CAPÍTULO 72: NO CREO NI UNA SOLA DE TUS PALABRASNatalieSolo tengo algunas horas en la Casa de Ethan y de pronto, Michael aparece. Esto no puede estar pasándome. Es como si él todo este tiempo hubiese estado vigilándome, como si supiera que estaba allí en el hospital, pero simplemente decidió no aparecer hasta que me fui. Ahora me llama desesperadamente diciendo que quiere hablar conmigo, pero yo no quiero escuchar ni una sola de sus mentiras.—Toma Ethan —contesta tú, dile que no quiere hablar con él.—¿Estás segura?—Sí, estoy segura, por favor, dile que no quiero hablar con él, que deje de llamarme.—Muy bien, se lo diré. —Le paso el celular a Ethan quién de inmediato contesta la llamada.—Ella no quiere hablar contigo, deja de llamarla —dice tajante y enseguida cuelga el celular.Mi corazón no para de palpitar acelerado. A pesar de todo, a pesar de las mentiras. la idea de que ha vuelto me emociona de cierta manera. Quisiera pedirle una explicación, quisiera que me dijese que tod
CAPÍTULO 73: EL LOBO DISFRAZADO DE OVEJANatalie—¿De qué estás hablando, Natalie, a qué te refieres?—¿A qué me refiero? —Me doy media vuelta y entro a la casa para buscar la carpeta. No la dejé muy lejos, así que no demoro demasiado en volver. Él intenta entrar, pero yo le pongo la mano en el pecho para que no lo haga y lo empujo un poco hacia afuera. Abro la carpeta y empezó a arrojar todos los maldit0s papeles en su cara.—¡A esto me refiero! ¡Esto!, ¡esto! ¡Y esto! “Camaleón” —espeto con desdén.Michael observa todas las fotografías, los documentos, los falsos documentos. Todo lo que prueba, quién es él en realidad.—¿De dónde sacaste esto?—No importa de dónde lo saqué, lo que importa es que están ahí. Dime, ¿es verdad? ¿Eres un mafioso?No se suponía que te enterases de esta manera.—¿Entonces no vas a negarlo? —preguntó, conteniendo el nudo en mi garganta. No puede ser posible. Por un momento tenía la esperanza de que fuese falso.—No puedo negar algo que es cierto. Pero Natal
CAPÍTULO 74: TE PROTEGERÉ DE TODOS MODOSMichaelRegresó al Pent-house sin saber realmente qué hacer. Nunca me había sentido tan impotente, en especial porque creí que Natalie siquiera me daría la oportunidad de escucharme, pero al parecer el idiota de Ethan le ha dicho cosas que no son verdad; o quizá, ha exagerado la realidad.No sé cómo descubrió quién soy, pero no tengo tiempo para pensar en eso ahora. Sé que Natalie no quiso creerme acerca de su madre, pero eso no significa que no sea real.Sabía que esto pasaría. Sabía que si le decía la verdad, ella iba a mirarme con ojos diferentes. No puedo borrar esa mirada de mi mente, el desprecio, el miedo en sus ojos. Me duele. Por primera vez me siento realmente vulnerable. Sin quererlo o tal vez queriendo, le abrí mi corazón y mi alma a esta mujer. Nunca nadie se había acercado tanto a conocer mi verdadero yo, mi interior. Y aunque no puedo culparla, Natalie no tiene idea de que me ha destruido.Una parte de mí desea sacarla de esa cas
CAPÍTULO 75: NO LO PERMITIRÉNatalieEl rostro de Ethan cambia por completo. Su mirada es lasciva, al mismo tiempo que me produce un terror absoluto. Me tiene acorralada contra la pared, así que no puedo hacer nada. De pronto ciñe su mano contra mi cuello y me aprieta con fuerza.Nunca me había sentido tan aterrorizada en la vida como ahora. Ni siquiera cuando Michael apareció en mi vida demandando que me casase con él para salvar la vida de mi hermano.Abro los ojos hasta el límite, lo tomo del brazo con desesperación tratando de suplicarle con la mirada, que me deje en paz, que me libere, pero él está totalmente desconocido. —E-E…Et… Ethan… por favor... no… —Es todo lo que logró decir. El parece volver en sí y entonces me suelta el cuello.Tomo una bocanada de aire desesperadamente y trato de huir. Sin embargo, él vuelve a sujetarme, esta vez de los brazos; pega mis muñecas contra la pared. Las lágrimas vuelven a brotar de mis ojos. No entiendo qué está pasando, ¿por qué me está h
CAPÍTULO 76: EL LIDER DE LA MAFIA BROTHERHOODEthanDespierto sintiendo mi cara bañada de un líquido extraño. Cuando abro los ojos y veo todo rojo, me doy cuenta de que nada salió como esperaba. Intento levantarme, pero no puedo, es como si estuviera paralizado, como si estuviese atrapado en mi propio cuerpo.No sé cuánto tiempo pasa. En algún momento siento un par de manos que me voltean, y una voz que se escucha a lo lejos, pero ahora no puedo abrir los ojos.—Jefe, jefe, jefe ¿se encuentra bien?Quisiera responderle que no, por supuesto que no, idiota. No obstante, todo lo que puedo hacer es murmullo ininteligible y casi audible.—¡Titán! ¡Titán! ¡Muévete y ayúdame! Tenemos que llevarle al hospital ahora.Ahora comprendo quienes se encuentran aquí Son mis hombres: Titán y Roco. Siento que ambos me levantan Tomándome de las piernas y la cabeza, así me llevan así hasta el auto y me recuestan en el asiento trasero. Ambos parecen subirse al auto para llevarme al hospital.—¿Jefe, quién
CAPÍTULO 77: EL ENEMIGO SIEMPRE ESTUVO AHÍMichael Esa misma mañana me despierto con una sensación muy extraña en el estómago. Tomo mis cosas y mientras espero que Axel llegue, regreso al departamento de Natalie, quizá con la esperanza de que ella esté allí esperándome, pero, como era obvio, cuando llego no está. John tampoco, por supuesto. Después de lo que sucedió, le dije que se fuera, solo por si acaso.A pesar de que solo han pasado algunos meses, estar aquí me hace sentir como si hubiese vivido toda una vida con ella. Entro en nuestra habitación y tomó una de sus fotografías le acaricio con el dedo sin dejar de tener esta horrible sensación de vacío en mi pecho.—Lo siento tanto, Natalie, pero si hubiera sido honesto contigo desde el principio, probablemente jamás me hubieras aceptado.Sé que mis métodos son cuestionables, sé que la engañé y la lastimé. No obstante, sea como sea, la amo con todo mi corazón y podría protegerla incluso con mi propia vida.Me siento en la cama pen
CAPÍTULO 78: SECUESTRADA POR LA MAFIANatalieAbro los ojos sintiendo un intenso dolor en mis muñecas y mis piernas. Pero ese dolor no se compara con lo que siento en mi vientre. Es un dolor desgarrador, igual que cuando desperté en el hospital y había perdido a mi bebé. Entro en pánico al darme cuenta de que no puedo moverme. Estoy atada en una silla de madera, en un cuarto completamente vacío y con la luz apagada, salvo por la que ilumina mi cabeza.Empiezo a hiperventilar; asustada, aterrorizada. No sé dónde estoy, no sé lo que pasa. Mi garganta suena rasposa y seca; no puedo hablar. Quiero llorar, pero ni siquiera eso sale de mis ojos. Poco a poco, los recuerdos comienzan a volver a mi mente. Recuerdo que unos tipos me agarraron por la carretera. Y no sé por qué, pero algo me dice que eso no fue casual, que tal vez, está relacionado con Michael.—Hola, por favor, ¿hay alguien ahí? Por favor, suéltenme déjenme ir, se lo suplico.—No hay respuesta de nadie. No sé qué es lo que ocurr
CAPÍTULO 79: HE CAÍDO EN LA TRAMPAMichaelEl alivio llega a mí cuando descubro que la sangre le pertenece a Ethan y no a Natalie. Escuchó a la policía conjeturar que alguien lo atacó, aunque no está muy claro quién fue, pero a mí sí me queda claro. Tuvo que haber sido ella defendiéndose de ese imbécil. No sé qué le habrá hecho, no sé dónde está, solamente espero que esté bien, pero algo me dice que no es así.Me encuentro con Axel a mitad del camino. Cuando nos reunimos, me muestra todas las evidencias que han encontrado para relacionar a Ethan con la mafia, pero ninguna de ellas es demasiado concluyente. Nada de esto podría servirme para mandarlo a presión, aunque es motivación suficiente para matarlo con mis propias manos.—Vamos a Axel, no sé dónde está Natalie, pero sé dónde está ese imbécil.Conduzco como un desquiciado hacia el hospital. Escuché a la policía decir que lo tenían en el mismo lugar donde Natalie estuvo hospitalizada. Cuando llego, subo las escaleras a la velocidad