AnabelaDespierto repentinamente, siento un leve dolor en mi vientre, siento algo húmedo en mis piernas.Bajo mi mano hasta mi entrepierna, siento como agua. Comienzo a sentir como ese dolor pasa hacia mi espalda baja.Intento levantarme de la cama, pongo mis pies en el piso y me levanto. Volteo hacia la cama, veo La Mancha de humedad en la cama.Eso me comienza a preocupar, tomo mi teléfono y marco a Vladímir, pero no me contesta, vuelvo a marcar y no me contesta.No sé cuantas veces le marqué, pero no me contestó. Marco el número de mi hermano; él me contesta.—Hermano, ¿dónde está Vladímir? —le preguntó algo irritada.—No sé, ahorita lo busco. ¿Pasa algo?—Acabó de despertar con un líquido entre mis piernas y con dolor —le cuento.—Está bien, lo buscaré de inmediato —me dijo y terminó la llamada. Salgo de la habitación despacio, llego a la habitación de la señora Irisha y toco a la puerta.Escucho pasos del otro lado de la puerta. La puerta se abre y es la madre de Vladímir; veo qu
Enora (Sahara) Han pasado semanas desde que Mateo me hizo recordar todo lo que fue mi pasado. Quería mantenerme lejos de ellos, pero la verdad es que saber que seré abuela, eso me causa mucha emoción, y más con ver la fotografía de Anabela. Está muy grande y muy hermosa. Le tuve que mentir a Darius que tenía que ir a España con unas amigas de shopping. Lo bueno es que me cree y confía en mí. Estoy en Andorra. Llego hasta donde es la ubicación de mi antigua casa. Detengo mi auto afuera y veo todo muy abandonado. Salgo de mi auto, me aproximo a la entrada y espero que no me disparen si es que están escondidos. Agarro la perilla de la puerta, la giro y se abre. Entro a la casa y veo que la casa echa un completo desastre. Caminando por los escombros de la casa, los recuerdos vienen a mí, cuando jugaba con Francisco, mi pequeño niño hermoso. Sigo caminando, voy por el corredor, veo las fotografías que están en la pared. Observo las fotos de nuestra boda. Están Lauro y yo. Continuo
Laura Estoy tirada en el piso de mi habitación llorando por lo que mi madre me hizo. Pensé que mi madre era buena por ver cómo había tratado a Anabela, pero ahora entiendo que mi madre es una moneda de doble cara que se comporta bien para obtener lo que quiere Pero en parte estoy feliz porque mi madre piensa que tuve intimidad con Francisco. Porque yo no quiero casarme y menos con un hombre que no conozco. Pero ahora que lo pienso, Francisco no sabe nada de lo que está pasando. Debo de decirle. Me levanto del piso y busco mi teléfono en mi bolso. Lo tomo y marco su número. Escucho como la llamada entra. —Diga, —escucho la voz de Francisco. —Hola, necesito decirte algo muy importante —le digo algo rápido. —¿Qué pasa, Laura? —me preguntó y me encanta escuchar cuando me dice por mi nombre. —Verás, mi madre se enteró de que nos miramos en Oporto y que fuimos al hotel; ella piensa que tú y yo tuvimos intimidad. Me lo preguntó y le dije que sí. —Escucho un terrible silencio, pasan l
P.O.V. DanteDespués de meses buscando a esa mujer, por fin sé exactamente en qué parte de Rusia está.Sin perder tanto el tiempo, me voy en el jet y me llevo a Silvana. No voy a dejar a esa perra para que escape.—Estás lista para conocer Rusia —le digo a Silvana que va sentada en uno de los asientos amarrada a él.—¿Y por qué tengo que venir yo? —me preguntó molesta.—Porque necesito tener a las dos perras juntas para vengarme de las dos por la muerte de mi hijo —le explico molesto, solo sé recordarlo.No me contesta; nos vamos en silencio todo el viaje. El jet aterriza en Rusia, salgo por la puerta y respiro el aire frío de ese lugar.Espero que Ava no logre nada con su nuevo hombre que busca, porque si no, eso va a hacer un gran problema.Bajo las escaleras, y uno de mis guardaespaldas, baja a Silvana en su hombro.—Bájame, hijo de perra —escucho como me insulta y cómo le golpea la espalda. La sube a la cajuela del auto y yo subo al auto.Mi guardaespaldas sube al quitado también
Tomo mi arma y observo a varios hombres a lo lejos. Comienzo a disparar y Fabio también.Ellos se retiran rápidamente; pero en unos instantes nos quedamos sin balas. Vemos que se comienzan a acercar a nosotros. Abren la puerta de donde estoy y me sacan a la fuerza.Veo que otros se van con Fabio; lo sacan del auto y comienza a pelear con ellos, pero uno lo golpea en la cabeza dejándolo inconsciente.Nos suben a los dos a un auto y nos apuntan con más armas.—¿Quién son? ¿Y qué quieren? —Les grito, pero ninguno me hace caso; todos me ignoran.El auto comienza a moverse; solo veo oscuridad. Después de un rato, Fabio despierta y me mira como confundido. Después de ese rato en el auto veo que llegamos a una casa. Nos bajan y nos llevan adentro. La casa es muy grande y hermosa. Entramos a una sala y mis ojos se abren como platos al ver a Dante y a Mateo, que por lo que observo están discutiendo.Dante deja a Mateo en paz y nos mira a Fabio y a mí. Llega hasta mí y pone su mano en mi cara.
Después de la tortura que nos dio Dante a los tres, duramos tres horas colgados hasta que los hombres nos soltaron.Pero no nos quisieron quitar los grilletes por órdenes de Dante y sé que lo hizo porque le mentimos aprestarnos el cuello hasta matarnos…Pero dejo a tres de sus hombres cuidándonos para que no hagamos nada.—¿Tu contacto ya tiene lo que necesitamos? —le preguntó a Fabio.—Dice que está adentro de la casa, pero que no ha tenido la oportunidad de acercarse a la bebé —me dice Fabio.—¿Quién es tu contacto? —le pregunto.—Es el ama de llaves de confianza que ha trabajado con Vladímir y sé que le tiene mucho coraje a Anabela porque está enamorada de Vladímir, así que hará lo que le pida —me explica.—Bien, esperemos que esa mujer haga su trabajo.En eso escuchamos pasos que se acercan al sótano. Los tres volteamos a ver y es Dante.—Me estoy desesperando; quiero tener una prueba para comprobar que ella es mi hija —dice Dante.—La prueba la tendrás mañana, que uno de tus homb
DanteEstamos todos en el jet; llevo en mi mano los papeles. Veo a mis acompañantes que están amarrados muy bien para que no se escapen.—Espero y disfruten su estadía en Rusia; es hora de volver a casa —les digo a todos.—¿Qué harás con nosotros? —me preguntó Ava en un tono desafiante.—Solo recuerda lo que me hiciste hacerle a mi niña y tienes tu respuesta —le respondo con una enorme sonrisa de sanguinario.—Yo te puedo ser de mucha ayuda, Dante, por favor, no me mates —habla Silvana, rogándome.—Dime, si te mataran un hijo, ¿tendrías piedad del asesino? —les preguntó y la miró muy atentamente. Y no me responde. —Sí eso creí. Y tú no te quedas atrás, Fabio, me robaste al que pensé que era el amor de mi vida, me enseñaste la verdadera cara de esta perra, pero no sé, me olvida el dolor que pasé, así que sufrirás el mismo dolor.—¿Qué piensas hacer cuando llegues con tu madre? —me interrumpió Mateo, que está sentado en una esquina.—Creo que no te mereces saber mis planes. Tú me has es
LauraMi madre se ha compadecido de mí; deja que los empleados me traigan comida. Pero no me permite salir; tiene la puerta de mi cuarto cerrada con llave.Estoy mirando por la ventana, salgo al balcón y veo el auto de mi hermano Dante estacionarse en la entrada.Mi corazón salta de felicidad porque sé que él puede ayudarme.—¡Dante, hermano! —le grito, pero mi habitación está en el segundo piso y no me escucha.Veo como mi hermano entra a la casa, corro adentro de mi habitación hasta llegar a la puerta e intento abrirla, pero está cerrada. Comienzo a golpear la puerta.—¡Alguien, por favor, abra la puerta! —Vuelvo a gritar con la esperanza de que mi hermano me escuche, pero no es así. Nadie atiende a mi llamado.Comienzo a llorar de rabia y de frustración; en mi familia todos son unos monstruos. Me voy de nuevo hacia el balcón, esperando a que mi hermano salga.Pasan los minutos y no veo a mi hermano salir; eso me da un mal presentimiento. No sé cuánto tiempo pasa, pero creo que es c