Meses después, Angelina entabló una extraña relación con ese idiota de Dante, quien la exhibía como si fuera un trofeo que ganó en una competencia. Y mis sentimientos hacia ella se hicieron aún más grandes, pero como siempre, debía reprimirlos. ¿Por qué demonios siempre termino enamorándome de alguien que no debía?Mi enamoramiento con Angelina era algo lindo, por así decirlo. Nunca intenté entrometerme entre su relación con ese mal nacido, aunque las ganas no me faltaban. Pero creo que aprendí la lección con Hanna. Durante un año fui su amante silencioso. ¿Y qué obtuve a cambio? Absolutamente nada.Un día, fui a recoger a Dylan del centro de alcohólicos anónimos. Me informaron que lo dejarían salir porque, aparentemente, ya estaba recuperado. En el camino hacia su departamento, pude ver la tristeza en su mirada perdida, mientras observaba el firmamento a través de la ventana.—¿Qué sucede, Dylan? —Le pregunté preocupado por su estado.Él se giró hacia mí, sus ojos verdes revelaban
Me recosté en la cama y al día siguiente, fui en busca de Dylan para acompañarlo a su empresa. No me parecía correcto dejarlo solo en su estado actual. Toqué a la puerta de su departamento, pero él no respondió. Utilicé la llave que me había dado y entré. Para mi sorpresa, encontré varias botellas de alcohol esparcidas por el suelo. Preocupado, me acerqué a su habitación y lo vi recostado en la cama, con mi hermana a su lado. Inhalé profundamente, tratando de contener mi ira. Salí de la habitación y comencé a recoger las botellas, intentando mantener la calma. Después de limpiar un poco, me dirigí a mi hospital. Aunque no tenía muchas ganas de trabajar, sentía que debía liberar la tensión y mantenerme ocupado. —Hola desconocido — me saludó Lina, acercándose a mí con una sonrisa encantadora. —Hola Lina — la saludé con un tono cálido, notando su cabello rubio y ondeado que enmarcaba su rostro ovalado. —¿Te pasa algo? — pregunté —No, nada importante.—¿Qué haces aquí? — me acerq
Un año después, Dylan reflexionó sobre lo ocurrido, ya que estuvo a punto de perder su empresa.Scott continuó trabajando para él, y decidí distanciarme un poco de ambos. No puedo soportar a Scott, quien constantemente habla de mí sin aportar nada relevante. Parece disfrutar hablar de mí, pero eso ya no me importa.Lo último que dijo es que soy un resentido porque Lina se casó con Dante. Incluso afirma que mi relación con Angelina no prosperó porque Dylan decidió dejarla.No me gusta obligar a alguien a estar conmigo, ella es libre de tomar sus propias decisiones, aunque la verdad me dolió que no me tomará en serio. Siempre me ven como el amigo al que acudir cuando necesitan ayuda.El día en el hospital ha sido extremadamente estresante. Sin embargo, recibí una llamada de Hanna, quien logra distraerme un poco de todo ese estrés que me rodea.Luego, tuve la visita de Mons, quien emocionada me habló de su relación con Dylan, aunque él apenas le presta atención. Además, es obvio que Mons
Años después, las tensiones entre Dylan y yo se intensificaron, llevándonos a una situación difícil.Angelina me informó que se quería divorciar de Dante, pues le había sido infiel y solo buscaba su fortuna, pero se encontraba con obstáculos para el proceso de divorcio.Fue entonces cuando Dylan apareció en mi consultorio, anunciando que había terminado con mi hermana. Esto disgustó a mi padre, pero también aprovechó para preguntarme por la joven misteriosa de aquella noche en el parque. Confirmé que era la misma de la fotografía que él me mostró.Observé su rostro, lleno de una emoción indescifrable, y comprendí que había encontrado a esa joven que lo había cautivado y la había lastimado al mismo tiempo. Aunque doliera, sentí una extraña felicidad por él, por ese encuentro que cerraba un ciclo y le permitía avanzar en su vida.Unos días después, mi padre se acercó al hospital con una actitud amigable, informándome sobre una cena de gala con inversionistas. Aunque en un principio me r
Después de que se fueron, mi hermana se acercó a mí con la intención de hablar mal de la joven, pero le dejé en claro que era diferente en el caso de Dylan. Él no la dejaría.Decidí ignorar a mi hermana y me acerqué a Angelina, quien continuaba sonriendo y bebiendo. Parece que está empezando a embriagarse, pensé para mí mismo.Montserrat me dijo que caminara hacia ella y le exigiera que revelara el secreto de Dylan, pero me negué. No quería forzarla a hablar si no estaba lista.Caminé hacia Angelina y comenzamos a hablar de la nueva novia de Dylan. Parecía que todos tenían algo que decir sobre esa mujer justo hoy. Después de un rato, Angelina empezó a echarme en cara lo mal que fui con ella, cómo la molestaba en la universidad y cómo fue mi culpa que ella se enamorara de Dylan, ya que yo le gustaba. Creo que el alcohol estaba afectando su juicio. Incluso me culpó de su matrimonio fallido.Me preguntó qué tenía Jennifer que ella no tuviera, y terminé confesándole que ella era la mujer
★Hanna.Me siento mal, llevo varios días queriendo hablar con Max y él no se digna a responder.Sé que está sufriendo por lo que le pasó a Angelina, ya que siempre me responde las llamadas. Incluso cuando estoy preocupada y necesito desahogarme, él está ahí para escucharme y darme apoyo. Pero ahora, pareciera que ha desaparecido por completo. Su silencio me lastima y me hace sentir aún más vulnerable.Hoy es el día de la visita familiar y, a pesar de que estoy emocionada de ver a mi hermano, conocer a su nueva novia y pasar tiempo con Scott, no puedo evitar sentir un vacío en mi interior. Hay una tensión en el aire y parece que todos están tratando de ocultar algo. Quizás es el peso de la muerte de Angelina que nos tiene a todos en vilo.Al saludar a mi hermano, le dedico una radiante sonrisa, mostrándole que estoy feliz de verlo. Hacemos un breve intercambio de palabras y me presentó a su nueva novia, quien parece encantadora. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos por mantener
Al día siguiente, Scott me sorprendió llevándome a una comida romántica en la azotea de uno de los edificios más altos de Alemania. El ambiente era mágico, el susurro del viento creaban un escenario perfecto para el amor. Sin embargo, esa imagen idílica se desvaneció rápidamente cuando empezamos a discutir por mi trabajo.Me sentí herida al darme cuenta de que Scott no valora realmente lo que hago.Para él, mi determinación de ser una mujer fuerte e independiente parece insignificante. Me reprochó por poner mi trabajo por encima de nuestra relación, insistiendo en que era el momento de ser su esposa y hacer una vida juntos en Estados Unidos.Intenté proponerle una solución que nos permitiera seguir adelante sin abandonar mis metas, sugiriendo que él podría venir a vivir aquí y encontrar trabajo en la compañía que heredé de mi padre. Pero su negativa fue contundente, argumentando que lo que gana es insuficiente y que no quiere que yo gané más que él.Me sentí abatida. No quiero ser sol
Hanna me confesó, con voz entrecortada, que las cosas entre ella y Scott no iban bien. Enumeró los problemas que habían surgido en su relación: su resistencia a casarse y el hecho de que ella ganara más dinero que él. Sus palabras reflejaban una profunda frustración y también una sensación de injusticia.Era evidente que estas diferencias eran un obstáculo insalvable para Scott, quien parecía incapaz de tolerarlas. Además, no estaba contento de que nosotros fuéramos amigos, como si nuestra cercanía fuera un recordatorio constante de sus propias inseguridades.Intenté tranquilizarla, diciendo que la amistad entre un hombre y una mujer era posible, que no tenía por qué afectar su relación con Scott. Traté de mostrarle mi apoyo y comprensión, buscando ofrecerle consuelo en medio de su angustia. Sin embargo, Hanna estaba decidida a aclarar las cosas y no quedar atrapada en un limbo de incertidumbre.Fue entonces cuando mencionó algo que me tomó por sorpresa: el año pasado, cuando ella y S