CAPÍTULO 74: TE PROTEGERÉ DE TODOS MODOSMichaelRegresó al Pent-house sin saber realmente qué hacer. Nunca me había sentido tan impotente, en especial porque creí que Natalie siquiera me daría la oportunidad de escucharme, pero al parecer el idiota de Ethan le ha dicho cosas que no son verdad; o quizá, ha exagerado la realidad.No sé cómo descubrió quién soy, pero no tengo tiempo para pensar en eso ahora. Sé que Natalie no quiso creerme acerca de su madre, pero eso no significa que no sea real.Sabía que esto pasaría. Sabía que si le decía la verdad, ella iba a mirarme con ojos diferentes. No puedo borrar esa mirada de mi mente, el desprecio, el miedo en sus ojos. Me duele. Por primera vez me siento realmente vulnerable. Sin quererlo o tal vez queriendo, le abrí mi corazón y mi alma a esta mujer. Nunca nadie se había acercado tanto a conocer mi verdadero yo, mi interior. Y aunque no puedo culparla, Natalie no tiene idea de que me ha destruido.Una parte de mí desea sacarla de esa cas
CAPÍTULO 75: NO LO PERMITIRÉNatalieEl rostro de Ethan cambia por completo. Su mirada es lasciva, al mismo tiempo que me produce un terror absoluto. Me tiene acorralada contra la pared, así que no puedo hacer nada. De pronto ciñe su mano contra mi cuello y me aprieta con fuerza.Nunca me había sentido tan aterrorizada en la vida como ahora. Ni siquiera cuando Michael apareció en mi vida demandando que me casase con él para salvar la vida de mi hermano.Abro los ojos hasta el límite, lo tomo del brazo con desesperación tratando de suplicarle con la mirada, que me deje en paz, que me libere, pero él está totalmente desconocido. —E-E…Et… Ethan… por favor... no… —Es todo lo que logró decir. El parece volver en sí y entonces me suelta el cuello.Tomo una bocanada de aire desesperadamente y trato de huir. Sin embargo, él vuelve a sujetarme, esta vez de los brazos; pega mis muñecas contra la pared. Las lágrimas vuelven a brotar de mis ojos. No entiendo qué está pasando, ¿por qué me está h
CAPÍTULO 76: EL LIDER DE LA MAFIA BROTHERHOODEthanDespierto sintiendo mi cara bañada de un líquido extraño. Cuando abro los ojos y veo todo rojo, me doy cuenta de que nada salió como esperaba. Intento levantarme, pero no puedo, es como si estuviera paralizado, como si estuviese atrapado en mi propio cuerpo.No sé cuánto tiempo pasa. En algún momento siento un par de manos que me voltean, y una voz que se escucha a lo lejos, pero ahora no puedo abrir los ojos.—Jefe, jefe, jefe ¿se encuentra bien?Quisiera responderle que no, por supuesto que no, idiota. No obstante, todo lo que puedo hacer es murmullo ininteligible y casi audible.—¡Titán! ¡Titán! ¡Muévete y ayúdame! Tenemos que llevarle al hospital ahora.Ahora comprendo quienes se encuentran aquí Son mis hombres: Titán y Roco. Siento que ambos me levantan Tomándome de las piernas y la cabeza, así me llevan así hasta el auto y me recuestan en el asiento trasero. Ambos parecen subirse al auto para llevarme al hospital.—¿Jefe, quién
CAPÍTULO 77: EL ENEMIGO SIEMPRE ESTUVO AHÍMichael Esa misma mañana me despierto con una sensación muy extraña en el estómago. Tomo mis cosas y mientras espero que Axel llegue, regreso al departamento de Natalie, quizá con la esperanza de que ella esté allí esperándome, pero, como era obvio, cuando llego no está. John tampoco, por supuesto. Después de lo que sucedió, le dije que se fuera, solo por si acaso.A pesar de que solo han pasado algunos meses, estar aquí me hace sentir como si hubiese vivido toda una vida con ella. Entro en nuestra habitación y tomó una de sus fotografías le acaricio con el dedo sin dejar de tener esta horrible sensación de vacío en mi pecho.—Lo siento tanto, Natalie, pero si hubiera sido honesto contigo desde el principio, probablemente jamás me hubieras aceptado.Sé que mis métodos son cuestionables, sé que la engañé y la lastimé. No obstante, sea como sea, la amo con todo mi corazón y podría protegerla incluso con mi propia vida.Me siento en la cama pen
CAPÍTULO 78: SECUESTRADA POR LA MAFIANatalieAbro los ojos sintiendo un intenso dolor en mis muñecas y mis piernas. Pero ese dolor no se compara con lo que siento en mi vientre. Es un dolor desgarrador, igual que cuando desperté en el hospital y había perdido a mi bebé. Entro en pánico al darme cuenta de que no puedo moverme. Estoy atada en una silla de madera, en un cuarto completamente vacío y con la luz apagada, salvo por la que ilumina mi cabeza.Empiezo a hiperventilar; asustada, aterrorizada. No sé dónde estoy, no sé lo que pasa. Mi garganta suena rasposa y seca; no puedo hablar. Quiero llorar, pero ni siquiera eso sale de mis ojos. Poco a poco, los recuerdos comienzan a volver a mi mente. Recuerdo que unos tipos me agarraron por la carretera. Y no sé por qué, pero algo me dice que eso no fue casual, que tal vez, está relacionado con Michael.—Hola, por favor, ¿hay alguien ahí? Por favor, suéltenme déjenme ir, se lo suplico.—No hay respuesta de nadie. No sé qué es lo que ocurr
CAPÍTULO 79: HE CAÍDO EN LA TRAMPAMichaelEl alivio llega a mí cuando descubro que la sangre le pertenece a Ethan y no a Natalie. Escuchó a la policía conjeturar que alguien lo atacó, aunque no está muy claro quién fue, pero a mí sí me queda claro. Tuvo que haber sido ella defendiéndose de ese imbécil. No sé qué le habrá hecho, no sé dónde está, solamente espero que esté bien, pero algo me dice que no es así.Me encuentro con Axel a mitad del camino. Cuando nos reunimos, me muestra todas las evidencias que han encontrado para relacionar a Ethan con la mafia, pero ninguna de ellas es demasiado concluyente. Nada de esto podría servirme para mandarlo a presión, aunque es motivación suficiente para matarlo con mis propias manos.—Vamos a Axel, no sé dónde está Natalie, pero sé dónde está ese imbécil.Conduzco como un desquiciado hacia el hospital. Escuché a la policía decir que lo tenían en el mismo lugar donde Natalie estuvo hospitalizada. Cuando llego, subo las escaleras a la velocidad
CAPÍTULO 80: NO ES MICHAELNatalieNo sé cuántos días llevo atrapada en este lugar. Solo me dan un vaso de agua al día y una comida. Al menos debo agradecer que ninguno de esos enfermos ha intentado tocarme, pero sospecho que esa ha sido una orden de Michael.Mientras más pienso en todo lo que ha ocurrido entre los dos, más me doy cuenta de que fui una completa tonta, una ciega. Me enamoré de él y elegí no ver más allá de las cosas evidentes que él ocultaba ante mí.Ahora comprendo cómo consiguió el dinero para todo lo que parecía imposible, cómo logró sacar a mi hermano de la cárcel e incluso conseguir al médico para mi abuelo o para mí.A pesar de todos sus actos de supuesta valentía y caballerismo, estoy segura de que nada de eso fue real. Solo lo hizo para seguir ganándose mi confianza y conseguir más acceso a mi empresa.Me duele profundamente su engaño, pero intento odiarlo con todas mis fuerzas y no puedo hacerlo.La pequeña ventana en la pared es lo único que me deja saber el p
CAPÍTULO 81: SALDRÉ DE AQUÍ A COMO DÉ LUGARMichaelCamino de un lado a otro como una fiera enjaulada, y es que, en realidad, eso soy. Llevo una maldit4 semana encerrado aquí y la desesperación está a punto de hacer que trepe las paredes. No sé nada de Natalie, ni qué horrores podría estar haciéndole ese sujeto ahora mismo.Mi padre envió a un abogado para ayudarme, pero las supuestas pruebas de que he sido yo el que ha atacado a Ethan no me permiten salir de este lugar.Se supone que hoy es el día de mi audiencia, pero todo lo que pienso es en escapar de aquí.Mi abogado llega justo a tiempo para evitar que mi desesperación me lleve a matar al primer pobre p3ndejo que pase por aquí.—A la hora que apareces Ruiz —protesto.—Cállate y sígueme —murmura.Comprendo que tal vez esta es la oportunidad que he estado esperando. Asiento en silencio y dejo que me guíe hasta la sala de interrogatorio donde podemos tener un momento “a solas”.Nos sentamos a la mesa, Ruiz abre una carpeta marrón y