Me miro al espejo, sintiendome mareada a causa de la emoción, al mirar por la ventana siento algo de vertigo, puedo ver la jodida torre Eiffel desde la ventana, mi sueño de Francia estaba más que cumplido, y todo gracias a mi maravilloso prometido.
Mis manos hormiguean cuando quito las inexistentes arrugas de mi vestido de novia, es sencillo y deja expuestos mis hombros, con pequeñas flores decorando la parte superior, me sentía sexy y encantadora como nunca antes, en cuanto lo había visto en la tienda de novias, no pude resistirme en lo absoluto. No podía esperar a ver la cara de Matt al verme
— Amiga, estás preciosa — asegura Jacob llegando a mi lado con una sonrisa encantadora — ¿nerviosa?
— Creo que me voy a desmayar — admito mirandolo, Jacob se ve impresionante con su traje azul marino y camisa blanca, me guiñ un ojo
— Si te arrepientes, so
Estamos en roma, en el ultimo piso de un precioso hotel con vista a la ciudad y no puedo dejar de sentirme como la más afortunada, estoy como en una nube todo el tiempo, y acompañada del chico más guapo y atento del mundo, suspirando, miro mi anillo, la luz del sol reflejada en la preciosa prieda. Doy un respingo al sentir las manos de Matt en mi cadera, estoy en una bata de seda y la sensación de sus brazos al rodearme es maravillosa, me atrae hacia su espalda ancha y calida, besando mi cuello — ¿que haces despierta tan temprano? — se queja obligandome a darme la vuelta, muerdo mi labio ante la vista de sus ojos azules ligeramente cetrados a causa del sueño y el cabello rubio revuelto — culpo al Jet Lag — digo besandolo, su aliento huele a menta fresca — ¿dormiste bien? Él asiente distraidamente mientras aparta mi cabello de mi cuello y me besa, la noche anterior estabamos realmente cansados, salimos de París hacia Roma después de la fiesta y en cuan
La primera vez que la vi de cerca, fue su risa la que me llamó la atención, me recordaba a la de mi hermana Max, alegre y contagiosa, pero Max. Igual que yo, estaba en una especie de bruma emocional llena de dolor y sufrimiento.Su nombre es Julie Jacobs, las enfermeras la llaman JJ y la conocen desde siempre. pulmones débiles y bajas defensas, es una de las frecuentes.Eso lo sé gracias a Lauren, la enfermera que se encarga de mí mientras estoy encarcelado en esta maldita habitación de hospital, es su enfermera también, así que cuando se dio cuenta de que la chica rubia de risa contagiosa (así la llamaba antes de saber su nombre) me llamaba la atención, la mujer empezó a hablar de ella.Lauren me agrada, aunque claro, Jamás lo admitiré en voz alta. Tiene linda sonrisa y aunque podría pasar por una amigable chica del sur, la había visto controlar borrachos de
Sus ojos azul celeste me quitan el aliento de inmediato, y claro, me hacen sonrojarme como una idiota, es que...su mirada era tan intensa que me costaba respirar.Al menos esta vez, reconoce mi presencia, le sonrío amablemente, aunque solo no quiero que sienta mi miedo, es rico, prepotente y según Lauren, bastante dado a los ataques de ira, así que yo me sentía como un venado frente a los faros de un coche cada vez que sentía su mirada sobre la mía, porque no solo sentía que me miraba, era casi como ser acariciada por él sin siquiera tocarnos.La primera vez que lo sentí, yo estaba jugando ajedrez con las enfermeras, me gusta pasar tiempo con ellas así que no era nada extraño. Recuerdo que estaba en silla de ruedas, atado y con ojeras profundas, un moratón en su cuello me había hecho pensar en que alguien lo había herido.Llámenme tonta, pero era tan bello co
Sus ojos son verdes, como los de Nathasha, pero su cabello es negro como el de papá, es pequeña y puedo cargarla perfectamente con una sola mano, duerme un montón, pero en momento como este se mantiene más que despierta, me dejan alimentarla, dicen que "me hará bien" pero no estoy seguro, mirarla me hace sentir mal, a papá le habría encantado tener otra hija, lo había mencionado varias veces, y ahora ella estaba aquí— es preciosa — dice Lauren mirándola con ternura — se parece un poco a ti— soy adoptado — digo entregandole a la niña, quien em
La escuela empieza hoy. Dos semanas y media después de mi ofrecimiento de amistad a Matthew Z. Hoffman en la azotea del hospital mientras el chico estaba a punto de suicidarse.No es un mal principio, no del todo al menos, es decir...pudo ser peor ¿no? Pudo haberse de hecho lanzado a pesar de todo, y eso sería un trauma que jamás podría superar, o pudo ser cruel conmigo... ¿no? Yo le deba a nuestra amistad un...30% de probabilidad de funcionar.Y claro, hoy estaba a punto decomprobar si había valido la pena. ¡La noche anterior me había llamado, y personalmente estaba flipando para cuando vi lo de “numero privado” definitivamente estábamos en niveles muy diferentes!— Jules — había saludado, con voz ligeramente ronca, pero casi como si estuviera bromeando — Te recogeré mañana para ir a la escuela ¿está bien?— &i
— ¿Jacobs? — pregunta Alex en cuanto llego junto a él, Jacob, mi primo (aunque técnicamente era primo de los quintillizos) me mira divertido— esto va a ser divertido — sentencia, pero me limito a poner los ojos en blancos antes de girarme hacia Alex— ¿Cuándo empiezan las pruebas para el equipo de futbol? — pregunto ignorando sus miradas divertidas. Alex había sido mi amigo durante los últimos seis años, aunque no éramos realmente cercanos hasta hace poco, pasábamos bastante tiempo juntos como para considerarnos amigos.
— Esto es genial — dice Rebeca saltando contenta al estacionamiento, la invitación de Matt y sus amigos nos había sorprendido.Si bien todos mis amigos hacian parte de la elite de la escuela, Matt y sus amigos eran chicos ricos que obtenian lo que querían, y no me refiero a los tipicos chicos de preparatoria hijos de papi y mami (tecnicamente esos eran mis amigos, aún si todos no eran por completo odiosos) Matt era uno de los chicos que más valor neto tenía, Kate lo buscó en Wikipedia esta misma mañana, Internet estaba lleno de fotos de él y su familia, incluso fotos de cuando era bebé (personalmente, era la cosita más linda que había visto, era adorable e inocente
La pregunta sale de mi boca antes de que pueda procesarla, y ella parece tan estupefacta como yo, pero para mi sorpresa - y alivio - se encoge de hombros con una sonrisa divertida— Seguro — mira a su alrededor, dudosa — aunque no tengo vestido, tendré que conseguir...— escoge uno — suelto, de nuevo, y quiero morirme (no literalmente esta vez, lo prometo)— no seas idiota — replica, poniendo los ojos en blanco antes de correr hacia las chicas y tirarme de la mano — Necesitamos un color !Rápido!— Celeste — suelta Kate, la chica es refrescante, suelta lo primero que le pasa por la cabeza y siempre está bromenado— No, Azul rey — repone Becca, aunque solo los chicos y yo la llamamos Becca, de hecho es agradable el que me deje llamarla de esa manera, aunque ahora mismo no tengo idea de que demonios están hablando— pero ambos tienen ojo cl