Mis amados lectores, mil disculpas por la ausencia, regresaremos con dos capítulos por semana Dios mediante. Un abrazo gigante 💕
Harry: Me estaba enamorando de Mila, eso era indiscutible, era más que obvio cada que la veía, mi corazón se agitaba al solo tenerla cerca, pero sabía que si involucraba amor e importancia en ella como mujer, mi madre sería una bruja con ella, ya había hecho daño en el pasado, no dudaría en hacerme infeliz en el presente, sin embargo; Mila era una mujer muy fuerte, hasta el momento no siquiera había hablado de su familia, llegué a pensar que era huérfana o algo así, pero mande a investigar lo que necesitaba y me di cuenta que familia tenía mucha, pero que ella prefería evitarse muchos recuerdos dolorosos, en como su misma sangre la humillaba por ser una mujer dedicada a su trabajo y soltera, siendo la mayor de sus hermanos. —Esa mujer te tiene muy bien engatusado, me gusta verte entretenido, eso es mejor para mí—dijo mi primo, el que anhelaba quedarse con el reino y el poder. —Claro, me tiene colado, es la madre de mi hijo, la tierra fértil en la que decidí echar raíces y sembrar el
Mila: No me arrepentía de haberlo mordido, pero es que su actitud me enojaba, me hacía parecer una tonta porque, de demostrarme amor e importancia, luego me bajaba como pelota en rebote y me demostraba a ese Harry sin sentimientos. –No entiendo que rayos es lo que te pasa, no has sido sincero conmigo totalmente, compartimos cama cada vez que estas con tus necesidades de hombre, pero en la mañana no te encuentro, de tanto buscar tu olor cerca de mí, estaré con alergia toda la bendita mañana, por lo menos ten la decencia de amanecer conmigo, aunque esto sea un puto trato– espete molesta. Él solo agacho el rostro, se limpió la sangre que corría de su labio y me vio con esos ojos que solamente él podía hacer a que me quebrara por dentro, tal vez me había pasado de tono o con lo que había dicho, pero, yo tampoco merecía esto, no merecía estar pensándolo todo el día, amándolo sin su permiso o conocimiento y, no solo que viniera a reclamarme que el tonto de Romeo me haya querido besar. –S
Harry: No deje que emitiera palabra alguna, solo me enfoque en devorar su boca, sus labios carmesíes me volvían loco, la veneraba, era mi nueva musa y no pude evitar perderme en ella, y menos, olvidar que me estaba dando la alegría más grande, mi hijo y su amor. –Déjame explicarte todo, déjame hacerte participe de mi vida, porque en serio, te amo y sin tu permiso– dijo decidida y eso me desconcertaba, en la cabeza me pasaron muchas locuras, tal vez la orille a este punto, y no debía de ser así, todo era a su tiempo, así como yo no me habría aun a ella. –No hablemos de eso ahora, mi amor. Desnúdate para mí, por favor Me encantaba verla desnuda y el compás de sus tetas cremosas y grandes, su desnudez era el mejor atuendo que tenía, me encantaba ver esos rollitos que se le hacían en la piel por el embarazo, la amaba totalmente, era perfecta y nunca había contemplado un cuerpo como el de mi mujer… Ella sonrió tímida, bajo la luz de la luna, era bellísima… la maternidad le sentaba tan
Mila: Me quede pasmada, que este hombre me dijera muchas cosas hermosas me ponía a dudar, y no es que no le creyera, simplemente estábamos enredados por un embarazo, eso me lo había dejado muy claro desde el principio, pero, había algo en su voz y en su mirada que me hacían creer que lo que de verdad sentía hacia mí si era amor, y amor del bueno. Él seguía esperando una respuesta con el anillo expuesto, un hermoso y fino anillo de diamantes irisados, el sol me bañaba con su bondad hecha rayitos y mi hijo estaba emocionado en el vientre, definitivamente era de dejar de tambalear y dudar y aceptar de frente al amor, dejar de recibir poco porque realmente merecíamos todo el amor y felicidad del mundo. –¡acepto, mi amor! –espete emocionada, abalanzándome hacia el él, llore muchísimo, no voy a negarlo. La gente de palacio había visto la escena tan llena de amor, lágrimas y promesas que de una se caería, porque en cuanto nos besamos, muchos flashes de cámaras empezaron a relucir, y defi
Mila Me despedí del rey y de sus aposentos, dirigiéndome a buscar a Harry para poder hablar con él, cuando estaba a punto de cruzar el pasillo que me conducía al ala donde estaba la reina madre, inmediatamente Harry venia molesto y cuando me vio, instantáneamente me tomo del brazo, sujetándome fuerte y me abrazo con esa misma fuerza descomunal, su corazón estaba agitado y su pecho subía a una velocidad que nunca antes se la había podido controlar, trago saliva y le lanzo una mirada de desaprobación a Gretel, llevándome casi a rastras hacia nuestro lugar seguro. Yo había cometido una imprudencia al querer buscarlo a la cueva del lobo y, obviamente no debía alterar más las cosas y menos con el pedido que me había encargado el rey sobre la entrevista con su majestad. Llegamos por fin a su habitación, abrió la puerta de está metiéndome con delicadeza y se quedó afuera hablando con Gretel, sabía que le estaba hablando fuerte por el tema de que me haya llevado hacia ese lugar prohibido, y
Mila –¿Qué hacia la reina aquí? –dijo Gretel, ayudando a quitarme la ropa. –No lo sé, solo hablo de que Harry y yo habíamos convertido el castillo en un burdel. –¿En serio? No lo puedo creer, además; ustedes ya pronto se casarán y pues ya viene un bebé en camino, no es nada inmoral lo que hacen. Sonreí después de haber vomitado parte de la cena y del picnic de ayer, Gretel me preparo la tina con agua tibia y me sumergí por unos cuarenta y cinco minutos, necesitaba relajarme y recomponerme, en parte, la visita inesperada de la reina hacia mi habitación me había dado tarjeta blanca para poder entrevistarla, algo malévolo ocultaba aparte del acto atroz del que se le acusaba hacia la duquesa. –Hoy a las ocho tiene clase de etiqueta con el señor Alighieri, seguido de una hora de clase de bailes de salón y, por último, la prueba de la flecha. –¿prueba de la flecha? –Así es mi lady, por ahora entrenara tranquila, pero espero tenga buena puntería para que cuando lance la flecha enardeci
Harry: Después de aquel baile con Mila, de sentir a nuestro hijo por primera vez, nuestra relación como pareja había mejorado, aunque ella seguía sin creerme el cambio tan abrupto de actitud, decidí seguir luchando por una nueva oportunidad.Mi madre llegaba cada mañana a constatar el estado de Mila en las clases con Gustav, mientras que la cuna de mi panquecito hacia todo de una manera muy desenvuelta, adaptándose rápidamente al ritmo de Alighieri, y, yo era su conejillo de indias al momento del baile y de la práctica de la flecha enardecida. Todos los días de esas dos semanas estuve pegado a ella y a mi hijo, luchando para que ella aprendiera rápido y de una buena manera, aunque debía de hacer suficiente fuerza y eso me asustaba, porque ya a sus cuatro meses había cosas que no podía hacer como tal.–Quiero invitarte hoy– dije cerca de su oído, pegado a su espalda y tomando su mano derecha, con la cual agarraba la flecha que estaba a punto de lanzar.–Dime, cariño mio.–vayamos a ce
Mila:Después de todo lo que había pasado en esa cena especial en la casa del bello Jake y Amanda, decidimos regresar a casa caminando, ya que el trote del carruaje en los caballos me había sobresaltado el estómago y panquecito era muy sensible, gracias al cielo Jake le presto ropa a Harry, se veía tan guapo incluso hasta de plebeyo, era incluso hasta más guapo que de costumbre.–De noche, Windertrov es precioso, mágico– exclame, mientras caminábamos a un ritmo lento.–Si, de hecho, a esta hora es hermosa la ciudad, si estas calles hablaran Mila, te contarían todo lo que pensaba cada que las pisaba a esta hora de la madrugada.Definitivamente esta faceta era la que me derretía por completo, porque así era como se sentía que auténticamente; Harry Wild, era un ser humano como todos, con momentos débiles y que era sensible a lo que podía pasarle.–Ahora ya no estás solo, el pasado duele y arrastra recuerdos, pero aquí estamos juntos, con un bebé a bordo y esperando a casarnos, todo saldr