Amor y más amor...
Mila: Me quede pasmada, que este hombre me dijera muchas cosas hermosas me ponía a dudar, y no es que no le creyera, simplemente estábamos enredados por un embarazo, eso me lo había dejado muy claro desde el principio, pero, había algo en su voz y en su mirada que me hacían creer que lo que de verdad sentía hacia mí si era amor, y amor del bueno. Él seguía esperando una respuesta con el anillo expuesto, un hermoso y fino anillo de diamantes irisados, el sol me bañaba con su bondad hecha rayitos y mi hijo estaba emocionado en el vientre, definitivamente era de dejar de tambalear y dudar y aceptar de frente al amor, dejar de recibir poco porque realmente merecíamos todo el amor y felicidad del mundo. –¡acepto, mi amor! –espete emocionada, abalanzándome hacia el él, llore muchísimo, no voy a negarlo. La gente de palacio había visto la escena tan llena de amor, lágrimas y promesas que de una se caería, porque en cuanto nos besamos, muchos flashes de cámaras empezaron a relucir, y defi
Mila Me despedí del rey y de sus aposentos, dirigiéndome a buscar a Harry para poder hablar con él, cuando estaba a punto de cruzar el pasillo que me conducía al ala donde estaba la reina madre, inmediatamente Harry venia molesto y cuando me vio, instantáneamente me tomo del brazo, sujetándome fuerte y me abrazo con esa misma fuerza descomunal, su corazón estaba agitado y su pecho subía a una velocidad que nunca antes se la había podido controlar, trago saliva y le lanzo una mirada de desaprobación a Gretel, llevándome casi a rastras hacia nuestro lugar seguro. Yo había cometido una imprudencia al querer buscarlo a la cueva del lobo y, obviamente no debía alterar más las cosas y menos con el pedido que me había encargado el rey sobre la entrevista con su majestad. Llegamos por fin a su habitación, abrió la puerta de está metiéndome con delicadeza y se quedó afuera hablando con Gretel, sabía que le estaba hablando fuerte por el tema de que me haya llevado hacia ese lugar prohibido, y
Mila –¿Qué hacia la reina aquí? –dijo Gretel, ayudando a quitarme la ropa. –No lo sé, solo hablo de que Harry y yo habíamos convertido el castillo en un burdel. –¿En serio? No lo puedo creer, además; ustedes ya pronto se casarán y pues ya viene un bebé en camino, no es nada inmoral lo que hacen. Sonreí después de haber vomitado parte de la cena y del picnic de ayer, Gretel me preparo la tina con agua tibia y me sumergí por unos cuarenta y cinco minutos, necesitaba relajarme y recomponerme, en parte, la visita inesperada de la reina hacia mi habitación me había dado tarjeta blanca para poder entrevistarla, algo malévolo ocultaba aparte del acto atroz del que se le acusaba hacia la duquesa. –Hoy a las ocho tiene clase de etiqueta con el señor Alighieri, seguido de una hora de clase de bailes de salón y, por último, la prueba de la flecha. –¿prueba de la flecha? –Así es mi lady, por ahora entrenara tranquila, pero espero tenga buena puntería para que cuando lance la flecha enardeci
Harry: Después de aquel baile con Mila, de sentir a nuestro hijo por primera vez, nuestra relación como pareja había mejorado, aunque ella seguía sin creerme el cambio tan abrupto de actitud, decidí seguir luchando por una nueva oportunidad.Mi madre llegaba cada mañana a constatar el estado de Mila en las clases con Gustav, mientras que la cuna de mi panquecito hacia todo de una manera muy desenvuelta, adaptándose rápidamente al ritmo de Alighieri, y, yo era su conejillo de indias al momento del baile y de la práctica de la flecha enardecida. Todos los días de esas dos semanas estuve pegado a ella y a mi hijo, luchando para que ella aprendiera rápido y de una buena manera, aunque debía de hacer suficiente fuerza y eso me asustaba, porque ya a sus cuatro meses había cosas que no podía hacer como tal.–Quiero invitarte hoy– dije cerca de su oído, pegado a su espalda y tomando su mano derecha, con la cual agarraba la flecha que estaba a punto de lanzar.–Dime, cariño mio.–vayamos a ce
Mila:Después de todo lo que había pasado en esa cena especial en la casa del bello Jake y Amanda, decidimos regresar a casa caminando, ya que el trote del carruaje en los caballos me había sobresaltado el estómago y panquecito era muy sensible, gracias al cielo Jake le presto ropa a Harry, se veía tan guapo incluso hasta de plebeyo, era incluso hasta más guapo que de costumbre.–De noche, Windertrov es precioso, mágico– exclame, mientras caminábamos a un ritmo lento.–Si, de hecho, a esta hora es hermosa la ciudad, si estas calles hablaran Mila, te contarían todo lo que pensaba cada que las pisaba a esta hora de la madrugada.Definitivamente esta faceta era la que me derretía por completo, porque así era como se sentía que auténticamente; Harry Wild, era un ser humano como todos, con momentos débiles y que era sensible a lo que podía pasarle.–Ahora ya no estás solo, el pasado duele y arrastra recuerdos, pero aquí estamos juntos, con un bebé a bordo y esperando a casarnos, todo saldr
Harry:Había ido a arreglar temas como el futuro rey de Windertrov, mi padre estaba un poco confundido con ciertas cuestiones que amenazaban con desprestigiar a la corona y una de esas, era la muerte de la duquesa Anelisse, aunque era un secreto a voces, él no podía permitir que este secreto saliera a la luz pública, de manera que la cena de compromiso con Mila, ellos la veían como una cortina de humo ante tal escandalo atroz. Y es que; si de escándalos atroces, el escándalo real que había sido de nuevo protagonista hace unos meses con la llegada del bebé y de Mila a mi vida, este era uno de los que no se habían podido controlar, y bueno, el consejo de la realiza me estaba presionando para realizar esa cena de compromiso en el castillo de Zaldibia, uno de los más bellos y de donde mi difunta abuela había tenido una de las mejores infancias, así que bueno, entre esa coordinación y de los temas también de estado, había un sentimiento que no me dejaba tranquilo, y ese era relacionado a m
MilaRealmente yo no entendía por qué siempre que Harry salía del castillo debían de pasarme cosas estresantes. Después del encontronazo con Virginia, la supuesta buena acción de la reina Clarissa y, la intromisión de Romeo, esto había sido demasiado, al punto exacto de sufrir un colapso.Harry había alimentado el amor que yo le tenía con buenas acciones, pero, no sabíamos que tanto tendríamos que enfrentar para ser felices y tener a nuestro hijo con bien y en paz.El medico me dio una pastilla para el dolor, no le afectaría a mi bebé, pero Harry aun no aparecía, todos estaban en mi habitación, en ese momento no quería discutir, pero, le pedí a Gretel que se quedara conmigo, que no me dejara sola en ningún momento y que le hablara a Harry al respecto de lo que había sucedido.Caí en un sueño profundo, los dolores habían cesado, pero me sentía demasiado vulnerable, frágil e indefensa y quería regresarme a casa, extrañaba una vida normal y es que, también era una joven de veintitrés año
Harry:Una niña era la que había hecho todo este revuelo, una hermosa niña que había puesto mi mundo de cabeza, al igual que su bella madre, mi padre se emociono demasiado, Lorain, que había llegado hace un tiempo, traía noticias referentes a la familia de Mila y también parte del trabajo en el que se ocupaba mi mujer, le rogué que no le dijera nada hasta que naciera mi hija, aunque lo del asunto familiar si era importante que ella lo supiera, y bueno, con el tema que papá le había encargado a Mila, le pedí que desistiera de eso ya que no quería que las mujeres de mi vida estuvieran en peligro.–¿en serio debemos estar en el hospital por tres meses más? –pregunto Mila, con su cara de coqueta, esa cara que ya había aprendido a conocer cuando quería algo. –Yo creo que eso es un tanto extremo, yo propongo que pasen ese tiempo en el castillo de Luthiel, es tranquilo, tu madre y nadie llegara a molestarlos, es mi palabra la que pesa y vale, Harry– dijo mi padre, mientras se lanzaban mirad