Las Lágrimas de una Diosa

Sin que Hera del futuro lo imaginara de esa manera exacta, existía ahora un enorme dilema de lo que se estaba presentado ante ella. ¿Cómo era posible tal situación con Helel? Debido a, ¡que ni la misma Diosa Hera! No daba crédito lo que sus oídos estaban escuchando y que solo el verdadero Helel de ese tiempo podría pronunciar.

Luego que Helel observara la incertidumbre de Hera, sin temor alguno le susurró deleitándose ante su mirada. —¿Quién más podría ser mi Diosa? Solamente tu fiel sirviente y adorador de tus atributos divinos, el que se ha pasado contigo en las infinidades de los universos y único que ha habitado el interior de tu cuerpo. ¿Cómo podría alguien usurpar mi nombre y mi cuerpo?

Así mismo Helel no dejó de mencionar. —Solo he estado ausente por un tiempo al no encontrar el cuerpo que me pertenece para regresar a tu lado, pero aquí estoy mi Diosa. Dispuesto a servirte y estar a tu lado como los días pasados en los que hacíamos el amor en las constelaciones de este universo
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo