CAPÍTULO 77: EL ENEMIGO SIEMPRE ESTUVO AHÍMichael Esa misma mañana me despierto con una sensación muy extraña en el estómago. Tomo mis cosas y mientras espero que Axel llegue, regreso al departamento de Natalie, quizá con la esperanza de que ella esté allí esperándome, pero, como era obvio, cuando llego no está. John tampoco, por supuesto. Después de lo que sucedió, le dije que se fuera, solo por si acaso.A pesar de que solo han pasado algunos meses, estar aquí me hace sentir como si hubiese vivido toda una vida con ella. Entro en nuestra habitación y tomó una de sus fotografías le acaricio con el dedo sin dejar de tener esta horrible sensación de vacío en mi pecho.—Lo siento tanto, Natalie, pero si hubiera sido honesto contigo desde el principio, probablemente jamás me hubieras aceptado.Sé que mis métodos son cuestionables, sé que la engañé y la lastimé. No obstante, sea como sea, la amo con todo mi corazón y podría protegerla incluso con mi propia vida.Me siento en la cama pen
CAPÍTULO 78: SECUESTRADA POR LA MAFIANatalieAbro los ojos sintiendo un intenso dolor en mis muñecas y mis piernas. Pero ese dolor no se compara con lo que siento en mi vientre. Es un dolor desgarrador, igual que cuando desperté en el hospital y había perdido a mi bebé. Entro en pánico al darme cuenta de que no puedo moverme. Estoy atada en una silla de madera, en un cuarto completamente vacío y con la luz apagada, salvo por la que ilumina mi cabeza.Empiezo a hiperventilar; asustada, aterrorizada. No sé dónde estoy, no sé lo que pasa. Mi garganta suena rasposa y seca; no puedo hablar. Quiero llorar, pero ni siquiera eso sale de mis ojos. Poco a poco, los recuerdos comienzan a volver a mi mente. Recuerdo que unos tipos me agarraron por la carretera. Y no sé por qué, pero algo me dice que eso no fue casual, que tal vez, está relacionado con Michael.—Hola, por favor, ¿hay alguien ahí? Por favor, suéltenme déjenme ir, se lo suplico.—No hay respuesta de nadie. No sé qué es lo que ocurr
CAPÍTULO 79: HE CAÍDO EN LA TRAMPAMichaelEl alivio llega a mí cuando descubro que la sangre le pertenece a Ethan y no a Natalie. Escuchó a la policía conjeturar que alguien lo atacó, aunque no está muy claro quién fue, pero a mí sí me queda claro. Tuvo que haber sido ella defendiéndose de ese imbécil. No sé qué le habrá hecho, no sé dónde está, solamente espero que esté bien, pero algo me dice que no es así.Me encuentro con Axel a mitad del camino. Cuando nos reunimos, me muestra todas las evidencias que han encontrado para relacionar a Ethan con la mafia, pero ninguna de ellas es demasiado concluyente. Nada de esto podría servirme para mandarlo a presión, aunque es motivación suficiente para matarlo con mis propias manos.—Vamos a Axel, no sé dónde está Natalie, pero sé dónde está ese imbécil.Conduzco como un desquiciado hacia el hospital. Escuché a la policía decir que lo tenían en el mismo lugar donde Natalie estuvo hospitalizada. Cuando llego, subo las escaleras a la velocidad
CAPÍTULO 80: NO ES MICHAELNatalieNo sé cuántos días llevo atrapada en este lugar. Solo me dan un vaso de agua al día y una comida. Al menos debo agradecer que ninguno de esos enfermos ha intentado tocarme, pero sospecho que esa ha sido una orden de Michael.Mientras más pienso en todo lo que ha ocurrido entre los dos, más me doy cuenta de que fui una completa tonta, una ciega. Me enamoré de él y elegí no ver más allá de las cosas evidentes que él ocultaba ante mí.Ahora comprendo cómo consiguió el dinero para todo lo que parecía imposible, cómo logró sacar a mi hermano de la cárcel e incluso conseguir al médico para mi abuelo o para mí.A pesar de todos sus actos de supuesta valentía y caballerismo, estoy segura de que nada de eso fue real. Solo lo hizo para seguir ganándose mi confianza y conseguir más acceso a mi empresa.Me duele profundamente su engaño, pero intento odiarlo con todas mis fuerzas y no puedo hacerlo.La pequeña ventana en la pared es lo único que me deja saber el p
CAPÍTULO 81: SALDRÉ DE AQUÍ A COMO DÉ LUGARMichaelCamino de un lado a otro como una fiera enjaulada, y es que, en realidad, eso soy. Llevo una maldit4 semana encerrado aquí y la desesperación está a punto de hacer que trepe las paredes. No sé nada de Natalie, ni qué horrores podría estar haciéndole ese sujeto ahora mismo.Mi padre envió a un abogado para ayudarme, pero las supuestas pruebas de que he sido yo el que ha atacado a Ethan no me permiten salir de este lugar.Se supone que hoy es el día de mi audiencia, pero todo lo que pienso es en escapar de aquí.Mi abogado llega justo a tiempo para evitar que mi desesperación me lleve a matar al primer pobre p3ndejo que pase por aquí.—A la hora que apareces Ruiz —protesto.—Cállate y sígueme —murmura.Comprendo que tal vez esta es la oportunidad que he estado esperando. Asiento en silencio y dejo que me guíe hasta la sala de interrogatorio donde podemos tener un momento “a solas”.Nos sentamos a la mesa, Ruiz abre una carpeta marrón y
CAPÍTULO 82: MICHAEL, VEN POR MÍNatalieYa ni siquiera me importa el dolor en mi vientre, todo lo que demás que ha pasado es irrelevante porque las horas en este lugar son como años y los días, siglos. Me he secado de tanto llorar, pensando en lo tonta que he sido al dejarme engañar por estos hombres.Ethan ha regresado algunas veces con la intención de abus4r de mí, pero no sé por qué al final se detiene y no lo hace. Sin embargo, esta noche creo que no tendré tanta suerte.La puerta se abre de improvisto e Ethan entra y esta vez no trae una cara amable.—Ethan, no por favor, te lo suplico.—Te he dado muchas oportunidades Natalie, se acabó mi paciencia.—¡No! ¡No por favor! —grito, pero a él no le interesa mi negativa, mucho menos si con esto me hace un daño de por vida. Comienza a sacarse el cinturón y me acorrala contra la cama y la pared sin darme espacio para escapar.De inmediato se va sobre mí y me somete sujetando mis manos con fuerza.—Vas a ser mía quieras o no.—Ethan, po
CAPÍTULO 83: ALGO HA MUERTO EN MI INTERIORNatalieCierro los ojos, el corazón me late tan fuerte que es todo lo que puedo escuchar en mis oídos. La mano de Ethan que me sujetaba con fuerza me libera de pronto, pienso que quizá el francotirador que estaba arriba lo ha matado, pero no me atrevo a mirar.De pronto, alguien me sacude trayéndome de vuelta a la realidad. Abro mis ojos de golpe y me doy cuenta de que nada ocurrió como yo esperaba.Hay un montón de policías rodeando la escena, se llevan a varios detenidos, pero no veo a Michael entre ellos. Eso hasta que mi vista se fija en el suelo y los oficiales que tratan de acordonar la escena.A pesar de que hay voces a mi alrededor que me hablan, no puedo escuchar nada. Levanto la mirada hacia arriba y veo muerto al hombre con el arma que hace unos segundos le apuntaba a Ethan.Vuelvo la vista hacia abajo y entonces comprendo que ese hombre en el suelo no es Ethan, y que los disparos que escuché habían sido para matar al francotirador
CAPÍTULO 84: UNA PROMESANatalieDos semanas después…Mi vida dio un giro de ciento ochenta grados desde que todo aquello sucedió. La policía confirmó la muerte de Michael e informó que Ethan sigue prófugo de la justicia.Las acciones de los hospitales Blackwood cayeron en picada y mientras investigan si sus negocios sucios tienen relación con Ethan, su padre lo ha perdido todo.Pero yo no me he quedado atrás. Mi empresa también se sometió a investigación, en especial después de descubrir todo lo que hizo mi madre.No puedo creer que haya sido ella la causante de la pérdida de mi hijo. Todo este tiempo culpé a Michael pensando que tenía que ver con la vida secreta que me ocultaba, pero resultó que mi propio enemigo había estado ahí todo el tiempo.Cuando mi abuelo me reveló que yo en realidad no era su hija biológica, eso rompió mi corazón, pero sigo en shock, es como si otra Natalie viviera mi vida y no yo.Tengo todo este tiempo viviendo en la mansión de los Dupont, ya ni siquiera s