Capítulo 15

Como había predicho horas antes, en la noche caí dormido como una roca. Era bastante probable que roncara a todo pulmón debido al cansancio; no dormir por más de veinticuatro horas era toda una proeza para mí y tal vez para muchos otros. Me costó en demasía levantarme, realmente, esa mañana desperté casi a las once de la mañana, pues pedí que me dejasen descansar en caso de que no fuera a desayunar a eso de las nueve y que solo me debían despertar si un evento considerado como desafortunado ocurría.

Me sentía agradecido que nada de eso sucedió y que pude dormir en paz y recobrar parte de mi energía.

El día anterior, luego de compartir todo ese rato con Laura, enterramos a nuestros fallecidos. Mi cuerpo aún se sentía pesado esa mañana ante esa conmoción. Era difícil en ocasiones aceptar la realidad, aún más, cuando esta era demasiado cruda.

Me quedé un rato sentado en la cama mirando mis pies, sintiendo mis ojos pesados aún con el sueño a tope porque había dormido demasiado. Quería seg
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