—¿Te gusta?— la voz de Nikolai suena en mi oído y eriza la piel de mi nuca. Lo tengo a mi lado viendo conmigo el avión.
—Es bastante lindo ¿Es tuyo?
—Así es, ya tengo un par de años con el— camina hasta ponerse frente a mí, me ve de arriba abajo y sonríe de lado, su mirada es tierna y me hace sonrojar —creí que no vendrías.
—Bueno, pues aquí estoy.
—Lo veo. En verdad estás hermosa— acomoda un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y me quedo paralizada.
—¿Van a venir o qué?— escucho que grita Óscar, tanto él como Cat están subiendo al avión y ríen al vernos.
Nikolai me ofrece su brazo y empezamos a caminar hacia el jet, con forme subo los escalones empiezo a sentirme ansiosa, como si fuera mi última oportunidad para salir corriendo, bajar las pocas escaleras y llamar a Kurt para que me lleve a casa, pero mis pies no funcionan, simplemente sigo subiendo hasta que entro al interior del avión, el lujo y la ostentosidad gritan en cada rincón del lugar, veo a Cat sentada junto a Óscar, se acurruca en su hombro y él besa su frente con cariño; sigo sin poder creer que su amor sea comprado. Avanzo un poco más y me siento en uno de los asientos grandes, me acomodo en el que está pegado a la ventana y casi de inmediato Nikolai se sienta a mi lado, lo veo y simplemente me quedo fascinada por su belleza, en verdad es un hombre atractivo, me es imposible negarlo, además despide varonilidad por cada poro. Pone su mano sobre la mía y entre laza sus dedos con los míos, siento su calor y me es reconfortante, es agradable sentirlo.
—Prometo que no te arrepentirás— su voz grave y a la vez suave resuena en mi oído.
—Aun no acepto.
—Lo sé, pero este fin de semana sé que te enamorarás de mí— sonríe de oreja a oreja cantando su victoria desde antes que empiece el juego.
—Jajajaja eres muy soberbio.
—Jajajaja no soy soberbio, pero obtengo siempre lo que quiero y te quiero a ti.
—Que me tengas no significa que me enamoré de ti, tú lo dijiste, es meramente trabajo.
—Pues entonces amarás tu trabajo.
Me limito a sonreírle y desvío mi mirada de él en cuanto el avión empieza a moverse, veo por la ventana como avanzamos, la azafata nos pide que nos pongamos el cinturón y noto como sonríe pícaramente tanto a Nikolai como a Óscar, no puedo evitar sentir una punzada de celos lo cual no tiene lógica por qué no hay nada entre Nikolai y yo y creo que aunque acepte el trabajo no es que lo vaya a haber.
El viaje es tranquilo, hablamos Nikolai y yo sobre mí principalmente, cuando trataba de indagar sobre él simplemente decidía no contestar, es un hombre muy cerrado cuando se trata de hablar de su pasado. De vez en vez veo a Cat y Óscar, ellos parecen ser la pareja perfecta, él se ve protector y ella lo ve con adoración, ¿De qué dependerá que ellos escojan a sus acompañantes? ¿La edad? Cuando Cat envejezca ¿Óscar buscará a otra? Un sinfín de preguntas se vienen a mi mente, pero la descarga de estrés y el arrullo del vuelo me hacen caer dormida en mi asiento.
Cuando abro los ojos noto que estoy apoyada sobre el pecho de Nikolai, él me abraza con delicadeza, me envuelve y me mantiene lo más cómoda posible; por un momento dudo en si será buena idea alejarme o volver a dormir, decido por lo segundo, creo que será más fácil que el viaje termine en silencio. Cierro los ojos y vuelvo a conciliar el sueño mientras inhalo su aroma, su loción me encanta, tiene un aroma fresco, dulce, pero no empalagoso. Al poco tiempo un par de dedos acarician mi rostro mientras que Nikolai pronuncia mi nombre suavemente en mi oído. Abro los ojos y él sonríe sin dejar de verme con ternura.
—Llegamos— me despego de su pecho y doy un vistazo por la venta. Todo está oscuro solo las luces de las lámparas y la pista de aterrizaje iluminan el lugar.
Bajamos tomados de la mano y frente al avión nos espera un auto negro bastante bonito, Óscar y Cat ocupan los asientos delanteros mientras que Nikolai y yo los traseros; me mantengo asomada por la ventana viendo con incredulidad todo a nuestro alrededor, la ciudad da un espectáculo sorprendente de luces. Cuando volteo hacia Nikolai noto que está absorto en su celular, mandando mensajes y haciendo llamadas, parece que desde que aterrizamos ha tenido trabajo.
Llegamos a un hotel muy lujoso, cinco estrellas, me quedo sorprendida por ver la clase de gente que camina por los espacios, se saben adinerados y parece no importarles demostrarlo. Óscar se acerca a la recepción con Cat de su brazo y me quedo absorta viéndolos.
—Es uno de los mejores hoteles del lugar, aquí se llevará a cabo una reunión importante entre socios— dice Nikolai sin despegar sus ojos del teléfono.
—Vaya, no me imagino el dinero que costó tal reunión.
—Jajaja demasiado, pero lo vale, el servicio es excelente y la comida una delicia. Mañana temprano desayunaremos y en la noche será la cena, baile, comida y mucha gente importante, el domingo en la mañana saldremos de regreso en el avión para que en la noche ya estés en casa.
—Aquí está tu llave, los botones ya llevaron la maleta a su habitación— Llega Óscar y le da una tarjeta a Nikolai. Por un momento creí que tal vez tendría una habitación para mí o quizá una que compartir con Cat, pero es obvio que ella dormirá con Óscar.
Veo a mi amiga sonreír de oreja a oreja en cuanto Óscar le susurra algo al oído y ambos caminan hacia el elevador. Nikolai posa su mano con delicadeza en mi cintura y seguimos a la pareja. Saliendo del elevador tomamos caminos diferentes, Cat me dedica un último guiño antes de perderse detrás de la puerta de su habitación. Con forme Nikolai y yo avanzamos a la nuestra de nuevo los nervios me traicionan, veo a Nikolai y me lo imagino desnudo y siento que mis mejillas se sonrojan, ¿Si quiere que tengamos sexo? ¿Lo permitiré? Nunca lo he hecho, sé que la mayoría de las mujeres a mi edad ya lo hicieron por lo menos una vez y no es que yo no quiera o que busque llegar virgen al matrimonio, pero jamás conocí a un hombre digno de tal situación, preferí seguir buscando a mi príncipe azul, no creí que fuera a ser un hombre más grande que yo y que me pagaría por ser su compañera.
Entramos a la habitación y veo lo grande que es, tiene una sala y un televisor, unos ventanales enormes con cortinas de terciopelo y unas puertas dobles que separan el espacio de una segunda habitación donde está la cama y un guardarropa; la cama es enorme y un tocador bastante elegante reposa frente a ella, me quedo maravillada por los detalles de las paredes y los muebles, Nikolai enciende la televisión y busca el noticiero, lo ve con atención y por un momento me siento ignorada.
—Si te sientes cansada puedes ir a dormir, descuida no pienso compartir la cama contigo, me quedaré en la sala haciendo unas cosas, tu descansa cómoda y con confianza— me sonríe al mismo tiempo que saca de una de las maletas una computadora y la pone en la mesa de café entre los sillones.
—Bien… gracias— ¿Por qué le agradezco? Simplemente no sé cómo comportarme con él. —Buenas noches— me sonríe de lado y pone su mano en mi mejilla, acaricia mi piel con suavidad.
—Buenas noches Samantha— se inclina y de nuevo me quedo paralizada. Deposita un beso en mi mejilla, sobre la comisura de mis labios y mi corazón se acelera como un loco. Vuelvo a sonreírle de forma nerviosa y camino hacia la cama mientras él pone su atención en la computadora que sacó.
Cierro las puertas detrás de mí y me quedo quieta, pensando en lo que está pasando. Camino hacia la maleta y veo vestidos y ropa, busco entre todo una pijama o algo con lo que pueda dormir, si no tendré que solo usar mi ropa interior. De repente saco un baby doll de encaje color uva con una nota pegada con una aguja: “después me lo agradeces”. Claramente lo puso ahí Cat, me siento horrorizada, pero ya que dormiré sola decido ponérmelo, además, tengo curiosidad por saber que se siente usar algo así.
Me veo ante el espejo y admito que me siento sexy y provocativa, lo cual no es algo común en mí, por lo general no soy una mujer que le guste llamar la atención como Cat, mientras yo veo a mi amiga como todo un pavorreal, con hermosos colores llama la atención de los hombres, yo soy una simple gallina, picoteando el piso y siguiendo con su vida lo mejor que puede. Me meto en la cama resignada y me dispongo a dormir, pero no puedo, doy vuelta tras vuelta y no concilio el sueño, si mi madre me viera diría que es la conciencia que me pesa tanto que no me deja dormir. Vuelvo a salir de la cama y me asomo por las puertas dobles buscando con la mirada a Nikolai, está caminando de un lado a otro con papeles y el teléfono en su oído, se ha quitado el saco y la corbata, tiene la camisa remangada y noto que uno de sus brazos está tatuado a partir de la muñeca. De repente se deja caer en el sillón dándome la espalda, parece cansado, deja su celular en la mesita de enfrente junto con los papeles y se empieza a masajear sus ojos, se ve vulnerablemente sexy.
—Creí que ya te habrías dormido— dice con voz apesadumbrada y pego un brinco al sentirme descubierta. Decido salir de mi escondite y hacerle frente.
—No pude dormir.
—¿Hice mucho ruido? Lo siento— se levanta del sillón mientras rebaso las puertas algo apenada.
—No, simplemente no estoy acostumbrada a dormir en otra cama que no sea la mía, lo siento, ideas mías supongo— una sonrisa se dibuja en su rostro cuando sus ojos me recorren por completo, recuerdo como estoy vestida y me siento desnuda ante él, mi rostro se siente caliente y me cubro de manera inconsciente con las manos.
—Jajajajajajajaja supongo que es un regalo de Cat— me dice al mismo tiempo que toma su saco y camina hacia mí, lo pone en mis hombros.
—Si, eso creo, lo dejó en mi maleta— camino hacia el sillón y me siento en el otro extremo mientras él recoge sus papeles de la mesa y los apila. —¿Mucho trabajo?
—Algo… algo— una vez que pone todo en su lugar voltea hacia mí —¿Te volvió a molestar ese maestro?— recuerdo ese desagradable momento en la biblioteca con Ildefonso y un escalofrío recorre mi piel.
—No, ya no— suspiro con pesadez y recuerdo de nuevo mi tragedia escolar —ese maldito— cierro los puños y me cruzo de brazos. —No puedo creer aún que por su culpa mi vida se esté yendo a la m****a, lo tenía todo, la fe de mis padres, una carrera prometedora, una beca con la cuál solventar mi vida y lo perderé.
—Creo que haces una tormenta en un vaso de agua.
—Gracias— mi comentario lo hace voltear con sorpresa esperando una explicación. —No sé qué hubiera pasado si no hubieras llegado a la biblioteca ese día. No creo haber permitido que llegara más lejos, pero me hubiera costado, en verdad estaba paralizada.
—No me agradó la forma en la que te tocó, creo que ningún hombre tiene derecho a tocar a una mujer sin su permiso— parece molesto, retomando lo ocurrido en esa biblioteca.—Pero lo detuviste y te lo agradezco, demasiado.—En verdad creo que deberías de ir a dormir.—¿Tu donde dormirás?.—Me quedaré en el sillón, tal vez viendo la televisión— dice mientras enciende la pantalla y empieza a cambiar de canal.—¿Puedo quedarme contigo? Es que… no creo poder dormir— me siento apenada, como si fuera una pequeña niña buscando su aprobación.—Jajajaja claro, cuando te gane el sueño te puedes ir a la cama— me dice mientras deja en la pantalla una película de acción. —¿Algo en especial que quieras ver? ¿Una película romántica?&md
«Samantha»Abro mis ojos y lo primero que veo es el techo. Me levanto, estoy en la cama, de seguro me quedé dormida en el sofá y Nikolai me trajo hasta acá, no puedo evitar sentirme apenada. Me estiro un poco y me acerco al baño, tomo algo de ropa de la maleta y la extiendo en la cama, un vestido vaporoso de gasa corto de color azul, por la marca debe de ser muy costoso, en verdad sigo sin acostumbrarme a estos lujos. Entro al baño y me doy un regaderazo, me visto lo más rápido que puedo como si temiera que en cualquier momento Nikolai entrara por la puerta y me pudiera ver desnuda. Me veo ante el espejo con el cabello aún mojado y veo que el vestido deja ver gran parte de las piernas, siempre me sentí orgullosa de ellas, siento que junto con mi cintura reducida me dan una gran apariencia. Después de un profundo suspiro escucho unos sonidos en la sala que llaman mi atenció
Veo por la ventana como el tiempo avanza, la noche empieza a apoderarse del día y me siento algo nostálgica de mi casa, pienso en mis padres y no puedo imaginarme qué pensarían de saber lo que estoy haciendo, de seguro creerían que soy igual o peor que mi hermano, ¿se decepcionarían tanto de saber lo que hago y por qué lo hago? Lo más seguro es que si, ellos serían de la idea de que nosotros solos debemos de buscar la forma de salir de nuestros problemas y si pierdo la beca sé que ellos me apoyarían, mi padre saldría del retiro y mi madre buscaría un trabajo para sacar el dinero que fuera necesario para pagar la escuela y eso es algo que me rompería el corazón, ellos ya me han dado mucho como para yo seguir exigiéndoles. Tomo un respiro y me dispongo a empezar a arreglarme, me pongo el vestido y noto como me queda ajustado, favorec
Siento sus manos sobre mi cuerpo y mi piel empieza a calentarse, como si fuera receptiva a él y a su tacto, giramos por toda la pista, es un gran bailarín y me lleva con elegancia y gracia. Me gusta bailar, siento que es de las formas más hermosas en las que el humano puede expresarse, además de que te llena de cierta vitalidad y energía, puedes sentir la euforia corriendo por tus venas, te hace liberar tantas endorfinas que aunque este cayéndose el mundo a pedazos puedes sonreír y ser feliz, como yo en este momento.Con forme pasa el tiempo y la música continúa me siento cada vez más en confianza con Nikolai, no puedo evitar reírme y verme más relajada entre sus brazos, él también se ha quitado esa máscara de seriedad y rectitud, se ve más suelto y pareciera que bailar juntos está haciendo que conectemos de una forma m&aacu
Él se aleja solo un poco, se sienta en la cama y me ve fijamente, recorre mi cuerpo por completo y siento mi cara ardiendo de la pena, me siento con ganas de cubrir mi cuerpo con mis manos y salir de ahí, pero intento controlar mis impulsos y mantenerme tranquila. —Eres hermosa— cuando dice eso me toma por sorpresa, extiende su mano hacía mí —¿Estás segura de querer esto?— su pregunta toca mi corazón, le doy puntos por preocuparse por lo que yo quiero en verdad y lo que yo quiero es entregarme a él, sé que no lo conozco lo suficiente, que tal vez esto puede ser visto como trabajo, pero en verdad este hombre mueve algo muy dentro de mí. Respiro profundamente y le sonrío con más tranquilidad, tomo su mano y me acerco a él lentamente, cuando me tiene cerca posa ambas manos en mi cintura y su tacto me vuelve a activar, como si sus yemas fueran de fuego al tocar mi piel. Besa mi vientre lentamente y se me empieza a olvidar como se respir
Salir del baño y empezar a vestirnos sabiendo lo que pasó anoche y hace rato me hace sonreír cada vez que lo veo, simplemente me siento emocionada y me siento eufórica, como si nada me pudiera detener. Él me dedica sonrisas pícaras, miradas salvajes y por momentos siento que me ve como si aún estuviera desnuda. Salimos de la habitación dispuestos a ir a desayunar con Óscar y Cat, me ofrece su brazo y me tomo de el con gusto.—Entonces… ¿tenemos un trato?— no puedo evitar sonreír de forma descarada, de nuevo esas imágenes de anoche y en la regadera regresan a mi cabeza, si eso no confirma el trato entonces no sé qué lo hará.—Así es señor Nikolai— lo veo de reojo y noto como me voltea a ver con una sonrisa de oreja a oreja.—Muy bien señorita Samantha, me siento
—¿Todo bien?— camino hacia el tranquilamente y me siento en la silla delante de Edward.—¿Cómo te va en la escuela?— Con su pregunta no puedo evitar suspirar profundamente, es mi hermano y lo amo, pero no sé si sea buena idea platicarle que perderé la beca así que prefiero omitir ese detalle.—Pues supongo que bien, cansado, es… demandante, pero aún sigo en el juego.—Me alegra, de los dos creo que tú fuiste la que supo escoger su camino después de que papá y mamá nos rescataran— saca su cajetilla de cigarrillos y la golpea en la mesa suavemente asentando el tabaco en ellos.—No como tú— me cruzo de brazos y él simplemente levanta la mirada de la mesa para verme fijamente, es este el momento en el que puedo ver sus ojos cansados, sus ojeras marcadas al igual que sus pómulos, en cada visita lo veo m&
—Vaya, vaya… Samantha ¿cómo estás? Supongo que feliz— escucho a Casidy detrás de mí y mi primera reacción es poner los ojos en blanco antes de voltear.—Estaba feliz hasta que escuché tu odiosa voz— le sonrío de forma forzada.—Parece que no estás enterada de lo ocurrido— se cubre la boca de forma dramática mientras yo la veo con desagrado.—Tampoco yo, ¿Qué pasa?— Cat por fin llega y se coloca a mi lado frente a Casidy.—El doctor Ildefonso ha desaparecido— dice Casidy de sopetón y me quedo sorprendida, pero guardo silencio para que prosiga. —Al parecer durante el fin de semana desapareció sin dejar rastro alguno, la policía ya revisó su casa y no hay nada.Llega la maestra al salón poniendo orden y Casidy decide irse a su lugar mientras que yo me quedo