CAPÍTULO 42: ELLA CONFÍA EN MÍMichaelNatalie suspira de alivio y me rodea con sus brazos en un espontaneo abrazo que no me esperaba. Sonrío y rodeo su cuerpo contra el mío con fuerza.—¡Está bien! —exclama con felicidad.—Me alegra que todo haya salido bien, princesa.—Esto fue gracias a ti —me dice con los ojos brillantes de la euforia.—Yo no soy doctor, solo ayudé a conseguir al mejor de todos —respondo encogiéndome de hombros.Escucho a Maddox refunfuñar detrás de mí, pero hago caso omiso. Natalie vuelve a abrazarme con ternura, luego sus labios buscan los míos con una suavidad que me estremece.—Voy a… voy a tomar un café, ¿quieres algo?—Mmm, un panecillo y un jugo, por favor.Miro a Maddox y por un momento me siento tentado a irme sin preguntarle nada, pero acabo haciendo lo correcto.—¿Deseas algo?—No, nada.Me alejo por el pasillo hasta la cafetería de la planta baja. Compro un café cargado y el pedido que Natalie me hizo. El señor Dupont estará en el hospital por algunos
CAPÍTULO 43: TE PERTENEZCO, MI ÁNGELNatalieMichael me mira como si yo fuese su comida, el sex0 con él es maravilloso y a decir verdad, ya no quiero seguir reprimiendo todo lo que me hace sentir. Cuando estoy con él me siento poderosa, sensual, me siento mujer.Ahora mismo mientras me desnudo ante él, un fuego intenso domina mi interior, mi entrepierna pulsa del deseo que me produce y ¡mi Dios!, solo deseo que me haga suya.Él se deshace de toda mi ropa y me deja de pie en medio de la habitación. Me rodea por completo haciéndome sentir muy observada.—¿Qué haces? —pregunto con curiosidad genuina.—Quiero grabarme cada parte de tu cuerpo en la memoria. Eres perfecta Natalie.No puedo evitar sentir vergüenza al escucharlo. Sé que soy guapa, pero nunca me he sentido perfecta, a pesar de todo tengo inseguridades, como mis pechos pequeños, o el hecho de que no me gusta mi trasero.—No soy perfecta, tengo muchos defectos.—Yo no los veo —responde con seriedad.De pronto saca de su bolsa ne
CAPÍTULO 44: ¡AYÚDAME HERMANITA!NatalieEn el cielo.Ahí es donde me siento. Cada vez que Michael me hace suya, cada vez que me muestra el sex0 y el amor de una manera que jamás creí experimentar, siento que vivo en un cuento de hadas. Todo es perfecto a su lado y no tengo miedo de admitir que estoy completamente enamorada de él. No me importa su pasado o su origen, no me importa si todavía no lo sé todo de él, porque lo más fascinante es ir descubriendo por el camino cada faceta de su personalidad. Hace mucho que dejé de cuestionarme cómo logra las cosas y solo sigo la corriente sin pensar en nada más.Hemos pasado unos días de paz maravillosa. Las cosas han vuelto a su cause poco a poco, mi abuelo ya salió de peligro y ha regresado a la mansión donde tiene dos enfermeras personales para cuidarlo las veinticuatro horas del díaEl tío de Michael ha estado ayudándonos en la casa, así que él y yo hemos tenido tiempo para pasar en la oficina, coordinando la primera prueba de la intelig
CAPÍTULO 45: ELLA YA SE RINDIÓ CON ÉLMichaelDe camino a la comisaría Natalie se sume en silencio tenso e incómodo. Me encantaría saber qué es lo que está pasando por su mente en este momento, pero me ahorro las preguntas por ahora. Estaciono frente al lugar y desde el primer momento me siento en alerta. No es un lugar al que me encanta ir por voluntad propia. Por supuesto que mi padre tiene sus propios contactos en la policía y conozco a varios de ellos personalmente, pero no puedo evitar sentirme incómodo al pensar que mi familia es una de las mafias criminales más buscadas. Nadie conoce mi nombre real o mi rostro. En el mundo de la mafia solo soy “el camaleón”, por esa razón no me importa demasiado mostrar mi rostro frente al mismísimo capitán de la policía de California.—Buenas noches, capitán Bolton —saludo con cortesía.—Buenas noches, ¿en qué puedo ayudarlos?—El hermano de la señorita Dupont se encuentra aquí —empiezo a decir, pero Natalie interviene poniéndose delante de
CAPÍTULO 46: SIN RESENTIMIENTOS, CUÑADOMichaelMe despierto en la cama por una llamada a mi celular. Palpo las sábanas y de inmediato me doy cuenta de que Natalie no está a mi lado. Le busco con insistencia, pero el maldit0 sonido del teléfono no se detiene. Contesto sin ver quién es y estoy a punto de mandar a quien sea que me llame a la mierd4 cuando escucho su voz.—¡Michael! ¡Michael, por favor, ayúdame! —La voz suplicante de Maddox me saca una sonrisa involuntaria. Asumo que le llegó el mensaje con el oficial.—Cuñado, qué sorpresa escuchar tu voz —respondo casual.—Michael, por favor. Sé que tú enviaste a ese guardia a ayudarme, así que, te lo suplico, sácame de aquí.—¿Por qué debería hacerlo? ¿Acaso me has mostrado conmigo siquiera un poco de respeto o decencia?—Ah… ¿Harás que te ruegue? Pensé que eras mejor que eso.Bufo sin contenerme, es que este chico es realmente cínico.—No, no hace falta. Te ayudaré. —¿De verdad?—Por supuesto que sí, cuñadito. Espera un par de horas
CAPÍTULO 47: AHORA SEREMOS TRESNatalieCuelgo la llamada con Michael e intento poner mi expresión más tranquila, pero la verdad es que por dentro estoy aterrada.—Doctora, ¿está completamente seguro? —Por supuesto, en la ecografía se puede apreciar muy bien al feto que se está formando. Por su tamaño y que ya se escuchan los primeros latidos del corazón, tiene seis semanas aproximadamente.Seis semanas… Estoy embarazada de seis semanas de Michael.Mi corazón da un vuelco, no sé ni cómo reaccionar. Esta mañana me desperté temprano con fuertes nauseas, no podía aguantar más así que vomité en el baño, luego de eso comencé a sentirme mareada y entonces recordé que mi menstruación no había bajado en un buen tiempo. Entré en pánico, me hice una prueba casera de las que tengo guardada en el baño por si acaso, y salió positiva. No pude creerlo, y no puedo creerlo ahora, incluso aunque tengo la visión de un pequeñísimo bebé en el monitor de la ecografía.—¿Puedo escucharlo de nuevo? Por su
CAPÍTULO 48: UN AMOR DEL PASADONatalieRegreso al penthouse sintiéndome furiosa. ¿Cómo pudo Michael hacer algo así sin decirme nada?Entro hecha una furia, pero me detengo en seco al encontrarlo sin camisa en la cocina, preparando un chocolate caliente. El pantalón negro que lleva revela sutilmente la línea de su ingle, un trapo colgado descuidadamente en su hombro le da un aire hogareño, y su cabello ligeramente despeinado lo hace ver como una de esas pinturas del renacimiento; perfecto. Sus tatuajes resaltan bajo la luz blanca de la cocina, y solo verlo me deja sin aliento.Cuando levanta su mirada hacia mí simplemente olvido por qué estaba furiosa con él.—Princesa, llegaste temprano.—Michael… yo…—Te preparé chocolate caliente —dice ofreciéndome una taza humeante y que emana un olor dulce.—Tú… —tartamudeo como una tonta, así que no me queda más que apartar la mirada—… necesito hablar contigo de lo que hiciste por Maddox.—¿De qué me hablas, princesa?—No te hagas el loco, sé qu
CAPÍTULO 49: ¿QUIÉN ES ESTE TIPO?Michael¿Quién es este imbécil y cómo se atreve a decirle eso a MÍ esposa?Aprieto los puños con fuerza hasta dejar mis nudillos en blanco, no sé cómo soy capaz de contenerme para no golpearlo directo en su estúpida cara de niño rico.—Ah… —Natalie se ríe nerviosa, ¿por qué este imbécil la pone nerviosa?—… qué gracioso Ethan.—Es la verdad, mi amor, ¿o no recuerdas nuestro tiempo juntos?—¿Qué se supone que significa eso? —cuestiono dando un paso al frente. Él me mira de pies a cabeza, su expresión es de evidente desdén, como si me considerase inferior.—Nat, ¿quién es este tipo? Bueno, no importa, debe ser tu asistente o algo así.Estoy a punto de agarrarlo de la camisa, pero Natalie interviene sujetando mi mano.—No es así, Ethan, él es mi esposo.—¡¿Esposo?! —cuestiona y suelta una carcajada—. Qué buena broma Nat, pero una mujer como tú nunca se casaría con alguien así.—¿Tú que sabes sobre con quién ella se casaría o no? —respondo apretando los di