Capitulo treinta y dos
Entre en la casa de Yosiane desesperado por ver su cara, me paró en la puerta de su habitación y veo a din de pie a los pies de la cama
- te demoraste más de lo que creí, ya me estaba preocupando - me dijo caminando en mi dirección - ahora que estas aquí puedo irme - se que está 9reocupad8 por su madre - Din - lo detuve sujetando su hombro, el me miró - gracias - hice una pausa - y lo siento - no tienes que disculparme Eliodas, no es culpa tuya que mi madre sea una imbécil - si lucifer dijo que no le haría daño, de seguro estará bien - le di ánimos - Eliodas, yo tenia deseos de hacerle daño, no creo que el se limite demasiado - iba a decir algo más, Din levantó su mano para detenerme - no te preocupes, iré ahora y veré que puedo hacer para ayudarla - se fue dejándome solo, no je gusta verlo en ese estado. Sin embargo no puedo hacer mucho por él en este punto, caCapitulo treinta y tres (Yosiane)Desperté en mi cama, tengo la sensación de haber perdido algo y no soy capaz de recordar que fue lo que perdí. Llame a mi madre porque estoy llorando como tonta encerrada en mi habitación, necesito a alguien a mi lado - Yosi - la sentí llamarme desde la entrada, no me levanté se que me va a encontrar en donde estoy - ¿que te sucede? - pregunto al verme - ¿estas enferma? - estoy sollozando tanto que no puedo hablar así que negué - no -logre decir con mucho esfuerzo - me duele aquí - apreté mi pecho - siento que perdí algo madre, no se que es pero tengo la impresión de que me falta algo - mi madre se acercó y me abrazó - hay dios Yosiane, no creí que tendríamos que pasar por esto de nuevo - dijo- aunque supuse que pasaría dado que estas recuperando tus recuerdos, era inevitable que lo recordaras a él - ¿a quien? - me alejé para preguntar - al chico que te salvó, el hijo de la pareja l
Capítulo 34 Es imposible que ella haya podido recordarme, su memoria fue borrada por completo, pero aun así siento su llamado, siento que Yosiane está diciendo mi nombre. – Puedes dejar de pensarlo, si te está llamando – la voz de mi padre me sobresalta – Eso no puede ser, Atiel borro su mente, se supone que no podría recordarme – Atiel solo puede borrar los recuerdos de su cerebro, pero no los de su corazón, ella no logro olvidarte, fue cuestión de quererlo y te recordó, solo viendo tu foto – ¿Qué debo hacer ahora? – se encoge de hombros – No soy quien para decirte lo que tengas que hacer – señala hacia arriba – ya sabes que el efe creo el libre albedrío para que cada quien hiciera lo que le diera la gana, así que tienes que hacer lo mismo. – Quiero estar con ella, pero cada vez que me acerco le provoco dolor, estoy aburrido de crearle dolor a la mujer que amo. – ¿quieres que te regrese tu vida? – no me esperaba una pregunta com
Capítulo 1 YosianePocos sabemos que en la tierra hay demonios y ángeles que mantienen el equilibrio entre el bien y el mal, yo nació con el don de verlos. No como lo perciben los demás, yo puedo ver su verdadero ser. Soy capaz de ver sus alas, el color de sus ojos. Mis padres me llevaron al psicólogos tantas veces que no soy capaz de recordar cuantas, hasta que me di cuenta de que iba a salir mejor ignorando lo que veía, así desde que tengo quince años vivo como si no viera nada, como si mi mundo fuera igual que el de los demás. Pero no es así, ya veces no puedo evitar asombrarme con las cosas que suceden a mi alrededor; cosas que me hacen el punto de atención de estos seres especiales.Eso fue lo que sucedió hoy cuando lo vi a él, estaba en mi trabajo, una tienda de trajes de lujo en el centro comercial, cuando él entró ya vi algo extraño, pero cuando se molestó porque se golpeó con una puerta, sus ojos cambiaron. Vio mi expresión y por más rápido que baje la
Capítulo 2Yeremi llego a casa como había dicho, un par de horas después, ya había preparado algo de comer. Lo quiero con suficiente energía. - está deliciosa esta comida, te superaste - me está diciendo, ya casi terminó de comer. Yeremi no es tan sexy como el demonio de antes, pero no está nada mal. Es rubio, debe medir como un metro setenta y cinco y tiene una sonrisa impresionante - muchas gracias, quieres un poco de vino - asintió - así es, pero solamente un poco, quiero estar bien despierto para que puedas disfrutar como lo mereces - en realidad es un amante muy atento - yo puedo hacerlo tomándome todo el vino que tengas en casa y si siquiera poner un dedo sobre ti - sentí otra voz dentro de casa, una voz que recuerdo bien. Es Eliodas. Miré a Yeremi, él de seguro no lo escucho - con solo pensarlo estarías ahora mismo retorciéndote de placer - perdóname un momento Yeremi, debo ir al baño - ¿no quieres qu
Capítulo tresDesperté a la mañana siguiente, estoy acostada en mi cama, me toco la cabeza. Me duele un poco, no recuerdo prácticamente nada de lo que sucedió, solo pequeños flachasos que vienen y se van. Me levanto y salgo de la habitación, me golpea en la cara el tremendo desorden que hay por todas partes, este departamento parece un campo de batalla. Veo a Yeison en la cocina, está fregando. No entiendo nada de lo que está sucediendo, estoy segura de que en cuanto entré en el baño con Eliodas él cayó desmayado, incluso traté de despertarlo y no pude. - buenos días - lo saludé, espero que él hable a ver si puedo atar cabos y no meter la pata como hago siempre - no te quise despertar, por el desastre que vi en la casa tuvimos una noche muy movida - respondió sin volverse a mí, el cree que tuvimos relaciones y yo no me siento ni siquiera culpable, ¿o seré yo la equivocada y si estuvimos? Puede que Eliodas sea solo parte de un sueñ
Capítulo cuatro- buenos días - sentí ese inconfundible tono de voz, me volteé y pude ver a Eliodas entrando en la tienda. Me limité a no validarlo porque no tengo idea de si todas podemos verlo o soy solo yo. Esa duda se disipó cuando mire las caras de las otras mujeres en la habitación, están ambas con la boca abierta - buenos días - saludó nuestra jefa de primera - ¿puedo ayudarlo en algo? - Eliodas le sonríe con descaro. Sabe en qué quisiera ella ayudarlo - no - le respondió cortando sus ilusiones - vine a ver a Yosiane - se quedó mirando la caja sobre el mostrador -quería asegurar, e de que hubiera recibido mi presente. Por mi culpa perdió varios platos - tanto Merlin como Mariane se me quedaron viendo - ¿les molesta si me la robo por unos minutos - pidió Eliodas, ambas negaron. Eliodas me tomó de la mano y me sacó del establecimiento - ¿tenías necesidad de todo ese espectáculo? - le dije cuando ya estábamos fuera, le di un tirón a
Capítulo cincoNo vi más a Eliodas en el resto del día, aunque si tuve que lidiar con las constantes preguntas de las dos mujeres que trabajan conmigo, me sentí tan malditamente asediada que me puse muy feliz a la hora de marcharme - ¿YA te vas? - preguntó Merli, asentí - ¿sin responderme ala pregunta que te hice? - ya te respondí - le dije ya cerca de la puerta - decirme que la apariencia no lo es todo no es una respuesta - también te dije que no te sentaría nada bien conocer a los amigos de un tipo que no sabes quién es, ¿no has pensado que podrían ser psicópatas o violadores? - con lo de psicópata no sé, pero si son violadores estaría bien - hice un gesto con la mano y me abstuve de volverle a responder. Salí a la calle y lo primero que hice fue respirar aire puro - deja de ser tan dramática, consumirás todo es aire del universo - delante de mi había un tremendo auto parqueado, debe ser de alguna marca muy cara, o
Capítulo seisAbrí mis ojos despacio, mi cabeza aún está desorientada. Me siento en la cama, me duelen todos los músculos de mi cuerpo, me toco el cuello, tengo bastante dolor en esa zona - no puedo creer que haya disfrutado con una relación sádica - estoy hablando conmigo misma, mi voz salió ronca. Debe ser producto del ahorcamiento del que fui víctima - ¿no es muy hipócrita de tu parte pensar en ti como en una víctima? - Eliodas acaba de entrar en la habitación - ¿qué haces aquí? - estoy molesta, mirarlo me recuerda lo que sucedió y aún no me siento cómoda con haber disfrutado con algo tan bajo - a pesar de que como te empeñas en recordarme soy un demonio, no me siento cómodo desapareciendo después de tener sexo - ayer desapareciste - le recordó - no fue porque quise. Levántate y ven a desayunar - me pidió, llegó a la puerta y se volteó a mirarme - cuando te vistas cubre tu cuello - salió y me dejo intrigada, corrí