Capitulo veintiocho
Nunca crei que a una persona tan paciente como yo le iba afectar tanto la desesperación, lleva os mas de ci cohoras metidos en lo peor que hay, en el lugar que viven los peores demonios, demonios que huyen de castigos mas que merecidos. Por lo general no venimos aqui, pero hoy estamos haciendo una excepcion, hemos hablado con más de quince demonios, ninguno a sabe o a querido decir algo
- esto me esta volviendo loco - Din exteriorizo lo que yo llevo pensando hace mas de una hora
- tienen que tener calma, eso ademas de comorender que ni es todo el mundo el que quiere hablar con nosotros, somos la autoridad aquí - dijo Lucifer
- creo que es el momento de cambiar de estrategia para que vean que no vamos de broma - esto ya es mas de lo quepuedo soportar -¿quien es el siguiente en esa lista Din?
- Hearti - ese es un nombre que conozco bastante bien, cuando era un adolescente &n
Capitulo veintinueve - esto definitivsmente es inaceptable - entro gritando mi oadre en su casa - bajo ningun concepto puede existir en el infierno un demonio que yo no conozca - veo que las cosas no salieron precisamente como lo planearon - dijo mariane apareciendo ante nosotros, en ese momento porprimera vez sospeche de ella, su risa sadica esta dibujada en toda su cara, pero sineola esta involucrada en que posicion esta Din, lo mire y luego ami padre, creo qu3 sabe lo que estoy pensando - eso depende de como lo veas, selo suficiente como oara tener sospechosos - le respondió mi padre - creo que voy a volver a salir - les dije a todos, no soporto oa carga de hipocresia que hay por todo el lugar - voy contigo - seofrecio din - olvidalo, voy solo, me gusta estar solo y tu necesitas descansarSali de la casa dando un tremendo portazo, camine caloape por calle sin mirar nada en r
Capitulo treintaVague por las calles de un lugar a otro sin conseguir nada, estaba llegando a donde trabajo normalmente, es algo parecido a un centro de control, me sorprendió mucho ver a Din parado frente a mi oficina - ¿que haces aquí? - le pregunté - me parece que no trabajas ni cerca - vengo a hablar contigo, dime que esta sucediendo, ¿por que no quieres mi ayuda? - me esta dando pie a que le haga la pregunta que se esta comiendo mis cesos, no voy a perder la oportunidad - entra conmigo, si quieres saberlo te lo voy a decir, sin embargo ten en cuenta que no te va a gustar - el asintió y me siguió, me parece muy tranquilo para alguien que esta preocupado o no se si sera que en el fondo yo no quiero que tenga nada que ver, se acomodo en una silla alta que tengo en la oficina - habla - pidió muy serio - no me voy a andar con rodeos, no somos niños
Capítulo treinta y unoLa dirección nos llevó hasta un barrio que no imagine, maqui vive puro demonio poderoso - ya se había donde vamos, mi madre tiene una casa aquí - lo mire - eso aclara todo, aquí nunca lo íbamos a encontrar. No se me habría ocurrido buscarlo - me siento tan apenado contigo - ya te dije, no tienes que sentirte apenado. Mejor concentraré y ayudame - en verdad necesito ayuda, solo de pensar que no tengo idea de lo que me voy a encontrar me molesta bastanteEntramos en la casa gracias a una llave del lugar que tiene Din, caminamos lo mas sigilosos posibles, sentí la voz desagradable de joshua saliendo de una de las habitaciones - espera aquí afuera Din, si ves que se pone difícil entra y saca a yosiane de aquí - él asintió, yo abrí la puerta dela habitación, la situación me dejó bastante descolocado, me recordaba demasiado del pasado - ¡mira quien esta aquí! -
Capitulo treinta y dosEntre en la casa de Yosiane desesperado por ver su cara, me paró en la puerta de su habitación y veo a din de pie a los pies de la cama - te demoraste más de lo que creí, ya me estaba preocupando - me dijo caminando en mi dirección - ahora que estas aquí puedo irme - se que está 9reocupad8 por su madre - Din - lo detuve sujetando su hombro, el me miró - gracias - hice una pausa - y lo siento - no tienes que disculparme Eliodas, no es culpa tuya que mi madre sea una imbécil - si lucifer dijo que no le haría daño, de seguro estará bien - le di ánimos - Eliodas, yo tenia deseos de hacerle daño, no creo que el se limite demasiado - iba a decir algo más, Din levantó su mano para detenerme - no te preocupes, iré ahora y veré que puedo hacer para ayudarla - se fue dejándome solo, no je gusta verlo en ese estado. Sin embargo no puedo hacer mucho por él en este punto, ca
Capitulo treinta y tres (Yosiane)Desperté en mi cama, tengo la sensación de haber perdido algo y no soy capaz de recordar que fue lo que perdí. Llame a mi madre porque estoy llorando como tonta encerrada en mi habitación, necesito a alguien a mi lado - Yosi - la sentí llamarme desde la entrada, no me levanté se que me va a encontrar en donde estoy - ¿que te sucede? - pregunto al verme - ¿estas enferma? - estoy sollozando tanto que no puedo hablar así que negué - no -logre decir con mucho esfuerzo - me duele aquí - apreté mi pecho - siento que perdí algo madre, no se que es pero tengo la impresión de que me falta algo - mi madre se acercó y me abrazó - hay dios Yosiane, no creí que tendríamos que pasar por esto de nuevo - dijo- aunque supuse que pasaría dado que estas recuperando tus recuerdos, era inevitable que lo recordaras a él - ¿a quien? - me alejé para preguntar - al chico que te salvó, el hijo de la pareja l
Capítulo 34 Es imposible que ella haya podido recordarme, su memoria fue borrada por completo, pero aun así siento su llamado, siento que Yosiane está diciendo mi nombre. – Puedes dejar de pensarlo, si te está llamando – la voz de mi padre me sobresalta – Eso no puede ser, Atiel borro su mente, se supone que no podría recordarme – Atiel solo puede borrar los recuerdos de su cerebro, pero no los de su corazón, ella no logro olvidarte, fue cuestión de quererlo y te recordó, solo viendo tu foto – ¿Qué debo hacer ahora? – se encoge de hombros – No soy quien para decirte lo que tengas que hacer – señala hacia arriba – ya sabes que el efe creo el libre albedrío para que cada quien hiciera lo que le diera la gana, así que tienes que hacer lo mismo. – Quiero estar con ella, pero cada vez que me acerco le provoco dolor, estoy aburrido de crearle dolor a la mujer que amo. – ¿quieres que te regrese tu vida? – no me esperaba una pregunta com
Capítulo 1 YosianePocos sabemos que en la tierra hay demonios y ángeles que mantienen el equilibrio entre el bien y el mal, yo nació con el don de verlos. No como lo perciben los demás, yo puedo ver su verdadero ser. Soy capaz de ver sus alas, el color de sus ojos. Mis padres me llevaron al psicólogos tantas veces que no soy capaz de recordar cuantas, hasta que me di cuenta de que iba a salir mejor ignorando lo que veía, así desde que tengo quince años vivo como si no viera nada, como si mi mundo fuera igual que el de los demás. Pero no es así, ya veces no puedo evitar asombrarme con las cosas que suceden a mi alrededor; cosas que me hacen el punto de atención de estos seres especiales.Eso fue lo que sucedió hoy cuando lo vi a él, estaba en mi trabajo, una tienda de trajes de lujo en el centro comercial, cuando él entró ya vi algo extraño, pero cuando se molestó porque se golpeó con una puerta, sus ojos cambiaron. Vio mi expresión y por más rápido que baje la
Capítulo 2Yeremi llego a casa como había dicho, un par de horas después, ya había preparado algo de comer. Lo quiero con suficiente energía. - está deliciosa esta comida, te superaste - me está diciendo, ya casi terminó de comer. Yeremi no es tan sexy como el demonio de antes, pero no está nada mal. Es rubio, debe medir como un metro setenta y cinco y tiene una sonrisa impresionante - muchas gracias, quieres un poco de vino - asintió - así es, pero solamente un poco, quiero estar bien despierto para que puedas disfrutar como lo mereces - en realidad es un amante muy atento - yo puedo hacerlo tomándome todo el vino que tengas en casa y si siquiera poner un dedo sobre ti - sentí otra voz dentro de casa, una voz que recuerdo bien. Es Eliodas. Miré a Yeremi, él de seguro no lo escucho - con solo pensarlo estarías ahora mismo retorciéndote de placer - perdóname un momento Yeremi, debo ir al baño - ¿no quieres qu