Estaba de regreso en el trabajo, el señor Johnson estaba leyendo uno de sus libros favoritos, a diferencia de lo que yo podría haber esperado, el final de ese libro conllevaba un sacrificio, ¿un hombre podría terminar con su propia familia? En mi mentalidad, sería inconcebible que alguien determinara borrar los nombres de sus hijos de sobre la tierra. Según este mundo, era una verdad constante.—¿En qué reflexionas, Sharon? — cuestionó el señor Johnson despegando por fin la mirada de su libro. —¿Nathan no se ha recuperado adecuadamente?—Él está perfectamente, quizá había comido algo que le hizo mal. Falta muy poco para que termine su descanso, luego, recibirá una misión en cualquier lugar del mundo— suspiré observando al señor Johnson. Claro, estaba que la misión que se le asignaría a Nathan, había sido modificada para que permaneciera cerca de mí.Aclaré mi garganta y levantándome de manera enérgica, extendí mi mano en su dirección.—¿Hora del paseo matutino? — asentí. A pesar de qu
Llevé mi mirada a Nathan, era como si estuviera pidiendo su autorización, aunque, deseaba con todas mis fuerzas a que él terminara rechazándola. De cualquier manera, esto entorpecería nuestra misión.—Tú no le agradas a mi novia— se dirigió a Irene —y tú, no me agradas a mí— se dirigió a Taylor. Apreté mis labios para evitar reír y le di un pequeño golpe en el pecho a Nathan —Tienes razón, no nos agradan ninguno de los dos— sonrió y abrió la puerta del auto para que yo entrara.Si ellos llegaban a ir junto a nosotros y algo terminaba mal, sería demasiado fácil culpar a Irene. Aquella idea surgió en mi cabeza antes de que el auto arrancara y fuera demasiado tarde.—Nathan, cariño. Podíamos ir con ellos, después de todo es solo una película— señalé asintiendo con mi cabeza —puede que después de hoy comencemos a llevarnos bien ¿No lo crees?Él imitó mi acción, señalándoles a ellos que podían subir al auto, de manera torpe, Taylor abrió la puerta para que Irene entrara. Era divertido ver
Mis ojos estaban fijos en los de él, le demostraba que no estaba asustada y que, todo lo que yo haría, no se vería influenciado por el miedo. —¿En qué puedo ayudarle? — susurré esbozando una ligera sonrisa, si lograba tranquilizarlo tan solo un poco, no sería tan violento e impulsivo como se esperaba de un hombre en su condición.—Encuentra a Verónica— sentenció viendo en dirección de su arma. Asentí dándole la espalda.—¡¿Quién es Verónica?! Así podremos estar todos en paz— grité lo más fuerte que pude, el silencio estaba inundando la sala y logré ver a alguien que se escondía detrás de una de las sillas. —Está ahí— le indiqué al hombre mientras las personas que estaban alrededor de ella me veían como si me tratara de una de las más viles traidoras.—No eres tan tonta como pensé, niñita— escupió caminando en su dirección, su agarre se había vuelto mucho más suave, el arma se encontraba floja en su mano. De una patada logré hacer que esta cayera al suelo.Las miradas asombradas de tod
—Te he dicho que el amor no está en mis planes. De hecho, es una pérdida de tiempo, y me desenfocará de mi misión— estaba segura de mi respuesta, pero, ¿por qué razón el rostro de Nathan no lo parecía?—No estás respondiendo a mi pregunta, solo necesito que digas si sientes algo por él o si no lo sientes— elevó una de sus cejas mientras una muy leve sonrisa se posaba sobre sus labios. —¿Por qué insistes en ayudarlo cada vez que él corre a ti? ¿Es por respeto al señor Johnson?Mi mirada se dirigió al agua, no me había detenido a pensar en eso, ¿por qué razón siempre lo ayudaba?, ¿por qué lo escuchaba si era una insoportable fuente de problemas? —yo… no tengo la respuesta, pero que algo suceda entre nosotros, está fuera de las posibilidades— sentencié. —Lo único que me debe importar es completar mi misión.—Eso es lo que está saliendo de tus labios, ¿qué es lo que dice tu corazón? — me mantenía en silencio, me negaba a hablar, ni siquiera sabía cómo identificar el interés romántico de u
—¿La señorita Roksana conoce la identidad de los involucrados? — indagó Kyra con cautela. Hablar de este tema frente al coronel, era algo que solo ella podía hacer; el resto de sus compañeros debían callar sus bocas si deseaban conservar todos sus miembros.—Usted la conoce perfectamente, no lo sabe; sin embargo, es cuestión de tiempo para que se entere. Ella, al igual que yo, deseamos hacer justicia— una sonrisa de lado se formó en sus labios y un escalofrío recorrió el cuerpo de Kyra quien, dándose la vuelta, salió del lugar. R O K S A N A (Sharon) Había logrado terminar de recuperar la información de la memoria del ministro. Dentro de poco, la búsqueda de su celular sería una prioridad, quizá por los números de los demás miembros del ministerio, o algunos contactos mucho más importantes.Lo único que me interesaba era hallar cualquier cosa que nos pudiera servir y enviarlo a Rusia, ellos se encargarán del resto. Todo el día he tenido una sensación extraña en el pecho ¿Debería h
Los pasos firmes de Sharon se dirigían a la casa blanca, llevaba en su mano izquierda una maleta que mostraba los resultados de los últimos exámenes realizados al señor Johnson, su recuperación iba por buen camino. —Señorita Shadow— saludó uno de los guardias de seguridad. —Me temo que debo examinar el contenido de su maleta, o, por el contrario, no puedo dejarla pasar.La firmeza del guardia le indicaba que no habría otra salida que mostrar el contenido de su maleta ¿El inconveniente? Eran documentos privados de los cuales estaba explícitamente prohibido mostrar a terceros.—Me disculpará, pero son los resultados de los exámenes del señor Johnson, no puedo mostrarlos— dijo ella con la misma firmeza, no podría dar su brazo a torcer, eran las normas que debían seguirse al pie de la letra. —¿A qué se debe tan repentino cambio? — indagó sin despegar su mirada de los ojos del guardia, lo cual, lo ponía un tanto nervioso.—La seguridad del presidente está en riesgo. No puede entrar ni sa
R O K S A N A (Sharon) —¿De qué habla? — pregunté con una sonrisa —señor Johnson, me está confundiendo con alguien más, soy Sharon, no Roksana— me erguí mientras organizaba la almohada del presidente. —Lo sabes muy bien— insistió. Mantenía el control de mi cuerpo a pesar del nerviosismo que esto me causaba. ¿Cómo podría saber el señor Johnson, mi verdadero nombre? —Luces exactamente igual a Bella— y esas palabras fueron las suficientes para terminar de desconcertarme. —¿Cómo obtuvo esa información? — cuestioné preparándome mentalmente para cualquier cosa que pudiera suceder dentro de los próximos segundos. El presidente extendió su mano y tomando con suavidad la mía, me indicó que tomara asiento. Me costaba trabajo obedecer y más aún cuando me enfrentaba a una situación en la que claramente tenía una desventaja. —Podría ser una historia bastante larga, te haré un resumen. Conocí a Bella, cuando éramos jóvenes, de hecho, podría decirse que éramos grandes amigos hasta que ella se
Taylor y yo nos encontrábamos en el comedor. Yo preparaba un batido para el presidente, mientras él caminaba alrededor de la cocina. Había hecho eso durante diez minutos, aproximadamente, y ya comenzaba a molestarme.—Señor Taylor, ¿Algo le está perturbando? — cuestioné tragándome las ganas de detenerlo de un golpe; yo me encontraba en lugar de trabajo y, mostrarme cómo realmente era, no valía la pena y el riesgo.—Esa mujer… ¿Crees que haya salido del país? — el tono de su voz parecía perdido, como si tuviera la cabeza en un lugar remoto, mientras su cuerpo se mantenía en este mismo lugar.—Tengo poca información para poder dar un comentario objetivo— respondí evitando dar demasiados detalles.Yo descarté esa posibilidad bastante rápido; sin embargo, la razón que le atribuía era vengarse del señor Johnson, por lo que sea que la llevara a hacerlo. Si esa razón se mantenía, probablemente, ella buscaría la manera de esconderse como una rata y, ¿Qué mejor manera de esconder algo si no en