La primera vez que la vi de cerca, fue su risa la que me llamó la atención, me recordaba a la de mi hermana Max, alegre y contagiosa, pero Max. Igual que yo, estaba en una especie de bruma emocional llena de dolor y sufrimiento.
Su nombre es Julie Jacobs, las enfermeras la llaman JJ y la conocen desde siempre. pulmones débiles y bajas defensas, es una de las frecuentes.
Eso lo sé gracias a Lauren, la enfermera que se encarga de mí mientras estoy encarcelado en esta maldita habitación de hospital, es su enfermera también, así que cuando se dio cuenta de que la chica rubia de risa contagiosa (así la llamaba antes de saber su nombre) me llamaba la atención, la mujer empezó a hablar de ella.
Lauren me agrada, aunque claro, Jamás lo admitiré en voz alta. Tiene linda sonrisa y aunque podría pasar por una amigable chica del sur, la había visto controlar borrachos de manos largas y junkie desesperados por su dosis.
Mis únicos momentos interesantes en este maldito hospital de m****a es cuando Julie aparece, no hemos hablado, siempre que entra a mi habitación (hace de voluntaria de vez en cuando) me hago el dormido o simplemente la asusto con gruñidos, la última vez mis hermanos lo hicieron.
Es decir, cinco enanos con la misma ropa, expresión y todo exactamente igual, girando hacia ti y mirándote de esa manera curiosa que ellos tienen de mirarte cuando están pensando (a veces creo que se leen la mente o tienen juntas mentales) asustaría a cualquiera. A mi aún me da escalofrío.
Oh, claro, te estarás preguntando ¿qué hago en el hospital? Intenté suicidarme, hago énfasis en "intentar" tres veces, cortarme las venas fracasó cuando la estúpida de mi madrastra apareció más temprano de lo que debería, lo ubico divertido de todo es que estuvo a punto de abortar del susto.
Claro, la mocosa que tiene dentro no es la culpable ni merece morir, es la única razón por la que me arrepiento, de esa primera vez al menos, el dolor que tuvo que pasar Natasha luego de eso si fue divertido, aunque no pude verla demasiado en ese momento, estaba ocupado expulsando cerca de ciento ochenta píldoras.
La segunda vez fue casi lo mismo, ya que mi psicólogo insistió en que quería llamar la atención, sería difícil matarme, así que esa misma noche (huyendo la abuela Rose) me dejé colgar en el gimnasio, casi nadie bajaba allí, solo los quintillizos cuando estaban haciendo travesuras, pero los hermanos de Natasha llegaron y me atraparon justo cuando me dejaba caer con la soga atada a mi cuello. Malditos.
Así que ahora estoy en el hospital, atado a la cama y deseando aún más acabar con esta m****a. Papá había muerto, yo lo sabía, aún si todos insistían en buscarlo, aún si Natasha juraba que aún había esperanza. Fue un maldito choque de avión en el medio del océano, debía estar más que muerto.
¿Qué sentido tenía quedarme aquí si no estaba con él?
Cuando mis padres me abandonaron al nacer, él se había hecho cargo, siempre fui su consentido...hasta que llegaron los quintillizos, claro que no los considero los culpables, la bruja de su madre lo era, ella y sus jodidas sonrisas, la manera en que intentaba ganarse mi confianza me daba nauseas, yo no necesitaba una m****a de ella, Max se había dejado comprar desde el momento cero, pero claro, Max era medio tarada a veces, la pelirroja le lavó el cerebro, lo mismo que a Marcus.
No intentaré convencer a nadie de que mis razones son las correctas ni de que me dejen hacerlo o algo por el estilo. Siendo adoptado, con una madrastra que era el centro del mundo para mi padre y ahora sin padre, me sentía lo suficientemente mal para morir, tengo diecisiete años, no es como si eso de "toda una vida por delante" me llamara la atención.
Así, que sí, intenté suicidarme y lo haría otra vez si tuviera la oportunidad (en mi tercer intento, Lauren entró justo cuando terminaba el segundo corte) así que estoy vigilado 24/7 y me tenían atado a la cama.
Los quintillizos eran fáciles de soportar, a pesar de que eran cinco engendros, siempre sabías como iban a reaccionar (casi siempre era reacción en cadena) y eran fáciles contentar.Ellos me visitan a diario, al mirar el reloj veo que faltan diez minutos para que entren en fila india por la puerta, tienen diez años, casi once, lo que me forma un nudo en la garganta cuando recuerdo que papá cumpliría seis meses de haber muerto en dos días.
Tenía que acabar con esta m****a mucho antes.
Tenía todo planeado, le había pedido a Orange (quien a pesar de llevar la voz en la manada y hacerse el desentendido, era el más tierno de todos) una bolsa de dulces y dos trozos de alambre, con la excusa de que me aburría y hacer figuras con alambre me distraería.
Ellos no saben que intento quitarme la vida, son demasiado pequeños para comprender, aún no asimilan la muerte de papá de la manera correcta, solo saben que estoy "delicado" aunque sé que en realidad significa "inestable"
En cuanto el reloj marca las dos de la tarde, las puertas de mi habitación se abren y los mocosos entran corriendo. Suelen vestirse igual solo por molestar, y la única diferencia entre ellos es el color de sus ojos, aunque han adquirido diferentes cicatrices con el paso de las travesuras.
Los cinco entran hablando a la vez, lo que es de hecho, ensordecedor.
— Mira lo que hice hoy — dice Mörk emocionado mientras se hace un lio sacando algo de su mochila
— Matt, hice lo que me dijiste! ¡Funcionó! — chilla Zhevy (el más hiperactivo) corriendo hacia la camilla
— Traje lo que me pediste, aunque Carrot se comió unos dulces— explica Orange tendiéndome una bolsa llena de chucherías.
— Tengo que mostrarte algo — insiste Mör con sus ojos azul oscuro abiertos como para dar énfasis en lo importante que era.
— Tuve un ataque de asma hoy — comenta Carrot mirándome con desgana, de los cinco, era el más enfermizo, pero el mocoso era la mente maestra (entrenada por mi) detrás de las bromas.
— Niño, no abrumen a su hermano — dice Rose, su abuela, mirándolos con desaprobación, ellos sonríen con culpabilidad antes de acomodarse a cada lado de mi cama, tres a un lado y dos en el otro.
Rose Hoffman no me desagradaba del todo, no era pelirroja y cocinaba demasiado bien como para ignorarlo, era una mujer tranquila, a menos que metieras la mano en su tazón de galletas o le faltaras el respeto a alguien.
— ¿cómo te sientes, Matty? — pregunta acercándose, mis hermanos me miran, esperando por la respuesta
— mejor — miento, los niños asienten, como si fuera totalmente razonable para ellos, pero Rose aprieta los labios.
— de...acuerdo — dice dejando un bolso con mis cosas junto a una de las sillas que hay para las visitas — los dejaré solos un rato, iré a ver a Natasha, si necesitan algo, avisen
— Si Baba — responden los chicos a la vez, y en cuanto la mujer sale de la habitación, los chicos hablan de nuevo, enseñándome sus proyectos de arte, tareas calificadas y registros de suspensión.
— ¿tu mamá está aquí? — pregunto, inquieto. No había visto a Natasha desde que me trajo al hospital la segunda vez.
— Nuestra hermanita va a nacer en cualquier momento — asegura Orange, abriendo la bolsa de chucherías y regándolos en mis piernas, sobre las sabanas.
— déjenme los rojos — pido, divertido cuando asienten, Orange toma los dulces naranjas, Zhevy los verdes, Mör los azules y Mörk los amarillos, Carrot no puede comer demasiados, así que se limita a separar los rojos para mí.
— ¿te dieron de comer esa fea sopa otra vez? — pregunta Mör, como recordando algo
— oh. Sí, es asquerosa — respondo, los alimentos del hospital eran una m****a, yo quería morir, lo admito, pero no de intoxicación por algún elemento extraño en mi comida.
— Babu te hizo esto — dice Mörk abriendo la mochila y entregándome un tóper caliente, y se me hace agua la boca de inmediato, pero sigo atado — se lo daré a Lauren
— está bien — digo mirando con tristeza como se lleva lejos mi comida, Carrot pone un dulce en mi boca y me mira intrigado mientras mastico
— ¿por qué te tienen amarrado?
— Para no lastimarme — respondo, pero cambio de tema —tuviste un ataque de Asma, cuéntame
— Hay un nuevo entrenador — se queja Mörk — y lo obligó a correr
— ¿qué hicieron ustedes?
— yo le di su inhalador — responde Zhevy, los cinco llevaban inhaladores encima, solo por si Carrot lo necesitaba — y Orange le ato los cordones juntos.
Luego de una hora, los niños se van y regreso a mirar el aburrido techo blanco del hospital. Me aburría como una ostra, incluso la clase de física era más entretenida que esta m****a.
A veces me sacaban en silla de ruedas a ver al psicólogo, quien me da largos paseos por el hospital y espera a que le diga algo al respecto, pero nunca lo hacía. Llevo casi un mes internado aquí, y he visto a la chica tres veces.
Es de hecho, el único momento en el que algo interesante sucede, su presencia es de cierta forma...refrescante. Incluso si no hablamos demasiado.
Lauren entra seguida de ella dos horas después, pienso en hacerme el dormido, pero me ha visto, me da una sonrisa tierna, es una sonrisa que le dedicas a un extraño para indicarle que tus intenciones son buenas, que eres accesible y no tramas nada malo. Pero esa sencilla sonrisa, me dejó colgado desde el primer momento.
Sus ojos azul celeste me quitan el aliento de inmediato, y claro, me hacen sonrojarme como una idiota, es que...su mirada era tan intensa que me costaba respirar.Al menos esta vez, reconoce mi presencia, le sonrío amablemente, aunque solo no quiero que sienta mi miedo, es rico, prepotente y según Lauren, bastante dado a los ataques de ira, así que yo me sentía como un venado frente a los faros de un coche cada vez que sentía su mirada sobre la mía, porque no solo sentía que me miraba, era casi como ser acariciada por él sin siquiera tocarnos.La primera vez que lo sentí, yo estaba jugando ajedrez con las enfermeras, me gusta pasar tiempo con ellas así que no era nada extraño. Recuerdo que estaba en silla de ruedas, atado y con ojeras profundas, un moratón en su cuello me había hecho pensar en que alguien lo había herido.Llámenme tonta, pero era tan bello co
Sus ojos son verdes, como los de Nathasha, pero su cabello es negro como el de papá, es pequeña y puedo cargarla perfectamente con una sola mano, duerme un montón, pero en momento como este se mantiene más que despierta, me dejan alimentarla, dicen que "me hará bien" pero no estoy seguro, mirarla me hace sentir mal, a papá le habría encantado tener otra hija, lo había mencionado varias veces, y ahora ella estaba aquí— es preciosa — dice Lauren mirándola con ternura — se parece un poco a ti— soy adoptado — digo entregandole a la niña, quien em
La escuela empieza hoy. Dos semanas y media después de mi ofrecimiento de amistad a Matthew Z. Hoffman en la azotea del hospital mientras el chico estaba a punto de suicidarse.No es un mal principio, no del todo al menos, es decir...pudo ser peor ¿no? Pudo haberse de hecho lanzado a pesar de todo, y eso sería un trauma que jamás podría superar, o pudo ser cruel conmigo... ¿no? Yo le deba a nuestra amistad un...30% de probabilidad de funcionar.Y claro, hoy estaba a punto decomprobar si había valido la pena. ¡La noche anterior me había llamado, y personalmente estaba flipando para cuando vi lo de “numero privado” definitivamente estábamos en niveles muy diferentes!— Jules — había saludado, con voz ligeramente ronca, pero casi como si estuviera bromeando — Te recogeré mañana para ir a la escuela ¿está bien?— &i
— ¿Jacobs? — pregunta Alex en cuanto llego junto a él, Jacob, mi primo (aunque técnicamente era primo de los quintillizos) me mira divertido— esto va a ser divertido — sentencia, pero me limito a poner los ojos en blancos antes de girarme hacia Alex— ¿Cuándo empiezan las pruebas para el equipo de futbol? — pregunto ignorando sus miradas divertidas. Alex había sido mi amigo durante los últimos seis años, aunque no éramos realmente cercanos hasta hace poco, pasábamos bastante tiempo juntos como para considerarnos amigos.
— Esto es genial — dice Rebeca saltando contenta al estacionamiento, la invitación de Matt y sus amigos nos había sorprendido.Si bien todos mis amigos hacian parte de la elite de la escuela, Matt y sus amigos eran chicos ricos que obtenian lo que querían, y no me refiero a los tipicos chicos de preparatoria hijos de papi y mami (tecnicamente esos eran mis amigos, aún si todos no eran por completo odiosos) Matt era uno de los chicos que más valor neto tenía, Kate lo buscó en Wikipedia esta misma mañana, Internet estaba lleno de fotos de él y su familia, incluso fotos de cuando era bebé (personalmente, era la cosita más linda que había visto, era adorable e inocente
La pregunta sale de mi boca antes de que pueda procesarla, y ella parece tan estupefacta como yo, pero para mi sorpresa - y alivio - se encoge de hombros con una sonrisa divertida— Seguro — mira a su alrededor, dudosa — aunque no tengo vestido, tendré que conseguir...— escoge uno — suelto, de nuevo, y quiero morirme (no literalmente esta vez, lo prometo)— no seas idiota — replica, poniendo los ojos en blanco antes de correr hacia las chicas y tirarme de la mano — Necesitamos un color !Rápido!— Celeste — suelta Kate, la chica es refrescante, suelta lo primero que le pasa por la cabeza y siempre está bromenado— No, Azul rey — repone Becca, aunque solo los chicos y yo la llamamos Becca, de hecho es agradable el que me deje llamarla de esa manera, aunque ahora mismo no tengo idea de que demonios están hablando— pero ambos tienen ojo cl
Era increible.¿Que demonios había hecho yo?Gruñendo aún por la irritante actitud de niño mimado que había adoptado Matt, doy un portazo al llegar a casa, es que era increíble ¡Portarse como un idiota!— Alguien está molesta — murmura Bryan, mi odioso y petulante hermano mayor, su cabello rubio como el de papá estaba largo y se rizaba alrededor de sus orejas, Bryan tenía dieciocho años, y se creía todo un donjuan, en especial desde que aprendió a tocar la guitarra y había formado su estúpida banda — ¿Mal primer día?— Nada que te importe — me quejo, dejando mi mochila a un lado del sofá y dejandome caer en el sillón de papá, sin comprender realmente que pasaba— Uh, debió ser malo — se mofa sacand un paquete de papas — ¿puedes cubrime esta noc
Divertido, me siento en el sofá junto a Julie, las cosas estaban bastante bien, aún seguia confundido acerca del asunto de Jacob, es decir, de un día a otro, mi primo parecía más que interesado en ella, incluso le había pedido una cita.Y Julie había aceptado. Lo que malditamente no me agradaba. Julie era mi amiga, sí, pero tengo planes, ella será mi novia, solo tengo que comprender primero el nivel de la amistad, ser más sociable y esas cosas.— entonces — dice ell