Y porque ustedes lo pidieron, hoy fueron tres capítulos :3 Me encantan estos dos, son tan lindos, aunque la hija tenga bien vigilado al papá xD Recuerden recomendar la novela con sus amistades si la están disfrutando, es de mucha ayuda para mí :)
—Mamita, ¿por que estás tan feliz? —preguntó Lea con total inocencia mientras jugaba con dos de las muñecas que fueron de Joanne.Alessia soltó un respingo, giró hacia su hija y se sintió descubierta, aunque no sabía por qué, pues se encontraba maquillándose en su habitación. Temió que, de alguna forma, su hija pudiera ver las imágenes que se reproducían en su mente, que escuchara su corazón latir fuerte al descubrir lo mucho que había logrado inquietar a Matthew.—Estoy contenta de ir a trabajar —mintió con descaro. Era sábado por la noche, nadie está feliz por trabajar a esa hora, pero su segundo trabajo como mesera de eventos especiales ocupaba esos horarios.—¿En serio?Lea enarcó una ceja.—Sí, en serio, y ahora ve a cenar, ¿de acuerdo? —Alessia se agachó hasta la altura de su hija—. Debes dormir temprano porque mañana iremos al cine, ¿recuerdas?—¡Sí! —Lea gritó, se incorporó de un salto, salió corriendo de la habitación y llamó a su niñera—: ¡Laurie!Alessia respiró hondo, volv
Alessia quiso salir corriendo despavorida. Nadie en la empresa sabía que también era mesera, pero sólo dio media vuelta y chocó con Celine.—Oh, Alessia, ¿por qué estás vestida así…? —Su jefa reparó en el emblema de la blusa blanca, luego miró a otra de las meseras que pasó al lado y regresó su atención a su empleada dedicándole una sonrisa arrogante—. Así que mesera, ¿quién lo diría?Celine tomó una de las copas de Champagne y la movió con suavidad hacia Alessia.La joven madre apretó los labios hasta convertirlos en una fina línea. Quiso tomar la copa y verter todo el contenido en la cabeza de Celine, pero se contuvo. No quería llamar más la atención, sino que emprendería una escapatoria rápida y negaría todo lo que Celine pudiera decir de su segundo empleo.Ya luego se vengaría, porque eso no se iba a quedar así. »No sé si sea buena imagen que nuestra nueva «cazatalentos» sea una mesera, ¿no crees?Alessia frunció el entrecejo.—Es un empleo honrado, no tiene nada de malo.—Sí, cla
—Mira, Matthew, ella empezó y sinceramente no tengo que soportar los insultos de nadie, así que…—Ya sé —interrumpió él y cambió la expresión furiosa por su acostumbrada sonrisa amigable—. Hablaré con ella el lunes, posiblemente la cambie de puesto hasta que reflexione lo que hizo.Alessia se quedó boquiabierta.—¿Vas a sancionarla?—Por supuesto que voy a sancionarla, aunque preferiría despedirla, pero supongo que adivinas que no es tan sencillo… —Él dio un largo suspiro como si aquello lo enojara en demasía—. Muchos escucharon la discusión, saben que ella empezó y halagaron tu autocontrol por no reventarle la bandeja en la cabeza.La mujer esbozó una sonrisa incrédula.—Yo igual estoy asombrada de mi reacción, supongo que es la vejez.—O la madurez —corrigió Matthew—. Eres joven, tienes treinta años y una hija, eres madura.Alessia se permitió inflar un poco el pecho con orgullo, era verdad.—Sea como sea, al menos no creo poder regresar hoy al trabajo —Ella señaló el edificio—. Ni
—Matthew, en serio, no puedo pagar uno de estos vestidos «ahora mismo».Alessia enfatizó esas dos palabras, aunque en realidad eran un «nunca», pero no quería ser tan quejumbrosa.—Corre por cuenta de la empresa, vamos.Matthew volvió a tomarla de la mano, esta vez tuvo la iniciativa de sujetarla sin esperar su respuesta, y tiró de ella hacia la tienda.Ella se dejó llevar, eran demasiadas emociones en poco tiempo.Una vendedora vestida de forma similar a Alessia se aproximó a ellos con su mejor sonrisa. Alessia se asombró de que no la mirara mal, sino que parecía algo cotidiano atender a un hombre ataviado con sus mejores galas y a una mesera en una noche de sábado cualquiera.—Un vestido para ella —dijo Matthew—. Elige el que quieras.—Uno no muy caro —advirtió Alessia—, por favor.—Puede costar lo que sea —corrigió él—. Ya te dije, paga la empresa.—Pero…La vendedora elaboró su mejor sonrisa, tomó con delicadeza a Alessia del brazo y la condujo por un pasillo lateral del lujoso lu
Una canción de Taylor Swift inició cuando un par de reflectores iluminaron al equipo de padres solteros. Alessia la identificó como «Cruel summer».Matthew descubrió a su hermano menor en el escenario con esa sonrisa ensayada que le había hecho conseguir inversiones millonarias para sus proyectos; entendió que por eso lo llamaba, de seguro llevaba un buen rato haciendo bromas tontas para dar tiempo a que él regresara. —El hombre del momento —presentó Nathan—. Matthew Lambert.Nathan aplaudió, los invitados lo imitaron.Alessia respiró hondo al notar cómo la atención que recibía Matthew también se desviaba hacia ella. Matthew saludó de forma cortés y condujo a Alessia a través de las personas que se iban haciendo a un lado para dejarlos pasar. Ella nunca había visto a sus compañeros de trabajo ataviados con sus mejores galas. Sin embargo, la que destacaba más era Lisa con un vestido ceñido en color rojo y sus inconfundibles coletas.—¿Quieres subir conmigo? —preguntó Matthew a Aless
—No —mintió Alessia ante la pregunta de su amiga.Lisa le dio un empujón suave.—Creo que no me estás contando todo…—No hay nada qué contar —Alessia volvió a mentir.Su amiga estaba por insistir cuando Matthew se acercó para incluirlas en la conversación. Los empleados querían agradar tanto a Matthew que no dudaron en prestar atención a cada uno de los halagos que el hombre tenía para el par de chicas trabajadoras. Alessia comenzaba a marearse con los cumplidos y el Champagne que se tomó sin nada de comida en el estómago. Sólo resistió unos pocos minutos antes de disculparse para ir a buscar algo de comer. Sin embargo, sólo pudo tomar un plato y mirar el banquete que se extendía en una amplia mesa cuando Celine se acercó de imprevisto y se interpuso en su desesperada búsqueda de comida.Alessia contó hasta mil para no reventarle el plato en la cabeza.—¿Y ahora qué quieres?—Ni creas que no sé lo que estás haciendo —siseó Celine y le arrebató el plato como si hubiera adivinado que l
—Hola, Matthew —saludó el hombre—. Disculpa a mi hermanito, nunca ha sido el mejor con los buenos modales.El hombre se acercó a Alessia, tomó su mano y la besó en los nudillos.»Soy Renaud Lambert, mucho gusto.Matthew apretó los labios hasta convertirlos en una delgada línea. Quería a ese hombre lejos de Alessia y no dudó en interponerse para hacer honor al comentario de su hermano.—Ella es Alessia Regil —respondió Matthew.Alessia retrocedió ante la intromisión de Matthew, pero lo agradeció. Físicamente podía parecerse a su jefe, mas no desprendía la misma simpatía, sino todo lo contrario.Renaud sonrió con autosuficiencia. El numerito entero le causaba mucha risa porque su hija tenía razón, su hermanito estaba interesado en una de las empleadas y, lo peor de todo, una de clase baja.—¿Y Alessia Regil puede responder por ella misma o eres su intérprete, hermano? Matthew inhaló hondo, listo para recitarle unas cuántas verdades que llevaba guardándose para sí mismo por años, pero A
En el interior del salón de eventos continuaba la fiesta. Los invitados bailaban en la pista y conversaban en las mesas. Alessia se dirigió al bar. Necesitaba alcohol, el que fuera, para sobrellevar todas las emociones de la noche, mas no alcanzó ni a pedir la bebida cuando Matthew la tomó del brazo y la condujo hacia la pista. Ella se sentía demasiado agotada para negarse, así que se dejó llevar.—Odio bailar —dijo ella.—Me encanta bailar —sonrió él.Alessia quiso entornar los ojos, pero se descubrió sonriendo.Matthew colocó las manos de la mujer sobre los hombros, luego él puso sus manos en la cintura de Alessia. Sabía que los miraban, que se preguntaban por qué mostraba ese interés en una de sus empleadas; él se cuestionaba lo mismo. La verdad era que no podía sacársela de la cabeza desde que casi compartieron un beso, ansiaba que eso se repitiera.—Perdón —añadió Matthew—. No quise ponerte en esa situación con Celine.—Será interesante que me obedezca —reconoció Alessia—. Como