No entiendo cómo es que las mujeres están dispuestas a renunciar a todo con tal de ver a la otra parte bien. —¡Zahid, cuidado!Cuando Devika me gritó, me di cuenta de que estaba manejando en dirección de un árbol. Rápidamente, giré el volante y terminamos en un campo.—¿Estás bien, Devika? —miré a mi hermana y la revisé —cariño, contesta.—¡Eres un tonto! —ella me dio con el libro que iba leyendo —por poco nos vamos de este mundo y todo porque andas pensando en Kenna. ¡Y no me digas que no! Estabas diciendo princesa tonta en repetidas ocasiones.—Es imposible no pensar en esa princesa tonta, me parece increíble que exista en el mundo un ser humano tan bruto.—Todos hacen tonterías cuando están enamorados, unos en mayor medida y los otros en menor medida. Tú, aunque niegues que tienes sentimientos por Kenna, estoy segura de que es así. Te conozco bien, Zahid, sé bien que no molestas a nadie si no es importante en tu vida.—Ya deja de decir tonterías y mejor guarda silencio, ahora vamo
Tenía que admitir que imaginaba mil escenarios de todo esto, pero nunca que ella me llegara a abrazar de la manera que lo hacía.—Me has dado un susto de muerte —ella sollozó —. No vuelvas a hacer eso, lo mejor es que me hubieras dejado caer.—Lo contrario a lo que piensas, yo sí soy un caballero. ¿En dónde quedaría mi honor si dejo caer a una ballena en el césped?—Ni siquiera me voy a enojar contigo, puedes quedarte con mi almohada en agradecimiento por haberme salvado. Solo trata de cuidarla que es muy valiosa para mí a nivel sentimental.—Sí, sí, ya sé que te la ha regalado tu amor. —No, no fue un regalo de Selim. Esa almohada me la obsequiaron mis padres antes de morir, si se salvó del incendio fue porque yo la cargaba, es lo único que tengo de ellos.Ella no dijo nada más y extendió su mano para levantarme, no fue necesario y lo hice solo. En serio que esta chiquilla le quita la diversión a las cosas.—Te detesto —le saqué la lengua —espero que vengan a comer, es lo mínimo que
Pero lo que me parecía aún peor era el hecho de que él se había dejado arrastrar hasta una fosa oscura. No podía seguir así, era necesario ayudarle de alguna manera.—Selim, ven, tienes que descansar —me acerqué a él y me puse en cuclillas —por hoy puedes dormir aquí en casa.—Anna está en la cárcel y todo es por culpa de ese idiota —él señaló a Zahid —. No entiendo por qué se obsesionó tanto con ponerla tras las rejas.—Escucha, he estado pensando las cosas y te digo que Zahid tiene mi total apoyo —Selim alzó su mirada un tanto sorprendida —no me veas así, lo que Anna hizo fue una locura total y quizás en la prisión pueda recibir la ayuda que tanto necesitas y que tú eres consciente que la requiere con urgencia.—Pero Kenna, entiende la que amo. Ella a pesar de todo es una buena mujer, solo que un tanto celosa.—Estás mal, has llegado a normalizar una relación tóxica y si sigues ahí vas a ser la rana en la olla de agua caliente —me levanté y extendí mi mano en su dirección —vamos, ya
Sabía bien que él no iba a desaprovechar la oportunidad y que sacaría provecho de todo esto, pero llegué a pensar que me pediría otra cosa y que ya había olvidado esa locura.—¿Qué es lo que has dicho? —Selim lo tomó de la camisa —pensé que este tema ya estaba más que cerrado, ¿Acaso quieres arruinar la reputación de Kenna? Sabes bien lo mal visto que está en su cultura estar con un hombre antes de casarse y…—Cierra la boca y suéltame si no quieres que te meta en la prisión, no me molestaría hacerlo —él miró a Selim con frialdad —ahí veremos que tanto se preocupa tu loca por ti, créeme que no va a haber poder en el mundo que me haga cambiar de parecer en levantar una denuncia, ni siquiera tu amada Princesa del Zoco ofreciéndose de la manera que tanto piensas lo va a hacer.Me metí en el medio y miré a Zahid, no tenía más opción que acceder a sus peticiones. Él al ver la mirada que tenía supo que estaba dispuesta a hacer lo que fuera.—Vaya, en serio quieres a este mequetrefe —su sonr
Zahid, que estaba enfocado nuevamente en su manzana, alzó la mirada. Kenna seguía viéndolo fijamente y una sonrisa débil se esbozaba en su rostro.—Es muy poético todo lo que dices, pero te recuerdo que estamos en la vida real y no en un cuento de hadas.—Sé bien que estamos en la vida real, pero de vez en cuando se necesita un escape —Kenna miró a Zahid y le sonrió —hay distintas maneras de escaparse de la cruel realidad que nos rodea, muchos la buscan en los libros, otros en sus sueños y algunos prefieren irse a un sitio que denomina su lugar feliz. En fin, como sean las cosas, es necesario tener un poco de rosa en todo el contorno negro.—¿Y tu lugar feliz es al lado de Selim? Ni sé por qué pregunto, es más que obvio que si lo es.—No, no lo es —Kenna respondió y Zahid se sorprendió, solo que no lo mostró —estoy enamorada, no idiota. Selim es parte de todo lo negro que forma mi vida, su rechazo indirecto es algo que ha creado un mundo gris y hasta el momento mi lugar feliz no ha ap
Todos se encontraban en shock, cuando vieron que se iban a llevar a Zahid detenido fue que Kenna se levantó y se puso delante del oficial.—¿Qué se supone que hace? No puede presentarse aquí y llevarse a Zahid de esa manera, quiero que me demuestre la orden de arresto y se presente de manera formal.—O se quita de mi camino, o la quito de mi camino.—Entregue la información que he solicitado —ella miró la placa del hombre —oficial García, vaya, el mismo apellido de la demente de Anna. ¿Acaso hay intereses de por medio?—Conste que se lo advertí.El oficial empujó a Kenna y ella terminó por caerse, en el momento que su cabeza se golpeó con la pared fue que uno de los puntos se abrió y comenzó a sangrar.—¡Pedazo de imbécil! ¿Qué crees que haces? —Zahid lanzó al hombre a un lado aún con sus brazos y se acercó a Kenna sumamente preocupado —. ¿Estás bien? ¿Te duele mucho?Antes de que Kenna respondiera, Zahid estaba siendo arrastrado de tal manera por el oficial de policía. Él se agitó y
Aramis junto con Devika miraban la escena desde lejos, ellos al parecer se encontraban más que acostumbrados a ver a ese par discutir de esa manera.—Es bueno ver que ustedes dos se llevan bien —el tío de Zahid los observaba de lejos —. Justo por eso es que deseo extender una invitación para usted, señorita Rizik. Verá, dentro de poco es mi cumpleaños y la madre de esta cabeza dura insiste en que lo celebre, así que está cordialmente invitada, espero que pueda asistir.—Claro, ahí estaré —Kenna tomó la invitación que el hombre le extendía —gracias por su invitación. Creo que debería darle unas clases de modales a su sobrino, él es un bruto y me sorprende ver que tiene un tío tan amable.—Es un buen chico, solo que quiere parecerse al típico chico malo tal como dice Devika —el hombre miró a Zahid —todo es cosa de tenerle un poco de paciencia… bueno… mucho mejor dicho, pero verás que cuando salga ese lado amable va a valer la pena todo el sacrificio que se hizo.—Tío, deja de decirle co
Zahid pasó la punta de su lengua en mi cuello y toda mi piel se erizó, me aparté rápidamente y terminé por caer de culo.—¡¿Qué haces?! —sostuve mi cuello y sentí su saliva en esta zona —¡No hagas eso! Me da vergüenza.—Lo sé, por eso es que me encanta hacerlo.La sonrisa de Zahid era socarrona, pude ver que en su frente se deslizaba una gota de sudor que perlaba su piel. Verlo agitado era una especie de hipnotismo, quería apartar la mirada, en serio que sí; pero era imposible e inútil cualquier intento.—¿Qué te ha pasado en la mano? —la miré herida y me levanté rápidamente —Dios, está muy fea. Déjame que la cure.—¡No! —él ocultó su herida y apartó su mano con recelo —no te he pedido ayuda y no la necesito. Lo mejor es que te limites a hacer lo que te pida.—No eres mi jefe —fui al baño y regresé con el botiquín —dame tu mano si no quieres que te dé otro golpe ahí abajo.Esto fue suficiente para que Zahid me diera la mano y pudiera curarla. Comencé con cuidado, pude ver que hizo una