y sacar la información que necesitaba, estaba casi seguro que esto era obra de la loca de Tamara, pero tenía que tener todas las cartas a mi favor para volver a tener una seria conversación con el papá de ella.

La chica intento salir lo más rápido que podía al verme allí en su espera, pero mis hombres fueron más rápidos y se lo impidieron.

  • ¿Usted sabe la razón por la que estoy aquí?
  • Señor yo necesito mi trabajo, por favor yo solo hice lo que me pidieron y por lo cual me pagaron.
  • Las cosas serán más fáciles si me dices quien te pago.
  • Él me dijo que ella era su novia y que estaban peleados por eso necesitaba una ayudadita, y que eso que ella iba a tomar no le causaría nada más que un simple mareo.
  • ¿Él?
  • Si señor, el me ayudo a entrar a este bar es un paisano el Señor Giler.
  • ¿Y él también le envió a que me diera esa bebida a mí?
  • No señor, la bebida suya me pidió una señora guapa que se la lleve y me dio una buena propina, yo no conozco a la señora.
  • ¿Es esta señora? [muestro una foto de Tamara]
  • Si señor ella es.
  • Muchas gracias por tu ayuda.
  • Por favor señor no quiero que me despidan, yo solo cumplí con un pedido y ellos me pagaron por ello, pero yo no sabía que esas bebidas contenían algo malo, se lo juro.
  • Lastimosamente, la bebida que entregaste a la Srta. La envió al hospital donde se encuentran aún internada.
  • Señor se lo juro yo no sabía nada, yo le creí a él cuando me dijo que eran pareja y que estaban peleados, por eso se encontraban en lugares diferentes.

Me quedé con un sinnúmero de dudas sobre lo que dijo la joven en el club, tenía que saber de dónde conoce Gustavo a Priscila, y el porqué de querer drogarla, o si al final era cierto y eran pareja, pero lo que más me tenía intrigado es que ella aún era virgen pues eso pude deducirlo de las manchas en la cama y el informe de la doctora que le hizo la revisión. 

Decidí ir de vuelta a la clínica en la que se encuentra Priscila debía hablar con ella y aclarar las dudas que me recorrían la mente, no quería pensar nada malo de ella, pero el solo hecho de pensar que tenía alguna relación con el desgraciado de Giler me ponía de malas, ese maldito hombre siempre ha querido hacer daño a mi familia de diferentes maneras y aunque tengo claro que esas fueron rencillas pasadas no entiendo el hecho que él quiera seguir con esta situación y aprovechar cualquier oportunidad para dañar.

Verla dormir es lo más bonito que me ha pasado, desde ayer que estuvimos juntos siento que tengo su aroma pegado a mi piel, y sé que será difícil quitármela de la mente, espero que todo se aclare y poder conquistarla como tenía pensado días atrás.

  • Hola Srta. Méndez, ¿cómo se siente?
  • Stane, la verdad que mucho mejor solo con leves molestias en mi cuerpo, asumo que pronto ira pasando todo lo que sea que me haya pasado, porque aun no entiendo la razón por la que estoy aquí.
  • Méndez, quiero hacerle unas preguntas antes de yo contestarle el porqué de su estadía en esta clínica.
  • Dígame que desea saber o mejor dicho que desea preguntarme.
  • Méndez, ¿usted conoce al Señor Gustavo Giler?
  • [totalmente pálida] eh… sí señor, lo conozco hace mucho tiempo. [agachando la cabeza]
  • ¿Tenían algún tipo de relación?
  • La verdad señor [lágrimas en los ojos] era mi novio por casi cuatro años.
  • Ah, ¡que sorpresa!
  • Nuestra relación termino hace unas semanas atrás cuando me enteré que él tiene una vida hecha, esposa e hijos.

Él es venezolano como yo, éramos amigos desde hace muchos años atrás y siempre me ayudaba en lo que estaba a su alcance, cuando yo cumplí 22 años decidí que me independizaría de mi casa, más bien la casa de mi tía donde yo vivía desde que mis padres murieron, él se vino a Inglaterra y yo me había enamorado de él y decidí que le seguiría a donde estaba, así que reuní dinero de algunos trabajos temporales que tenía y viaje, al principio se me hizo muy difícil, él me ayudaba en lo que podía pues decía que en la Inmobiliaria en la que trabajaba no le iba tan bien como deseaba.

Conseguí donde vivir y también algunos trabajos para enviar dinero a mi tía y poder reunir para ayudarlo con los gastos del supuesto “matrimonio”, por esa razón el día de la entrevista le dije que estaba comprometida, enamorada y pronta a casarme.

Descubrí que todo era mentira, tanto su trabajo como su estado civil.

  • Muchas veces las personas no son lo que uno cree, y más temprano que tarde se les cae la tela que cubre su verdadera personalidad, revelándola ante todos.
  • Señor, hay algo que me gustaría decir.
  • Dígame
  • Él estuvo aquí esta mañana diciéndome que me había hecho algo para que yo estuviera con él, y como no lo había conseguido por las buenas lo seguirá intentando.
  • Justamente eso venía a informarle, la chica que le dio la bebida a usted nos dijo que él le pago para que le diera una bebida, y según el informe médico fue una droga que hace que la libido suba en demasía, comúnmente la utilizan los abusadores, ahora mismo él está siendo buscado por las autoridades.
  • No lo puedo creer [llorando fuerte] la idea de él era abusar de mí.
  • Pero usted no fue la única a la que le dieron esa droga, pues a mí me la dieron en una copa de whisky, pero al ser alcohol no me afecto tanto como a usted que se la dieron en soda.

Esto nos revela otro tema del que tenemos que hablar.

Priscila

Escuchar el hecho de que Gustavo deseaba abusar de mí de una manera tan vil era algo que me daba repulsión, también estaba un tanto nerviosa por el tema que sabía que debía hablar con mi jefe, el hecho de haber amanecido en su cama, y para ser sincera no recordaba bien ni con claridad lo que había pasado esa noche solo me quedaba los recuerdos en mi cuerpo. Recuerdos para toda la vida.

Mi jefe salió de la habitación pues debían hacerme una nueva revisión de mis signos vivales y sacar unas nuevas muestras de sangre pues convenía estar del todo bien para poder ser dada de alta, esperando con ansias poder ir a casa y pensar en todo lo que me había pasado y como sería mi vida después de esto, el cuidado que debía tener para que Gustavo no me hiciera daño. 

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