CAPÍTULO 47: AHORA SEREMOS TRESNatalieCuelgo la llamada con Michael e intento poner mi expresión más tranquila, pero la verdad es que por dentro estoy aterrada.—Doctora, ¿está completamente seguro? —Por supuesto, en la ecografía se puede apreciar muy bien al feto que se está formando. Por su tamaño y que ya se escuchan los primeros latidos del corazón, tiene seis semanas aproximadamente.Seis semanas… Estoy embarazada de seis semanas de Michael.Mi corazón da un vuelco, no sé ni cómo reaccionar. Esta mañana me desperté temprano con fuertes nauseas, no podía aguantar más así que vomité en el baño, luego de eso comencé a sentirme mareada y entonces recordé que mi menstruación no había bajado en un buen tiempo. Entré en pánico, me hice una prueba casera de las que tengo guardada en el baño por si acaso, y salió positiva. No pude creerlo, y no puedo creerlo ahora, incluso aunque tengo la visión de un pequeñísimo bebé en el monitor de la ecografía.—¿Puedo escucharlo de nuevo? Por su
CAPÍTULO 48: UN AMOR DEL PASADONatalieRegreso al penthouse sintiéndome furiosa. ¿Cómo pudo Michael hacer algo así sin decirme nada?Entro hecha una furia, pero me detengo en seco al encontrarlo sin camisa en la cocina, preparando un chocolate caliente. El pantalón negro que lleva revela sutilmente la línea de su ingle, un trapo colgado descuidadamente en su hombro le da un aire hogareño, y su cabello ligeramente despeinado lo hace ver como una de esas pinturas del renacimiento; perfecto. Sus tatuajes resaltan bajo la luz blanca de la cocina, y solo verlo me deja sin aliento.Cuando levanta su mirada hacia mí simplemente olvido por qué estaba furiosa con él.—Princesa, llegaste temprano.—Michael… yo…—Te preparé chocolate caliente —dice ofreciéndome una taza humeante y que emana un olor dulce.—Tú… —tartamudeo como una tonta, así que no me queda más que apartar la mirada—… necesito hablar contigo de lo que hiciste por Maddox.—¿De qué me hablas, princesa?—No te hagas el loco, sé qu
CAPÍTULO 49: ¿QUIÉN ES ESTE TIPO?Michael¿Quién es este imbécil y cómo se atreve a decirle eso a MÍ esposa?Aprieto los puños con fuerza hasta dejar mis nudillos en blanco, no sé cómo soy capaz de contenerme para no golpearlo directo en su estúpida cara de niño rico.—Ah… —Natalie se ríe nerviosa, ¿por qué este imbécil la pone nerviosa?—… qué gracioso Ethan.—Es la verdad, mi amor, ¿o no recuerdas nuestro tiempo juntos?—¿Qué se supone que significa eso? —cuestiono dando un paso al frente. Él me mira de pies a cabeza, su expresión es de evidente desdén, como si me considerase inferior.—Nat, ¿quién es este tipo? Bueno, no importa, debe ser tu asistente o algo así.Estoy a punto de agarrarlo de la camisa, pero Natalie interviene sujetando mi mano.—No es así, Ethan, él es mi esposo.—¡¿Esposo?! —cuestiona y suelta una carcajada—. Qué buena broma Nat, pero una mujer como tú nunca se casaría con alguien así.—¿Tú que sabes sobre con quién ella se casaría o no? —respondo apretando los di
CAPÍTULO 50: CAYENDO EN LA TRAMPANatalieMe despierto con los ojos hinchados de tanto llorar. Michael no regresó anoche y eso me rompe el corazón. Sé que está celoso por lo que hizo Ethan, pero no pensé que fuese a dejarme sola justo ahora.Pensaba revelarle que estoy embarazada, pero luego de esto, creo que es mejor esperar a que las cosas se calmen un poco.Camino arrastrando los pies hasta el baño donde lavo mi cara con abundante agua helada para que se me baje la inflamación de los ojos. Luego de bañarme, pongo una crema hidratante sobre mi piel y un poco de vitamina C para que nadie note que estuve llorando.John me saluda como todas las mañanas, pero se va al poco tiempo por algún asunto urgente. Me quedo sola en el departamento, pensando en él y deseando que regrese. Me hago un desayuno simple que termino vomitando de nuevo en el baño. Últimamente mi estómago no acepta casi nada de comida.Reviso mi celular en repetidas ocasiones, tentada a llamarlo, sin embargo, Michael no da
CAPÍTULO 51: ELLA ESTÁ ESPERANDO UN HIJO MÍOMichaelNo demoramos mucho más tiempo en el restaurante, pues no quepo de la emoción al saber que Natalie está embarazada. Cuando llegamos al pent-house le tomo entre mis brazos y la hago girar varias veces en el aire mientras ella ríe con dulzura.—¡Me has hecho el hombre más feliz de la tierra! —exclamo con entusiasmo desmedido.Natalie aterriza sobre mis zapatos y aun así sigue siendo diminuta. Sus ojos brillan de emoción, ¿Cómo es que no lo noté antes?—¿De verdad? Tenía miedo de decírtelo porque pensé que tú tal vez… no querrías esto.Me echo a reír, si tan solo ella supiera que es lo que he estado buscando desde un principio. Aunque no me hubiera molestado intentarlo unas cuantas veces más.—Por supuesto que quiero esto Natalie, te amo. Mi mayor sueño es tener una familia a tu lado.Ella se arroja a mis brazos con fuerza, nos sumimos en un beso apasionado e intenso. Mis manos recorren su cuerpo con destreza y suavidad, le cargo sosten
CAPÍTULO 52: EL REGALO “ANÓNIMO”Michael—¡No puede ser! ¿De verdad esto es para mí?Natalie se acerca al auto con emoción, lo revisa minuciosamente por todos lados en tanto yo me quedo pasmado viendo semejante lujo frente a mí. Se acerca al cartel con su nombre y lo toma. Enseguida un sobre amarillo cae al suelo. Lo recojo por ella evaluando su contenido. Son todos los documentos que certifican que le pertenece a Natalie.No necesito una confirmación para saber de quién es este regalo. Mi padre le había regalado un modelo similar a mi madre cuando estuvo embarazada de mí. Lo recuerdo porque ese auto todavía lo conserva en su cochera personal.Por supuesto, este es mucho más moderno, pero no hay dudas de que él lo ha comprado. ¿Está loco? Esto es demasiado incluso para decir que lo he hecho yo.—Según estos papeles, sí, es tuyo.—¿Has sido tú? Michael, no puedes seguir ocultándome la verdad, tú no puedes tener tanto dinero o tantos contactos como para conseguir un auto como este.—Pri
CAPÍTULO 53: LA ALEGRÍA DE CASI TODA LA FAMILIANatalie—¿Qué…? —Michael me mira de forma extraña, como si de pronto se sintiera culpable por algo.—Es que… estoy nervioso por lo de esta noche, no sé como va a reaccionar tu familia cuando se enteren del embarazo.Le sonrío con ternura, nunca lo había visto tan ansioso y nervioso como ahora. Una parte de mí se siente muy feliz de verlo así, porque eso solo puede significar que realmente está comprometido con esto, con ser una familia y dar lo mejor de sí.—No te preocupes, todos estarán muy felices… aunque… bueno, no puedo decir eso de mi madre, quizá a ella no le caiga bien la noticia.—No te ofendas, pero tu madre no me importa en lo absoluto.Me echo a reír, yo también pienso lo mismo. Seguramente se pondrá como loca cuando sepa de mi embarazo, nunca le ha gustado la idea de ser abuela.Después de ese episodio, Michael y yo nos sumergimos en las tareas de la oficina, evitando mencionar el tema del misterioso auto que apareció en el
CAPÍTULO 54: EL PASADO DE LOS DUPONTNatalieUna semana después…Me parece un sueño lo que estoy viviendo. Ya todos se han enterado de mi embarazo y no paran de felicitarme y enviarme buenos deseos. Algunas amigas y las chicas del trabajo se han tomado la libertad de darme consejos sobre cómo ser madre primeriza y aunque lo agradezco, es realmente abrumadorLa única que desearía que me dijese todas esas cosas y me ayudase con la crianza es mi madre, pero no espero contar con ella para nada de eso.Michael ha empezado a llamarme más seguido cuando estoy en la oficina y algunos días se queda a mi lado hasta que es hora de irnos. Me reconforta tener su presencia a mi lado todo el tiempo, además, cumple mis antojos ni bien los menciono.—¿En qué piensas, princesa?No me había dado cuenta de que me he quedado mirando al infinito con las manos apoyadas en mis mejillas. Michael parece llevar un buen rato observándome.—En nada y en todo en realidad. Quiero ser una buena madre para mi bebé, n