Pero lo que me parecía aún peor era el hecho de que él se había dejado arrastrar hasta una fosa oscura. No podía seguir así, era necesario ayudarle de alguna manera.—Selim, ven, tienes que descansar —me acerqué a él y me puse en cuclillas —por hoy puedes dormir aquí en casa.—Anna está en la cárcel y todo es por culpa de ese idiota —él señaló a Zahid —. No entiendo por qué se obsesionó tanto con ponerla tras las rejas.—Escucha, he estado pensando las cosas y te digo que Zahid tiene mi total apoyo —Selim alzó su mirada un tanto sorprendida —no me veas así, lo que Anna hizo fue una locura total y quizás en la prisión pueda recibir la ayuda que tanto necesitas y que tú eres consciente que la requiere con urgencia.—Pero Kenna, entiende la que amo. Ella a pesar de todo es una buena mujer, solo que un tanto celosa.—Estás mal, has llegado a normalizar una relación tóxica y si sigues ahí vas a ser la rana en la olla de agua caliente —me levanté y extendí mi mano en su dirección —vamos, ya
Sabía bien que él no iba a desaprovechar la oportunidad y que sacaría provecho de todo esto, pero llegué a pensar que me pediría otra cosa y que ya había olvidado esa locura.—¿Qué es lo que has dicho? —Selim lo tomó de la camisa —pensé que este tema ya estaba más que cerrado, ¿Acaso quieres arruinar la reputación de Kenna? Sabes bien lo mal visto que está en su cultura estar con un hombre antes de casarse y…—Cierra la boca y suéltame si no quieres que te meta en la prisión, no me molestaría hacerlo —él miró a Selim con frialdad —ahí veremos que tanto se preocupa tu loca por ti, créeme que no va a haber poder en el mundo que me haga cambiar de parecer en levantar una denuncia, ni siquiera tu amada Princesa del Zoco ofreciéndose de la manera que tanto piensas lo va a hacer.Me metí en el medio y miré a Zahid, no tenía más opción que acceder a sus peticiones. Él al ver la mirada que tenía supo que estaba dispuesta a hacer lo que fuera.—Vaya, en serio quieres a este mequetrefe —su sonr
Zahid, que estaba enfocado nuevamente en su manzana, alzó la mirada. Kenna seguía viéndolo fijamente y una sonrisa débil se esbozaba en su rostro.—Es muy poético todo lo que dices, pero te recuerdo que estamos en la vida real y no en un cuento de hadas.—Sé bien que estamos en la vida real, pero de vez en cuando se necesita un escape —Kenna miró a Zahid y le sonrió —hay distintas maneras de escaparse de la cruel realidad que nos rodea, muchos la buscan en los libros, otros en sus sueños y algunos prefieren irse a un sitio que denomina su lugar feliz. En fin, como sean las cosas, es necesario tener un poco de rosa en todo el contorno negro.—¿Y tu lugar feliz es al lado de Selim? Ni sé por qué pregunto, es más que obvio que si lo es.—No, no lo es —Kenna respondió y Zahid se sorprendió, solo que no lo mostró —estoy enamorada, no idiota. Selim es parte de todo lo negro que forma mi vida, su rechazo indirecto es algo que ha creado un mundo gris y hasta el momento mi lugar feliz no ha ap
Todos se encontraban en shock, cuando vieron que se iban a llevar a Zahid detenido fue que Kenna se levantó y se puso delante del oficial.—¿Qué se supone que hace? No puede presentarse aquí y llevarse a Zahid de esa manera, quiero que me demuestre la orden de arresto y se presente de manera formal.—O se quita de mi camino, o la quito de mi camino.—Entregue la información que he solicitado —ella miró la placa del hombre —oficial García, vaya, el mismo apellido de la demente de Anna. ¿Acaso hay intereses de por medio?—Conste que se lo advertí.El oficial empujó a Kenna y ella terminó por caerse, en el momento que su cabeza se golpeó con la pared fue que uno de los puntos se abrió y comenzó a sangrar.—¡Pedazo de imbécil! ¿Qué crees que haces? —Zahid lanzó al hombre a un lado aún con sus brazos y se acercó a Kenna sumamente preocupado —. ¿Estás bien? ¿Te duele mucho?Antes de que Kenna respondiera, Zahid estaba siendo arrastrado de tal manera por el oficial de policía. Él se agitó y
Aramis junto con Devika miraban la escena desde lejos, ellos al parecer se encontraban más que acostumbrados a ver a ese par discutir de esa manera.—Es bueno ver que ustedes dos se llevan bien —el tío de Zahid los observaba de lejos —. Justo por eso es que deseo extender una invitación para usted, señorita Rizik. Verá, dentro de poco es mi cumpleaños y la madre de esta cabeza dura insiste en que lo celebre, así que está cordialmente invitada, espero que pueda asistir.—Claro, ahí estaré —Kenna tomó la invitación que el hombre le extendía —gracias por su invitación. Creo que debería darle unas clases de modales a su sobrino, él es un bruto y me sorprende ver que tiene un tío tan amable.—Es un buen chico, solo que quiere parecerse al típico chico malo tal como dice Devika —el hombre miró a Zahid —todo es cosa de tenerle un poco de paciencia… bueno… mucho mejor dicho, pero verás que cuando salga ese lado amable va a valer la pena todo el sacrificio que se hizo.—Tío, deja de decirle co
Zahid pasó la punta de su lengua en mi cuello y toda mi piel se erizó, me aparté rápidamente y terminé por caer de culo.—¡¿Qué haces?! —sostuve mi cuello y sentí su saliva en esta zona —¡No hagas eso! Me da vergüenza.—Lo sé, por eso es que me encanta hacerlo.La sonrisa de Zahid era socarrona, pude ver que en su frente se deslizaba una gota de sudor que perlaba su piel. Verlo agitado era una especie de hipnotismo, quería apartar la mirada, en serio que sí; pero era imposible e inútil cualquier intento.—¿Qué te ha pasado en la mano? —la miré herida y me levanté rápidamente —Dios, está muy fea. Déjame que la cure.—¡No! —él ocultó su herida y apartó su mano con recelo —no te he pedido ayuda y no la necesito. Lo mejor es que te limites a hacer lo que te pida.—No eres mi jefe —fui al baño y regresé con el botiquín —dame tu mano si no quieres que te dé otro golpe ahí abajo.Esto fue suficiente para que Zahid me diera la mano y pudiera curarla. Comencé con cuidado, pude ver que hizo una
Selim me quedó mirando con la boca abierta, sabía bien que no esperaba una respuesta de tal magnitud y que estaba apenas procesando lo que había escuchado de mis labios.—¿Qué has dicho?—Lo que has escuchado, por si no te has dado cuenta, ya no soy aquella niña que conociste años atrás. Ahora soy una mujer y por ende tengo necesidades de este tipo. No he hecho algo con Zahid de lo cual deba arrepentirme, además, bien sabes que mi abuelo va a estar feliz mientras yo lo esté y no es algo que deba discutir contigo.—Pero Kenna, esto…—No te tienes que preocupar por mí, al final en tu mundo lo único que importa es que Anna esté a tu lado. Si has venido por eso, te digo que pierdes tu tiempo —él intentó hablar, pero yo alcé mi mano y lo detuve —necesito que salgas de mi cuarto, me encuentro en camisón y no deseo que mi reputación vaya a quedar más manchada de lo que ya está según tú.—Pero Zahid…—Tú no eres Zahid, él ya ha conocido rincones de mi piel en los que nadie ha llegado —Selim a
No podía creer lo que estaba escuchando de Selim, si no lo conociera juraría que está celoso. Pero esto es imposible, no podía estarlo porque él siempre me ha visto como su hermana menor.—Selim, dame esa maleta —extendí mi mano y moví mis dedos rápidamente —. No tengo tiempo para esta clase de estupideces, hasta donde recuerdo, no eres mi padre, mi hermano o algo que te dé el derecho de decir esas cosas. Incluso aunque lo fueras, no te haría caso.—No, no pienso darte nada —él lanzó la maleta a un lado —no puedes andar con esa clase de amistades, es cierto que no soy tu familia, pero te quiero como una hermanita.—¡Pero yo no soy tu hermana! —le grité al borde de la locura —¡Nunca te he visto así y debes comprender cuál es tu lugar en mi vida! Incluso eres mayor que yo por un año, no me llevas más tiempo y en mi caso jamás te miré como un chiquillo cuando ya eras mayor.—¿Qué te pasa, Kenna? Has cambiado.—Las cosas y las personas cambian, era más que obvio que en algún momento me ib