Capítulo 2
Yeremi llego a casa como había dicho, un par de horas después, ya había preparado algo de comer. Lo quiero con suficiente energía. - está deliciosa esta comida, te superaste - me está diciendo, ya casi terminó de comer. Yeremi no es tan sexy como el demonio de antes, pero no está nada mal. Es rubio, debe medir como un metro setenta y cinco y tiene una sonrisa impresionante - muchas gracias, quieres un poco de vino - asintió - así es, pero solamente un poco, quiero estar bien despierto para que puedas disfrutar como lo mereces - en realidad es un amante muy atento - yo puedo hacerlo tomándome todo el vino que tengas en casa y si siquiera poner un dedo sobre ti - sentí otra voz dentro de casa, una voz que recuerdo bien. Es Eliodas. Miré a Yeremi, él de seguro no lo escucho - con solo pensarlo estarías ahora mismo retorciéndote de placer - perdóname un momento Yeremi, debo ir al baño - ¿no quieres que nos bañemos juntos - negué - quiero darte una sorpresa, así que quedate aquí bebiendo vino y preparándote para mí - le brillaron los ojosCamine hacia el baño y me encerré dentro - ¿puedo saber que demonios hacer en mi casa? Y aún más importante ¿cómo demonios entraste? - de pronto apareció frente a mí - si preguntas por tus tontas protecciones - me dijo - déjame aclarar que tendrás que esforzarte mucho mas si quieres que no entré - ¿quien demonios eres? - le pregunté muy bajo, no quiero que Yeremi me escuche hablando sola - primero, ya te dije que mi nombre es Eliodas, en segundo lugar ya deja de decir Demonios, eso es algo muy sarcastico teniendo en cuenta que estás hablando conmigo - en eso tiene razón - y en tercer lugar, puedes hablar con tranquilidad, tu amigo está tan dormido que no podrá escuchar absolutamente nada, hasta que yo lo decida - salí corriendo del baño, y como me dijo. Yeremi está completamente dormido en el sofá, me acerque y trate de llamarlo. No obtuve ninguna respuesta - ¿qué haces en mi casa? ¿Y con qué derecho pones a mi amigo a dormir? - le grité - porque no me parece justo que lo llames luego de querer tener sexo conmigo - dijo y se sentó en un butacón - no quiero tener sexo contigo - le aclaré, aunque no estoy segura por completo de eso - eso no es cierto, si quieres - resople - ya deja de meterte en mi cabeza, y di que haces aquí, no creo que hayas venido a saciar mis deseos sexuales - tus deseos sexuales me interesan suficiente como para venir, pero tienes Ramón, hay algo más - entonces habla - le pedí cruzándome de brazos - quiero que termines de marcharte para seguir con lo que estaba antes de que llegaras - negó - esto así no va a funcionar, te necesito relajada para que estés más receptiva a mi idea - ¿de qué hablas? - sentí que mi ropa tiraba sobre mi cuerpo, pero solo cuando se comenzó a rasgar comprendí lo que sucedía - ¿qué haces? - se puso en pie y se posicionó frente a mí - ya te dije que te quiero relajada - no quiero tener sexo contigo - tu cuerpo dice otra cosa - ahora estoy desnuda frente a él. No me está tocando, pero su vista es tan intensa que me provoca escalofríos - me gusta mucho, eres una humana muy interesante - no sé si me estas elogiando o me estás criticando - me tomó de la cintura acercándome más a él, por más que me duela reconocerlo. Esto va a suceder. Voy a tener sexo con un demonio, porque en este momento, ni aunque quisiera podría detenerme - me alegra que hayas llegado a esa conclusión - lo miré, en seguida entendí a lo que se refería - me molesta que escuches mis pensamientos - pues acostúmbrate - no sé si debo acostumbrarme a que se meta en mi cabeza o a que esté dando vueltas en mi vida, tampoco tuve tiempo de analizarlo. Se apoderó de mi boca de una forma diferente, pero claro, jamás había besado a un demonio, es una sensación profunda, un fuego que va de mi boca a mí estómago - dios - dije cuando me soltó - preferiría que no menciones a ese mientras me besas, en término de ustedes los humanos. Es como si pensaras en otro mientras tienes sexo conmigo - me dijo y si lo analizo tiene algo de razón - lo siento - me volvió a besar y tiro de mi cuerpo sobre el suyo y fu conmigo en brazos hasta la mesa donde aun estan los platos de la cena, tiró todo al suelo y me sentó en la esquina - ¿tienes un preservativo? - le pregunté, los míos están en la habitación - no lo tengo, y tampoco lo necesito. Soy un demonio - ¿y eso que significa? - se quitó la ropa y sin previo aviso se introdujo de una estocada en mi interior. Esa sensación de fuego en mi cuerpo ahora está en mi sexo, el roce de su pene con mi vagina es simplemente genial - significa que no te vas a enfermar, y que a menos que quiera no quedaras embarazada - espero que no lo quieras - no respondió, se movió lento pero muy lento. Gemí - ¿qué sientes al estar con un demonio? - una pregunta que no pensé responderme por el momento, pero que al escucharla en voz alta rompe mis planes - de momento se siente genial - sonrió, de verdad es hermoso - puedo hacer que se sienta mejor Yosiane, solo tienes que pedirlo. Dime lo que quieres - ¿quiero saber si tu también lo disfrutas? - salió de mí, me bajo de la mesa y me volteo. Bajo la parte superior de mi cuerpo y en esa posición se introdujo de nuevo en mí - no está mal, pero me van las cosas más fuertes - mejor no pregunto nada más, algo más fuerte para un demonio puede ser cualquier cosa - el rio y entro y salió más fuerte de mí, me hace sentir algo que ningún hombre me hizo sentir jamás - estoy seguro de que no lo quieres saber, se ve que te gustan los ponis rosa - respondió a mi pensamiento, debo comenzar a controlar lo que pienso en su presenciaCapítulo tresDesperté a la mañana siguiente, estoy acostada en mi cama, me toco la cabeza. Me duele un poco, no recuerdo prácticamente nada de lo que sucedió, solo pequeños flachasos que vienen y se van. Me levanto y salgo de la habitación, me golpea en la cara el tremendo desorden que hay por todas partes, este departamento parece un campo de batalla. Veo a Yeison en la cocina, está fregando. No entiendo nada de lo que está sucediendo, estoy segura de que en cuanto entré en el baño con Eliodas él cayó desmayado, incluso traté de despertarlo y no pude. - buenos días - lo saludé, espero que él hable a ver si puedo atar cabos y no meter la pata como hago siempre - no te quise despertar, por el desastre que vi en la casa tuvimos una noche muy movida - respondió sin volverse a mí, el cree que tuvimos relaciones y yo no me siento ni siquiera culpable, ¿o seré yo la equivocada y si estuvimos? Puede que Eliodas sea solo parte de un sueñ
Capítulo cuatro- buenos días - sentí ese inconfundible tono de voz, me volteé y pude ver a Eliodas entrando en la tienda. Me limité a no validarlo porque no tengo idea de si todas podemos verlo o soy solo yo. Esa duda se disipó cuando mire las caras de las otras mujeres en la habitación, están ambas con la boca abierta - buenos días - saludó nuestra jefa de primera - ¿puedo ayudarlo en algo? - Eliodas le sonríe con descaro. Sabe en qué quisiera ella ayudarlo - no - le respondió cortando sus ilusiones - vine a ver a Yosiane - se quedó mirando la caja sobre el mostrador -quería asegurar, e de que hubiera recibido mi presente. Por mi culpa perdió varios platos - tanto Merlin como Mariane se me quedaron viendo - ¿les molesta si me la robo por unos minutos - pidió Eliodas, ambas negaron. Eliodas me tomó de la mano y me sacó del establecimiento - ¿tenías necesidad de todo ese espectáculo? - le dije cuando ya estábamos fuera, le di un tirón a
Capítulo cincoNo vi más a Eliodas en el resto del día, aunque si tuve que lidiar con las constantes preguntas de las dos mujeres que trabajan conmigo, me sentí tan malditamente asediada que me puse muy feliz a la hora de marcharme - ¿YA te vas? - preguntó Merli, asentí - ¿sin responderme ala pregunta que te hice? - ya te respondí - le dije ya cerca de la puerta - decirme que la apariencia no lo es todo no es una respuesta - también te dije que no te sentaría nada bien conocer a los amigos de un tipo que no sabes quién es, ¿no has pensado que podrían ser psicópatas o violadores? - con lo de psicópata no sé, pero si son violadores estaría bien - hice un gesto con la mano y me abstuve de volverle a responder. Salí a la calle y lo primero que hice fue respirar aire puro - deja de ser tan dramática, consumirás todo es aire del universo - delante de mi había un tremendo auto parqueado, debe ser de alguna marca muy cara, o
Capítulo seisAbrí mis ojos despacio, mi cabeza aún está desorientada. Me siento en la cama, me duelen todos los músculos de mi cuerpo, me toco el cuello, tengo bastante dolor en esa zona - no puedo creer que haya disfrutado con una relación sádica - estoy hablando conmigo misma, mi voz salió ronca. Debe ser producto del ahorcamiento del que fui víctima - ¿no es muy hipócrita de tu parte pensar en ti como en una víctima? - Eliodas acaba de entrar en la habitación - ¿qué haces aquí? - estoy molesta, mirarlo me recuerda lo que sucedió y aún no me siento cómoda con haber disfrutado con algo tan bajo - a pesar de que como te empeñas en recordarme soy un demonio, no me siento cómodo desapareciendo después de tener sexo - ayer desapareciste - le recordó - no fue porque quise. Levántate y ven a desayunar - me pidió, llegó a la puerta y se volteó a mirarme - cuando te vistas cubre tu cuello - salió y me dejo intrigada, corrí
Capítulo siete- si quieres hablar con tu madre llámala por teléfono - llevo media hora discutiendo con Eliodas por el mismo maldito tema - ya te dije que quiero mirarla a los ojos y hacerle la pregunta necesito saber por qué me esconde la verdad - le volví a decir mis razones, ya perdí la cuenta de la cantidad de veces que lo he hecho - Yosiane, fuera de esta casa no te puedo defender como lo hago aquí, ya Haurt sabe donde estás y en este momento debe estarte vigilando. No puedo reclamar todo el mundo como mío para que estés a salvo - entiendo que estés preocupado, sin embargo, debes entender que no puedo vivir el resto de mi vida encerrada en este departamento - ya estoy terminando de arreglarme, cuando lo haga pienso salir lo quiera él o no - no quiero que vivas para siempre encerrada, quiero que me des tiempo para descubrir quien te quiere y porque - ya estoy lista, tomo mi cartera y me dirijo a la puerta - hagámo
Capítulo ocho- ¿te está molestando la cicatriz? No comprendo por qué ahora quieres saber de ella - resulta que estoy teniendo unos sueños muy extraños al respecto, tal parecieran recuerdos - mentí - ¿sueños? No comprendo por qué, ya sabes lo que sucedió - no quiero la versión que siempre me haces, quiero que me cuentes la verdad madre. Por favor - terminé de hablar en un tono suplicante - no creí que hablaríamos de esto jamás. Pensé que ya había quedado en el pasado. - se ve afectada de una manera real y profunda. Al punto de darme lástima - no sé que tan malo es que no me querías decir mamá, sin embargo, ten en cuenta que ya no soy una niña, creo que puedo afrontar lo que sea que te pone así - cerró los ojos y apretó su boca, luego se dejó caer sobre el respaldo del sofá como si su cuerpo le pesara - ese es mi mayor error Yosiane, por eso no me gusta hablar de ello - ahora me está mirando - cuando
Capítulo nueveMi mente se queda en blanco, no algo que hice yo, es en verdad como un desierto, luego comienzan a aparecer frente a mi imágenes de un partido, reconozco el terreno de mi antigua escuela. Me acerco y me veo a mi misma con dieciséis años, estoy apoyando a mi equipo dando gritos como loca, mi madre está sentada a mi lado . Soy una espectadora, puedo ver a mi madre hablando con una señora, ella se voltea hacia mí - Yosi, voy por algo de comer - claro, no me muevo de aquí - es lógico que le respondiera así, es lo que siempre me pide. Que no salga de su vista, la veo alejarse - hola pequeña - me saluda un hombre, yo lo conozco. Es Jochua, el padre del capitán del equipo, no logro recordar su nombre - hola - me veo muy emocionada, como si hablara con un cantante famoso, lo miro a él y miro al campo. Entonces me percato de que su hijo no está jugando - me acabo de dar cuenta de que su hijo no está jugando - no, por eso
Capítulo diezDesde que Eliodas me trajo de regreso me ha estado mirando todo el tiempo sin hablar - ¿en verdad le vendiste tu alma al diablo? - asintió - ¿por qué no dejas de mirarme? - hay algo que está mal, no es lógico que todos quieran robarte - ¿qué quieren robarme? - volvió a asentir - Atiel es un ángel muy astuto, no habría venido a tomar algo que me pertenece sin una buena razón - le podías haber preguntado - sugerí - los ángeles no pueden mentir - no miente, pero son expertos distorsionando la verdad - a lo mejor tus respuestas están en el pasado - sugerí - no te aproveches de la situación para sacarme información - me prometiste que me devolverías todos los recuerdos - tienes razón, es que no me gusta darte esos momentos, me quedé con ellos para borrar tu dolor - me senté frente a él como había hecho la vez anterior en que me devolvió parte de mis recuerdos&