Zahid pasó la punta de su lengua en mi cuello y toda mi piel se erizó, me aparté rápidamente y terminé por caer de culo.—¡¿Qué haces?! —sostuve mi cuello y sentí su saliva en esta zona —¡No hagas eso! Me da vergüenza.—Lo sé, por eso es que me encanta hacerlo.La sonrisa de Zahid era socarrona, pude ver que en su frente se deslizaba una gota de sudor que perlaba su piel. Verlo agitado era una especie de hipnotismo, quería apartar la mirada, en serio que sí; pero era imposible e inútil cualquier intento.—¿Qué te ha pasado en la mano? —la miré herida y me levanté rápidamente —Dios, está muy fea. Déjame que la cure.—¡No! —él ocultó su herida y apartó su mano con recelo —no te he pedido ayuda y no la necesito. Lo mejor es que te limites a hacer lo que te pida.—No eres mi jefe —fui al baño y regresé con el botiquín —dame tu mano si no quieres que te dé otro golpe ahí abajo.Esto fue suficiente para que Zahid me diera la mano y pudiera curarla. Comencé con cuidado, pude ver que hizo una
Selim me quedó mirando con la boca abierta, sabía bien que no esperaba una respuesta de tal magnitud y que estaba apenas procesando lo que había escuchado de mis labios.—¿Qué has dicho?—Lo que has escuchado, por si no te has dado cuenta, ya no soy aquella niña que conociste años atrás. Ahora soy una mujer y por ende tengo necesidades de este tipo. No he hecho algo con Zahid de lo cual deba arrepentirme, además, bien sabes que mi abuelo va a estar feliz mientras yo lo esté y no es algo que deba discutir contigo.—Pero Kenna, esto…—No te tienes que preocupar por mí, al final en tu mundo lo único que importa es que Anna esté a tu lado. Si has venido por eso, te digo que pierdes tu tiempo —él intentó hablar, pero yo alcé mi mano y lo detuve —necesito que salgas de mi cuarto, me encuentro en camisón y no deseo que mi reputación vaya a quedar más manchada de lo que ya está según tú.—Pero Zahid…—Tú no eres Zahid, él ya ha conocido rincones de mi piel en los que nadie ha llegado —Selim a
No podía creer lo que estaba escuchando de Selim, si no lo conociera juraría que está celoso. Pero esto es imposible, no podía estarlo porque él siempre me ha visto como su hermana menor.—Selim, dame esa maleta —extendí mi mano y moví mis dedos rápidamente —. No tengo tiempo para esta clase de estupideces, hasta donde recuerdo, no eres mi padre, mi hermano o algo que te dé el derecho de decir esas cosas. Incluso aunque lo fueras, no te haría caso.—No, no pienso darte nada —él lanzó la maleta a un lado —no puedes andar con esa clase de amistades, es cierto que no soy tu familia, pero te quiero como una hermanita.—¡Pero yo no soy tu hermana! —le grité al borde de la locura —¡Nunca te he visto así y debes comprender cuál es tu lugar en mi vida! Incluso eres mayor que yo por un año, no me llevas más tiempo y en mi caso jamás te miré como un chiquillo cuando ya eras mayor.—¿Qué te pasa, Kenna? Has cambiado.—Las cosas y las personas cambian, era más que obvio que en algún momento me ib
Sacudí mi cabeza ante lo que escuchaba, no, no podía ser posible que estuviera enamorado de Kenna. Eso simplemente no podía existir.—Es imposible, miro a Kenna como mi hermana pequeña.—Sí, pero aquí la diferencia es que no es tu hermana pequeña, sino la mía, y ella tiene razón en todo lo que dijo. Ya es una mujer hecha y derecha, no puedes venir a tratarla como si fuera una niña.—Es cierto, ¿En qué momento le han crecido los pechos? Vaya, es la primera vez que los veo, de hecho.—Espera un momento, recuerda que estás hablando de MI hermana y no me interesa saber nada que tenga que ver con su anatomía o sus necesidades sexuales, suficiente con lo que vieron mis ojitos el día de hoy.—Pero Aramis, entiende que a ella no le conviene estar con Zahid. Sabes bien lo cerrada que es la cultura de Kenna y lo mucho que va a sufrir cuando todo esto se sepa.—Escucha, es cierto que la sociedad a la que mi hermana pertenece es algo cerrada. Pero a pesar de todo eso, ella tiene un abuelo que la
No entendía a Zahid, ¿Qué cosa podría tener pendiente con su papá que fuera tan seria para requerir seguridad? Lo mejor era que ellos resolvieran sus problemas familiares entre sí.—No pienses tanto, Princesa del Zoco —él se sentó en su cama con ambas piernas bien abiertas —así que tranquila, verás que todo se va a resolver tarde o temprano.—Eso espero —mis brazos se cruzaron y comencé a caminar —ya han sido demasiados problemas, solo quiero resolver el asunto de la empresa e irme de una buena vez.—Por si no te has dado cuenta ya lo has resuelto —él tomó mi cintura y me sentó en su regazo —con el proyecto que tengo pensado hacer con ustedes es más que suficiente para que la empresa de tu hermano surja de las cenizas.—Es cierto —fruncí mi ceño —bueno, creo que es momento de que regrese al lado de mi abuelo y retome la vida tranquila que tenía antes de venir aquí.—El asunto es si realmente quieres hacerlo, porque bien podrías estar en estos momentos en Dubai y no sentada aquí en mi r
Perspectiva de ZahidNo podía creerlo, en mi corazón había un nuevo sentimiento en el que simplemente no era lo más aconsejable que creciera. Ella estaba totalmente fuera de mi alcance y sabía muy bien que enamorarse no era permitido en mi vida.Pero cuando dijo eso, cada palabra, no pensé. Solo deseaba tenerla en mis brazos y no soltarla nunca, quería que fuera mía no solo en cuerpo, sino también en alma; era algo absurdo, lo que ella sentía en definitiva no era amor, sino una ilusión, al final siempre fue rechazada por el idiota de Selim y ahora que tenía un poco de atención era que sentía esto.—¡Zahid! —Devika gritó y golpeó mi puerta con frenesí —¡POR UN DEMONIO ABRE! ¡Kenna ha salido de la casa y se fue caminando a saber donde!Al escuchar esto abrí la puerta de inmediato, no podía creer lo que escuchaba y mi rostro lo mostraba sin intentar ocultar algo.—¿Qué has dicho?—Lo que escuchaste, Kenna se ha ido de aquí a esta hora, a pie y con un gran enojo. Un oficial de policía vin
La tensión en el ambiente era palpable, quería deshacerme de estas personas de una vez por todas y finalmente después de muchos años podía decir que el momento había llegado.—No entiendo cuál es tu rabia con tu padre, Zahid —su mujer dio un paso adelante —deberías ayudarlo, incluso hemos dejado que Devika esté contigo sin hacer escándalo alguno.—Farís —miré a este tipejo —dile a tu zorra que no se le ocurra hablarme, ambos sabemos la clase de persona que soy cuando pierdo los estribos. Además, te recuerdo que Devika es mayor de edad y puede decidir con quién se quiere quedar. Ahora vete si no quieres que llame a la policía, porque te recuerdo nuevamente que tengo una orden de restricción en tu contra.—No puedo creerlo, en serio, que te hizo falta mano dura en tu crianza.—¿Sabes? Hay una manera en la que te puedo ayudar —tomé mi celular disimuladamente —admite que mi madre no es tan culpable como los demás la señalan. Bien sabes que tú te aprovechaste de ella y arruinaste su reputa
Vaya, ahora que finalmente lo decía, podía sentir un gran alivio en mi corazón. Selim, mientras tanto, intentaba procesar lo que le había dicho.—Sé bien que no es algo que esperabas escuchar, pero creo que estamos en una edad en la que este tipo de cosas no deben ser abordadas como si fuéramos adolescentes. Con esta confesión no espero que me correspondas, creo que lo he hecho para que seas consciente de los sentimientos que tengo por ti.—Pero Kenna, yo…—No tienes que decir nada, al final, la que está enamorada de ti soy yo y no es algo correspondido. Solo te pido tiempo para poder sacar estos sentimientos de mi corazón. Creo que no hay caldo, que no se enfríe y no soy la excepción.—¿Y si no quiero que mates esos sentimientos?—¿Qué has dicho? —pregunté sorprendida— espero que esto sea una broma de mal gusto. Hasta donde recuerdo, tienes una relación con Anna y yo también estoy con Zahid.—No tienes una relación con él —Selim señaló a Zahid y movió su cabeza de un lado al otro— es