Hera sin temer por un segundo a Ishmalkahama, para continuar con su conversación y que respondiera a su reclamo, pronunció. —¡Antes que desaparezcas Ishmalkahama! Así como tienes la costumbre de marcharte y no dar mayores detalles al respecto. ¿Cuál es el verdadero motivo de todo esto? Lamentablemente contigo las cosas no siempre tienen un solo sentido de existencia y de seguro estas tramando algo que no deseas que se sepa solo porque así lo deseas.Hera no creía con certeza que todo esto se tratara solo de un juego, sino más bien que iba más allá como en verdad se veía, a lo que Ishmalkahama le respondió. —¡Que equivocada estas Hera! Esto no se trata de ti o de mí, más bien diría que se trata de una nueva generación de oportunidades en las que definiremos, ¿quién es capaz? De llevar una carga tan grande para llegar a un solo propósito. ¿Oh es que acaso me dirás que tampoco no has deseado los tronos solo para ti en algún momento y que continuas con esa intención?—¿Quién no ha deseado
—¿Cómo podría no amarte Helel? —exclamó Hera desconcertada. —Desde que te paseabas como un ser inquieto con mucho potencial y siendo reprimido por un padre egoísta y lleno de orgullo que no dejaba de presionarte tras presumirte ante los demás como su hijo favorito y el serafín más perfecto sobre su creación.Hera no estaba mintiendo en cuanto a sus sentimientos, pero Helel se encontraba confundido por lo mencionado por el ángel, pero Hera deseaba quitar toda duda del corazón de Helel. —Me llenaste de nueva energía y deseos por conservar mi existencia y llegar a recuperar mi trono, con la única esperanza que lográramos estar juntos por las eternidades. Entonces Helel, ¿Cómo puedes siquiera dudar que te amo o que te deseo más que a cualquier otro Dios sobre nuestra creación?—¿Si sabes que tienes un poderoso don de convencimiento verdad? Quizás no haga falta que me convenzas al respecto. ¿O sí? —le pregunto Helel a su amada Diosa entre caricias, pero no dejaba de dudar al respecto.Hera
Adakiel llegó a sentirse incomodo con la declaración de Helel, en verdad para Adakiel era incomodo viajar con sus padres. Adakiel se preguntó en silencio. —¿Cómo sería ese enfrentamiento entre las Diosas de la oscuridad?Adakiel antes de provocar ese viaje, se acercó y le preguntó a Helel. —¿Se encuentran seguros de viajar al futuro? Porque aún hay algo que no he mencionado relacionado al futuro.Helel no dejó de mostrar interés y preguntó. —Exactamente, ¿qué es lo que debemos saber? ¡Hazlo saber de inmediato que no poseo la paciencia que desearía!Adakiel bajó la mirada y exclamó. —Debo advertirles, ¿que si surgiera la situación que mi madre se enfrentara a ustedes? Y, ¿por alguna circunstancia lamentable llegaran a perder? ¡No habrá pasado al cual regresar para remediar el futuro! Ustedes en definitiva no volverían a existir bajo ninguna circunstancia desde su pasado y mi madre sería la única que reinaría por los siglos. Miguel posee todos los pecados existentes y podría volverse en
Al instante, ¿que la Diosa Ananké escuchó sobre lo que Hariel estaba provocando? No dejó de sorprenderse por lo que estaba sucediendo, debido a que de inmediato recordó una situación que al parecer era más que importante desde tiempos pasados y que ahora nuevamente se estaba presentando esa situación. Aunque no se sabían los detalles por los cuales Hariel provocó ese cambio en el pasado, mismos detalles que su hijo Artariel le cuestionaría al respecto.—¡Mi Diosa y madre! ¿Por qué se ha sorprendido al respecto y ha exclamado que Hariel se ha atrevido a cambiar nuevamente el destino? Me imagino que ha de ser muy grave lo que ahora mismo está ocurriendo nuevamente para que esto suceda una vez más. —aclamó Artariel, hijo de Ananké.—¡No precisamente hijo! —exclamó Ananké. —Hariel no sabe medir las verdaderas consecuencias de sus actos. ¿El destino que están intentando cambiar ahora? Es el mismo que se cambió al momento que otra divinidad fuera de, ¡Ishmalkahama! Tomó los tronos para conv
Sin lograr percibir la Gracia de la Diosa Suprema del futuro, ¿los que viajaron desde el pasado? Ahora se encontraban en una aparente situación difícil ante la inesperada aparición de la madre de Adakiel.Hariel siendo el primero en observar de frente, tomando su papel de Dios superior ante la Diosa. Exclamó. —¡Así que al fin de tanto esfuerzo y sacrificio incluyendo el de un amor a tu manera y conveniencia! Conseguiste apoderarte del futuro. Solo espero que todo eso significara un inconmensurable valor, por haber sacrificado a la persona que jurabas que amabas con tu gracia entera y que estabas más que dispuesta a dar tu vida por ese hermoso ser del cual estabas enamorada.La Diosa del futuro sonrió de manera sarcástica y mencionó. —¡Mi querido Hariel! ¿Qué haces aquí arriesgando tu propia existencia? También existió un pasado entre nosotros y no seré como la Hera de tu tiempo que no recuerda absolutamente nada de lo que aconteció en el pasado, pero puedo decirte que la espera y los
Sin que Hera del futuro lo imaginara de esa manera exacta, existía ahora un enorme dilema de lo que se estaba presentado ante ella. ¿Cómo era posible tal situación con Helel? Debido a, ¡que ni la misma Diosa Hera! No daba crédito lo que sus oídos estaban escuchando y que solo el verdadero Helel de ese tiempo podría pronunciar.Luego que Helel observara la incertidumbre de Hera, sin temor alguno le susurró deleitándose ante su mirada. —¿Quién más podría ser mi Diosa? Solamente tu fiel sirviente y adorador de tus atributos divinos, el que se ha pasado contigo en las infinidades de los universos y único que ha habitado el interior de tu cuerpo. ¿Cómo podría alguien usurpar mi nombre y mi cuerpo?Así mismo Helel no dejó de mencionar. —Solo he estado ausente por un tiempo al no encontrar el cuerpo que me pertenece para regresar a tu lado, pero aquí estoy mi Diosa. Dispuesto a servirte y estar a tu lado como los días pasados en los que hacíamos el amor en las constelaciones de este universo
¡Nunca antes en toda su existencia! Hera expulsó desde su interior lágrimas de sentimientos rotos que se transformaron en perlas, tras observar como su amante se entregaba a la Diosa del futuro de la misma manera que lo hacía con ella en sus aposentos.Hariel por su parte se impresionó por la situación sin pudor que alcanzó a observar y el grado de amor que Hera había entregado a Helel. Demostrando esa enorme tristeza y desilusión.Helel por su parte, aunque se encontraba en esa posición, trató en ese instante ignorar el reclamo y sus sentimientos tras observar a su verdadero amor frente a ellos, pero el momento, ¿aunque no existiera una explicación a lo que estaba aconteciendo? Deseaba en el fondo que Hera llegara a comprender que era parte de su plan.Hera observaba a su Helel Ben Shahar, a ese serafín hijo de Ishmalkahama que portaba la bandera del orgullo de su padre. ¿Qué era lo que sucedería entre los cuatro seres divinos? Siendo Hera que provenía del pasado, la que encaró a Hel
—¡Hariel tienes que hacer algo para que Helel se recupere de inmediato! —Entre gritos de desesperación, la Diosa recostó a Helel en su regazo y observaba el cuerpo quemado de su amado Helel.Hariel no salía de su admiración hacia Helel. —¿Cómo es posible que Helel lo consiguiera solo así? —se preguntó Hariel tras observar la oscuridad de la tirana destruida y absorbida por la divinidad de Helel.Hariel no respondía y no se movía de su lugar. ¡Aun! Escuchando las palabras de auxilio de la Diosa Hera, ¿por lo que ella observando el cuerpo de su amado? Exclamó con extrema tristeza y consternación. —Me comporté como una tonta por no darme cuenta de lo que estaba sucediendo en verdad con Helel. Con toda certeza Hariel lograste descifrar de inmediato los planes de Helel, eso me pasa por haberme descuidado todo este tiempo y no darme a la tarea de mantenerme siempre fuerte ante cualquier situación que se presentara. ¡Solo observa sus hermosas alas como han quedado! ¡Restaura todo su ser por