Al instante, ¿que la Diosa Ananké escuchó sobre lo que Hariel estaba provocando? No dejó de sorprenderse por lo que estaba sucediendo, debido a que de inmediato recordó una situación que al parecer era más que importante desde tiempos pasados y que ahora nuevamente se estaba presentando esa situación. Aunque no se sabían los detalles por los cuales Hariel provocó ese cambio en el pasado, mismos detalles que su hijo Artariel le cuestionaría al respecto.—¡Mi Diosa y madre! ¿Por qué se ha sorprendido al respecto y ha exclamado que Hariel se ha atrevido a cambiar nuevamente el destino? Me imagino que ha de ser muy grave lo que ahora mismo está ocurriendo nuevamente para que esto suceda una vez más. —aclamó Artariel, hijo de Ananké.—¡No precisamente hijo! —exclamó Ananké. —Hariel no sabe medir las verdaderas consecuencias de sus actos. ¿El destino que están intentando cambiar ahora? Es el mismo que se cambió al momento que otra divinidad fuera de, ¡Ishmalkahama! Tomó los tronos para conv
Sin lograr percibir la Gracia de la Diosa Suprema del futuro, ¿los que viajaron desde el pasado? Ahora se encontraban en una aparente situación difícil ante la inesperada aparición de la madre de Adakiel.Hariel siendo el primero en observar de frente, tomando su papel de Dios superior ante la Diosa. Exclamó. —¡Así que al fin de tanto esfuerzo y sacrificio incluyendo el de un amor a tu manera y conveniencia! Conseguiste apoderarte del futuro. Solo espero que todo eso significara un inconmensurable valor, por haber sacrificado a la persona que jurabas que amabas con tu gracia entera y que estabas más que dispuesta a dar tu vida por ese hermoso ser del cual estabas enamorada.La Diosa del futuro sonrió de manera sarcástica y mencionó. —¡Mi querido Hariel! ¿Qué haces aquí arriesgando tu propia existencia? También existió un pasado entre nosotros y no seré como la Hera de tu tiempo que no recuerda absolutamente nada de lo que aconteció en el pasado, pero puedo decirte que la espera y los
Sin que Hera del futuro lo imaginara de esa manera exacta, existía ahora un enorme dilema de lo que se estaba presentado ante ella. ¿Cómo era posible tal situación con Helel? Debido a, ¡que ni la misma Diosa Hera! No daba crédito lo que sus oídos estaban escuchando y que solo el verdadero Helel de ese tiempo podría pronunciar.Luego que Helel observara la incertidumbre de Hera, sin temor alguno le susurró deleitándose ante su mirada. —¿Quién más podría ser mi Diosa? Solamente tu fiel sirviente y adorador de tus atributos divinos, el que se ha pasado contigo en las infinidades de los universos y único que ha habitado el interior de tu cuerpo. ¿Cómo podría alguien usurpar mi nombre y mi cuerpo?Así mismo Helel no dejó de mencionar. —Solo he estado ausente por un tiempo al no encontrar el cuerpo que me pertenece para regresar a tu lado, pero aquí estoy mi Diosa. Dispuesto a servirte y estar a tu lado como los días pasados en los que hacíamos el amor en las constelaciones de este universo
¡Nunca antes en toda su existencia! Hera expulsó desde su interior lágrimas de sentimientos rotos que se transformaron en perlas, tras observar como su amante se entregaba a la Diosa del futuro de la misma manera que lo hacía con ella en sus aposentos.Hariel por su parte se impresionó por la situación sin pudor que alcanzó a observar y el grado de amor que Hera había entregado a Helel. Demostrando esa enorme tristeza y desilusión.Helel por su parte, aunque se encontraba en esa posición, trató en ese instante ignorar el reclamo y sus sentimientos tras observar a su verdadero amor frente a ellos, pero el momento, ¿aunque no existiera una explicación a lo que estaba aconteciendo? Deseaba en el fondo que Hera llegara a comprender que era parte de su plan.Hera observaba a su Helel Ben Shahar, a ese serafín hijo de Ishmalkahama que portaba la bandera del orgullo de su padre. ¿Qué era lo que sucedería entre los cuatro seres divinos? Siendo Hera que provenía del pasado, la que encaró a Hel
—¡Hariel tienes que hacer algo para que Helel se recupere de inmediato! —Entre gritos de desesperación, la Diosa recostó a Helel en su regazo y observaba el cuerpo quemado de su amado Helel.Hariel no salía de su admiración hacia Helel. —¿Cómo es posible que Helel lo consiguiera solo así? —se preguntó Hariel tras observar la oscuridad de la tirana destruida y absorbida por la divinidad de Helel.Hariel no respondía y no se movía de su lugar. ¡Aun! Escuchando las palabras de auxilio de la Diosa Hera, ¿por lo que ella observando el cuerpo de su amado? Exclamó con extrema tristeza y consternación. —Me comporté como una tonta por no darme cuenta de lo que estaba sucediendo en verdad con Helel. Con toda certeza Hariel lograste descifrar de inmediato los planes de Helel, eso me pasa por haberme descuidado todo este tiempo y no darme a la tarea de mantenerme siempre fuerte ante cualquier situación que se presentara. ¡Solo observa sus hermosas alas como han quedado! ¡Restaura todo su ser por
Ishmalkahama recibió a su hijo en su trono, no ignoró el hecho que Helel no acostumbraba a arrodillarse al momento de presentarse. Notando el malestar que entre los demás serafines y querubines provocaba que solo Helel no se arrodillara y que Ishmalkahama no lo reprendiera al respecto.¡Para evitar un disgusto en el trono! Ishmalkahama se levantó del trono y exclamó. —¡Helel! Me da mucho gusto que atiendas a mi llamado, estuve buscándote en los nueve cielos, aunque sabía de antemano que no te encontrabas en ninguno de ellos. Aprovechando la excusa me acerqué a observar, ya que desde hace un buen tiempo que no me acercaba a visitar a mis otros hijos que estaban descuidados, pero, ¿ahora que te has acercado nuevamente? Déjame decirte que existe algo muy importante el cual debemos conversar y deseo que se lleve a cabo inmediatamente.Ishmalkahama caminó con Helel por fuera del trono y con ello evitar la murmuración entre los celestiales. Helel preguntó de inmediato. —¿Algo muy importante
Hasta ese momento la Diosa Hera no lo sabría de tal manera, pero la acción que emprendió Hariel fue en el momento más apropiado y con ello retrasar lo que parecía ser que sería inevitable en algún momento detener en la Diosa Hera. ¡El deseo por el trono a costa de lo que fuese!Hariel debía presentarse ante Ishmalkahama antes que las circunstancias no tuvieran marcha atrás. Helel se encontraba en la conversación que de momento no estaba tomando el rumbo que Helel deseaba, siendo puesto a prueba y sacando la mayor información posible por parte de su padre que sin duda pregunto sin desviar su mirada. —Entonces hijo, te preguntaras del porque te he estado buscando. ¿Verdad?Helel no respondió en ese instante, dejando que su padre continuara con su discurso planificado. —Sabes perfectamente que no puedes ocultarme tus pensamientos y acciones siempre me llegare a enterar de todo lo que hagas o dejes de hacer aquí o en cualquier dimensión en la que te encuentres, aunque podría mencionar que
La declaración del Dios Hariel, estaba causando serias impresiones en Helel y la absoluta vergüenza de parte de Ishmalkahama. En ese instante las miradas entre los presentes se dispersaron y se convirtió incomodo el instante entre los Dioses.Ishmalkahama interrumpió y pronuncio de inmediato. —No te permito que continúes hablando de esa manera, no tienes la autoridad ni el poder para revelar esos secretos.Hariel con orgullo e interponiendo su gracia preguntó. —Entonces, ¿Por qué no me expulsas de tu trono?El silencio entre Dioses fue ensordecedor y Helel no intervenía en una sola palabra, esperando que más secretos se revelaran en ese momento, pero Hariel continuo después del silencio entre ambos.—Sabes que, si actúas en mi contra, solo te estarás haciendo daño. —Entonces se dirigió hacia Helel y continúo revelando verdades que comprometían al padre de Helel.—¿Por qué crees que Kedoshim y Elohim permanecen a su lado? Porque al igual que tu padre, ellos también son mis extensiones