Capítulo 1 Yosiane
Pocos sabemos que en la tierra hay demonios y ángeles que mantienen el equilibrio entre el bien y el mal, yo nació con el don de verlos. No como lo perciben los demás, yo puedo ver su verdadero ser. Soy capaz de ver sus alas, el color de sus ojos. Mis padres me llevaron al psicólogos tantas veces que no soy capaz de recordar cuantas, hasta que me di cuenta de que iba a salir mejor ignorando lo que veía, así desde que tengo quince años vivo como si no viera nada, como si mi mundo fuera igual que el de los demás. Pero no es así, ya veces no puedo evitar asombrarme con las cosas que suceden a mi alrededor; cosas que me hacen el punto de atención de estos seres especiales.
Eso fue lo que sucedió hoy cuando lo vi a él, estaba en mi trabajo, una tienda de trajes de lujo en el centro comercial, cuando él entró ya vi algo extraño, pero cuando se molestó porque se golpeó con una puerta, sus ojos cambiaron. Vio mi expresión y por más rápido que baje la vista, estoy segura de que se dio cuenta de que lo vi. - adíos Yosiane - me saludo Merlin, mi compañera de trabajo - nos vemos mañana - le dije y salí de la tienda, me gusta cuando se termina la jornada laboral, eso de estar encerrada todo el ya no lo hicieron para mí, simplemente lo hago porque necesito el dinero y la tienda es de la amiga de mi madre, la cual no tiene problemas con contratarme muy aparte de mi historial médico, llegue al estacionamiento y encontré mi viejo auto, abrí la puerta, me acomode dentro, cuando fui a cerrar la puerta algo me lo impidió, mire y una mano la estaba sujetando mi puerta, saque la cabeza y vi a Demonio de antes parado junto a mi auto, hay que reconocer que es sumamente sexy, es moreno. Su estatura debe rondar los uno noventa y sus ojos sin grises como si en su interior hubiera una tormenta, malditos demonios porque tienen que ser tan sexis - ¿puedo ayudarlo en algo? - le pregunté - si perdio algo en la tienda puede regresar, mi compañera aun está allí - estoy actuando como si no hubiera problemas de ningún tipo; la última vez que fui amenazada por un demonio para que resguardara su identidad. Estuve sin dormir casi un mes - creo qué ambos sabemos por qué estoy aquí - esto es una locura, pero cuando hablo sentí que se derretía mis bragas, su acento es británico. El toque que le faltaba a su ya super sexy personalidad - no lo sé - me hice la tonta - giro su cabeza a un lado con incredulidad - puedes dejar de fingir, sé que me viste - me respondió, no tiene nada de paciencia, resople - tienes razón, vi tus ojos cambiar en la tienda, pero no tienes que preocuparte, no le diré a nadie. De todas formas si lo hago nadie me creería así que no debes preocuparte - quité su mano de mi auto con actitud desinteresada, me subí dentro y trate de cerrar. Me lo volvió a impedir - ¿en serio crees que te voy a dejar ir tan fácilmente? - manifestó bajando su cabeza y mirándome dentro del auto (si no es para tener sexo, si espero que lo hagas) no sé dé donde salió ese pensamiento, llevo mucho sin estar con nadie para estar pensando en tener sexo con un demonio, debo solucionar eso. - yo puedo ayudarte - me dijo - ¿ayudarme a qué? - no sé dé lo que habla - aguarte con el problema del sexo - abrí la boca, no sé que decir - ¿no sabías que los demonios pueden saber lo que piensas? - tierra trágame, no puedo creer esto - sigo escuchando lo que piensas - sal de mi m*****a cabeza - le grite y me bajé del auto - entonces deja de pensar tan fuerte - dijo despreocupado - no estoy pensando fuerte - hizo una mueca - desde que llegué aquí estás pensando en mi apariencia ¿en serio no le tienes miedo? - de hecho, los demonios me aterran, por cualquier cosa te quieren amenazar - lo miré - como tu en este momento. Pero estoy tan adaptada que ya no vale la pena salir gritando. De todas formas después me haya - ¿adaptada? ¿Desde cuándo eres capaz de ver demonios? - simulé pensar - desde que nací - después dije de pronto - entonces no es un don adquirido, naciste con él - dijo más para él que para mí - sí, nací con él - se apartó de mi auto - puedes irte - así, simplemente vas a creer en mi palabra ¿nada de amenazas? - negó - nada de amenazas - ok - me siento muy desconfiada al respecto - mi nombre es Eliodas, recuérdalo - no sonó a amenaza, pero con esta gente uno no puede confiarse, me subí en el auto y salí de allí de inmediato, llegué a mi piso. Es un pequeño estudio en el centro de la ciudad, está lleno de amuletos y bloqueos contra demonios. El único lugar donde me siento segura. Veo que hay un mensaje en mi contestador y lo reproduzco - hola Yosieane, tu padre y yo estamos muy preocupados, llevas más de una semana sin llamar - es mi madre, ella dice una semana como si fuera demasiado tiempo, pero claro, hay que tener a la loca bajo control, después la llamaría ahora estaría bien resolver mis problemas hormonales, saqué mi móvil de la cartera, busqué el contacto de Yeremi - hola Yeremi - salude cuando sentí que respondió - hace bastante que no hablamos - hola Yosiane, en realidad hace bastante que no me llamas ni respondes mis llamadas - lo siento, es que estaba bastante atareada - él y yo tenemos un acuerdo bastante simple, solo sexo y punto. Nada más - ¿tienes tiempo hoy? Aunque supongo que si, ya que me llamaste - en realidad sí, llevo todo el ya pensando en ti - un poco de amor a su ego no le hará mal - en un par de horas estoy en tu casa - eso es lo bueno de esta relación, no hay molestias porque no le presté atención, solo quiere lo mismo que yoCapítulo 2Yeremi llego a casa como había dicho, un par de horas después, ya había preparado algo de comer. Lo quiero con suficiente energía. - está deliciosa esta comida, te superaste - me está diciendo, ya casi terminó de comer. Yeremi no es tan sexy como el demonio de antes, pero no está nada mal. Es rubio, debe medir como un metro setenta y cinco y tiene una sonrisa impresionante - muchas gracias, quieres un poco de vino - asintió - así es, pero solamente un poco, quiero estar bien despierto para que puedas disfrutar como lo mereces - en realidad es un amante muy atento - yo puedo hacerlo tomándome todo el vino que tengas en casa y si siquiera poner un dedo sobre ti - sentí otra voz dentro de casa, una voz que recuerdo bien. Es Eliodas. Miré a Yeremi, él de seguro no lo escucho - con solo pensarlo estarías ahora mismo retorciéndote de placer - perdóname un momento Yeremi, debo ir al baño - ¿no quieres qu
Capítulo tresDesperté a la mañana siguiente, estoy acostada en mi cama, me toco la cabeza. Me duele un poco, no recuerdo prácticamente nada de lo que sucedió, solo pequeños flachasos que vienen y se van. Me levanto y salgo de la habitación, me golpea en la cara el tremendo desorden que hay por todas partes, este departamento parece un campo de batalla. Veo a Yeison en la cocina, está fregando. No entiendo nada de lo que está sucediendo, estoy segura de que en cuanto entré en el baño con Eliodas él cayó desmayado, incluso traté de despertarlo y no pude. - buenos días - lo saludé, espero que él hable a ver si puedo atar cabos y no meter la pata como hago siempre - no te quise despertar, por el desastre que vi en la casa tuvimos una noche muy movida - respondió sin volverse a mí, el cree que tuvimos relaciones y yo no me siento ni siquiera culpable, ¿o seré yo la equivocada y si estuvimos? Puede que Eliodas sea solo parte de un sueñ
Capítulo cuatro- buenos días - sentí ese inconfundible tono de voz, me volteé y pude ver a Eliodas entrando en la tienda. Me limité a no validarlo porque no tengo idea de si todas podemos verlo o soy solo yo. Esa duda se disipó cuando mire las caras de las otras mujeres en la habitación, están ambas con la boca abierta - buenos días - saludó nuestra jefa de primera - ¿puedo ayudarlo en algo? - Eliodas le sonríe con descaro. Sabe en qué quisiera ella ayudarlo - no - le respondió cortando sus ilusiones - vine a ver a Yosiane - se quedó mirando la caja sobre el mostrador -quería asegurar, e de que hubiera recibido mi presente. Por mi culpa perdió varios platos - tanto Merlin como Mariane se me quedaron viendo - ¿les molesta si me la robo por unos minutos - pidió Eliodas, ambas negaron. Eliodas me tomó de la mano y me sacó del establecimiento - ¿tenías necesidad de todo ese espectáculo? - le dije cuando ya estábamos fuera, le di un tirón a
Capítulo cincoNo vi más a Eliodas en el resto del día, aunque si tuve que lidiar con las constantes preguntas de las dos mujeres que trabajan conmigo, me sentí tan malditamente asediada que me puse muy feliz a la hora de marcharme - ¿YA te vas? - preguntó Merli, asentí - ¿sin responderme ala pregunta que te hice? - ya te respondí - le dije ya cerca de la puerta - decirme que la apariencia no lo es todo no es una respuesta - también te dije que no te sentaría nada bien conocer a los amigos de un tipo que no sabes quién es, ¿no has pensado que podrían ser psicópatas o violadores? - con lo de psicópata no sé, pero si son violadores estaría bien - hice un gesto con la mano y me abstuve de volverle a responder. Salí a la calle y lo primero que hice fue respirar aire puro - deja de ser tan dramática, consumirás todo es aire del universo - delante de mi había un tremendo auto parqueado, debe ser de alguna marca muy cara, o
Capítulo seisAbrí mis ojos despacio, mi cabeza aún está desorientada. Me siento en la cama, me duelen todos los músculos de mi cuerpo, me toco el cuello, tengo bastante dolor en esa zona - no puedo creer que haya disfrutado con una relación sádica - estoy hablando conmigo misma, mi voz salió ronca. Debe ser producto del ahorcamiento del que fui víctima - ¿no es muy hipócrita de tu parte pensar en ti como en una víctima? - Eliodas acaba de entrar en la habitación - ¿qué haces aquí? - estoy molesta, mirarlo me recuerda lo que sucedió y aún no me siento cómoda con haber disfrutado con algo tan bajo - a pesar de que como te empeñas en recordarme soy un demonio, no me siento cómodo desapareciendo después de tener sexo - ayer desapareciste - le recordó - no fue porque quise. Levántate y ven a desayunar - me pidió, llegó a la puerta y se volteó a mirarme - cuando te vistas cubre tu cuello - salió y me dejo intrigada, corrí
Capítulo siete- si quieres hablar con tu madre llámala por teléfono - llevo media hora discutiendo con Eliodas por el mismo maldito tema - ya te dije que quiero mirarla a los ojos y hacerle la pregunta necesito saber por qué me esconde la verdad - le volví a decir mis razones, ya perdí la cuenta de la cantidad de veces que lo he hecho - Yosiane, fuera de esta casa no te puedo defender como lo hago aquí, ya Haurt sabe donde estás y en este momento debe estarte vigilando. No puedo reclamar todo el mundo como mío para que estés a salvo - entiendo que estés preocupado, sin embargo, debes entender que no puedo vivir el resto de mi vida encerrada en este departamento - ya estoy terminando de arreglarme, cuando lo haga pienso salir lo quiera él o no - no quiero que vivas para siempre encerrada, quiero que me des tiempo para descubrir quien te quiere y porque - ya estoy lista, tomo mi cartera y me dirijo a la puerta - hagámo
Capítulo ocho- ¿te está molestando la cicatriz? No comprendo por qué ahora quieres saber de ella - resulta que estoy teniendo unos sueños muy extraños al respecto, tal parecieran recuerdos - mentí - ¿sueños? No comprendo por qué, ya sabes lo que sucedió - no quiero la versión que siempre me haces, quiero que me cuentes la verdad madre. Por favor - terminé de hablar en un tono suplicante - no creí que hablaríamos de esto jamás. Pensé que ya había quedado en el pasado. - se ve afectada de una manera real y profunda. Al punto de darme lástima - no sé que tan malo es que no me querías decir mamá, sin embargo, ten en cuenta que ya no soy una niña, creo que puedo afrontar lo que sea que te pone así - cerró los ojos y apretó su boca, luego se dejó caer sobre el respaldo del sofá como si su cuerpo le pesara - ese es mi mayor error Yosiane, por eso no me gusta hablar de ello - ahora me está mirando - cuando
Capítulo nueveMi mente se queda en blanco, no algo que hice yo, es en verdad como un desierto, luego comienzan a aparecer frente a mi imágenes de un partido, reconozco el terreno de mi antigua escuela. Me acerco y me veo a mi misma con dieciséis años, estoy apoyando a mi equipo dando gritos como loca, mi madre está sentada a mi lado . Soy una espectadora, puedo ver a mi madre hablando con una señora, ella se voltea hacia mí - Yosi, voy por algo de comer - claro, no me muevo de aquí - es lógico que le respondiera así, es lo que siempre me pide. Que no salga de su vista, la veo alejarse - hola pequeña - me saluda un hombre, yo lo conozco. Es Jochua, el padre del capitán del equipo, no logro recordar su nombre - hola - me veo muy emocionada, como si hablara con un cantante famoso, lo miro a él y miro al campo. Entonces me percato de que su hijo no está jugando - me acabo de dar cuenta de que su hijo no está jugando - no, por eso