Mi respiración estaba entrecortada, jadeaba a cada pocos segundos, mis manos y mis pies temblaban por causa de la tensión que sentía dentro de mí... mientras que Gael no dejaba de reír a carcajadas al otro extremo del sofá.
Esa maldita película me había quitado la paz desde que comenzó; aún seguía con mi teoría que ver una película de terror en una noche lluviosa y con tormenta no era una excelente idea.
La imagen de la dichosa niña poseída me seguiría por el resto de mis días.
—Eres muy cobarde, Frankie —dijo, sacudiendo la cabeza.
—¿Cobarde? ¿Has visto lo que le ha pasado a su cabeza? —gruñí, lanzándole un almohadón.
—¡Es una jodida película! —exclamó, echándoseme encima.
Su cuerpo aplastó el mío contra el sofá; y en un rápido movimiento, tomó mis manos entre las suyas y las llevó arriba de mi cabeza. Me moví bajo su cuerpo para liberarme, pero una petulante sonrisa de su part
—¡A que no adivinan quien tiene una cita! —exclamó con emoción Dee, al dejarse caer en el asiento de al lado de Sky en la cafetería.Sky desvió un poco la mirada de la mía y entrecerró los ojos en dirección de Dee; agradecía tanto la presencia de Dee en ese momento, que quería abrazarla y apretarle los cachetes. Había llegado en un momento perfecto, cuando Sky estaba entrevistándome sobre el beso que había visto a través de su ventana.—¿La reina Teresa? —aseveró, siendo sarcástica.—¡Yo! —dijo Dee, aplaudiendo con emoción—. Audrey me ha invitado al baile de San Valentín.—¿El qué cosa? —preguntamos ambas al unísono.Dee miró a Sky, luego a mí con una ceja arqueada y una sonrisa divertida asomando en sus labios. Cruzó los brazos sobre la mesa, e inclinó su cuerpo hacia adelante.—¿Nadie les ha dicho? Jonhson High cada año ofrece un baile para el día de San Valentín. Ya saben, cu
FANNY—¿Por qué estás aquí? —una chica de cabello castaño se inclinó en su asiento para quedar frente a mí.—¡Cinco minutos! —exclamó la profesora desde el escenario.Mordí mi labio inferior y comencé a estirar una de las pulseras de mi mano izquierda. Había participado en deletreo, ortografía y ferias científicas en varias ocasiones; pero nunca en una obra teatral. A este punto me encontraba a poco de entrar en un ataque de pánico.—Estoy castigada —contesté, respirando pesadamente.Miré sobre mi hombro hacia la entrada principal; Gael no había llegado aún. Cerré los ojos y dejé escapar lentamente mi respiración. Solo pedía que por favor no se haya dado a la fuga. Esto no lo podría hacer sin él. No conocía a nadie de los que estaban aquí.—¿Y qué fue lo que hiciste? Debió de ser algo grave para que te obligaran a ser Julieta —la chica continuó c
FANNY Todo el camino de mi casa a la escuela, no escuché otro tipo de comentario que no fuera sobre la pelea de Daniel y Gael; en el autobús escolar, los chicos no dejaban de comentar lo extraño que haya sido que Gael no se defendiera y que simplemente dejara que lo golpearan.Yo le había enviado varios mensajes a Daniel, y lo había intentado llamar en varias ocasiones para conocer su versión de los hechos, pero se había negado a tomar mis llamadas, o a contestar alguno de mis mensajes.Sky iba sentada a mi lado, completamente concentrada en las conversaciones que dos chicos mantenían en el asiento de adelante al nuestro. Sacó una goma de mascar y la echó a su boca, mientras acomodaba su boina negra sobre su cabeza.-Dicen que Daniel fue suspendido por una semana -comentó uno.Miré a Sky, quien arqueó una ceja y se inclinó hacia adelante.-¿Y po
Mantuve mi cabeza ladeada y mis manos cruzadas sobre mi abdomen, sintiendo como el césped de la cancha de futbol cosquilleaba bajo mis piernas, mientras entrecierro los ojos en dirección a las nubes. Muevo nuevamente la cabeza, tratando de buscarle alguna forma a esa gran mancha blanca en el cielo.Papá solía decirme que todo estaba en lo que queríamos ver, y lográbamos hacerlo con facilidad... tal vez yo nunca quise ver nada en especial, pues siempre veía lo mismo, una enorme mancha blanca en el cielo que se movía al compás de las corrientes de aire.—Es inútil, no veo nada —resoplo, llevando ambas manos detrás de mi cabeza.—Mira con atención —dijo Caleb pacientemente—. Claramente puedes lograr a ver a un perro montando a un elefante.Me eché a reír descontroladamente, mientras Caleb se apoya en uno de sus codos y me observa con curiosidad. Ambos estamos acostados en la cancha de futbol, aprovechando los últ
Muevo los labios nuevamente frente al espejo, probándome el tercer labial antes de salir. A diferencia del rojo granate que me había puesto anteriormente, este coral era perfecto. Levanto mi cabello y lo sostengo varios segundos, para luego dejarlo caer sobre mis hombros, observando fijamente de qué manera se ve mejor. Al final, opto por llevarlo sujeto en una coleta alta. Abro el armario y elijo un vestido blanco de encaje que cae hasta la rodilla; es acogedor, y para nada vulgar, además, lo hago acompañar de una pañoleta negra. Termino por ponerme unos zapatos de tacón color negro y ahora sí, estoy lista.Salgo de mi habitación y bajo las escaleras hasta la sala de estar. Gael dijo que pasaría a las ocho y solo faltaban quince minutos para ello.Cuando llego a la sala de estar, Adam se encuentra recostado en el desaliñado sofá, viendo la final de la Champions en la televisión. Mi primo era algo adicto al fútbol, más cuando se trataba de al
La última vez que miré a Kriss fue la noche después de haber llegado al hospital en mi fallido intento de suicidio. Kriss fue la única chica que me había apoyado cuando todos me dieron la espalda y comenzaron a expandir el rumor de mis baratos servicios sexuales a todos los chicos de mi escuela. Kriss no era mi mejor amiga ni nada que se le pareciera, ella simplemente era la chica.La chica que me recordaba lo más doloroso que había vivido, aparte de la muerte de mi padre. Sus ojos color miel me recordaban a los de Aaron... su hermano.Cierro los ojos, dejando escapar una lágrima de mi ojo derecho. ¿Qué hace ella aquí?—¿Fanny? ¿Qué sucede? —sus manos toman mis hombros y me sacuden un par de veces.Me he olvidado del fuerte bullicio, del calor e inclusive del alcohol. Ahora todo había sido reemplazado por mi tormentoso pasado; aquel pasado donde me señalaban en los corredores sin parar de reír. Donde encontrab
GaelMe detengo frente a mi escritorio, apoyo mis manos en el borde de este y lo aprieto con fuerza tratando de aliviar la rabia que inunda cada partícula de mi cuerpo. No estoy enojado.¡Estoy furioso!Mi respiración es irregular, mis manos no dejan de temblar, mi corazón martillea con fuerza en mi pecho, por la ansiedad de querer hacer daño a algo... o alguien.Levanto la cabeza y sonrío.—Estás en mi territorio, cretino —digo en voz alta.Observo los trofeos que hay sobre mi escritorio, algunos son de los campeonatos que hemos ganado con el equipo, otros son de los torneos de karate que había ganado cuando era un niñato.Mi padre siempre me dijo que no era bueno golpear a mis compañeros del preescolar para descargar mi ira, por eso se había empeñado en hacerme entrar a esos estúpidos torneos de karate; aún recordaba el último al que hab
Pienso que aún estoy en una pesadilla de la cual me está costando mucho trabajo despertar. Mi respiración vuelve a ser irregular, pero ahora por razones completamente diferentes a cuando mi novio me besa con pasión. Mi pecho se siente pesado, y poco a poco el aire en el lugar ya no me es suficiente para respirar.La mirada de Aaron aún sigue clavada en la mía, no deja de asentir hacia el profesor, aunque sé que no le presta la más mínima atención a lo que éste le está hablando; pues ahí estaba... esa maldita y arrogante sonrisa dibujándose en sus labios lastimados, mostrándome que aún él poseía ese poder sobre mí que tanto me intimidaba. Por impulso bajo mis manos a mis costados y clavo mis uñas a mis muslos descubiertos. Solo quería despertar... pero ese jodido ardor que sentía en mis piernas gracias al daño que estaba ocasionando con mis uñas, me recordaron que no estaba soñando.Mis piernas y mis manos comenzaron a cosquillear, comencé a