Dani
Las miradas de los policías no reflejaban que sospecharan de mí, tal vez porque mi cara de aflicción me hacía ver como inocente, y ese era el punto al que quería llegar. Necesitaba que me creyesen. Pero bien sabía que, si ellos se tragaban mis mentiras, o bueno, la mitad de la historia de lo que pasó transformada, me sentiría horrible. No me gustaba mentir. Menos a los policías. No era un juego. Esto tenía posibilidades de salir muy mal. Era increíble lo que estaba por hacer, estaba por faltarle a mis principios solo por un chico. En una situación más normal, si Nathan no fuese tan importante para mi vida y solo hubiese sido un simple compañero de trabajo, o hasta un simple amigo, lo habría delatado.
—Así es —dijo.
—¿Entonces cómo van a dar con las personas que entraron a robar? —me limpi&eacu
NathanMientras mis ojos seguían clavados en la foto, y mi mente seguían dándole vueltas a la vida que podía estar teniendo, pero no tenía, un nudo en mi garganta apareció, amenazándome con robar lágrimas de mis ojos. Estaba angustiado. Por primera vez en meses, la verdadera angustia venía a mí. Las últimas semanas he estado afligido por haber encontrado a mi madre y por todos los recuerdos que ella me traía, pero ahora, el tener que huir otra vez, tener que viajar sin rumbo fijo y tener que dejar a la persona que se había robado mi corazón, aquella chica que me hizo querer abrirme de una manera sincera, y tener que alejarme de la ciudad en la que mi madre se encontraba, tener que separarnos más otra vez, simplemente me destrozaba. Quería tanto volver el tiempo atrás. Quería tanto tener una máquina del tiempo que me permitiera d
NathanDerek se levantó de la cama y yo hice lo mismo. Tomé mis cosas, le di un último vistazo a la habitación y salí del cuarto. Marco ya tenía sus cosas en la mano y Derek fue en busca de ellas. Regresó rápido.—¿Todo listo? ¿No se olvidan de nada importante? ¿Documentación? ¿Papeles? ¿Dinero? —consulté—. ¿Sacaron el dinero de la caja fuerte?—Sí, yo lo hice hace un rato —dijo Derek.Nos quedamos helados cuando oímos tres disparos provenir de abajo. Con mis amigos nos miramos con recelo. Lo que escuchamos claramente había sido un disparo, y no teníamos por qué dudar, no era ilógico pensar que alguien había disparado. Estábamos siendo perseguidos por la mafia. Me pregunté quién fue la persona que tuvo la mala fortuna de ser balea
Dani—¿Hola? ¿Dani? —su tono fue de preocupación.—¡Celine!—¡Dani! ¡Dios mío! ¿Qué ha pasado contigo? ¡Vi las noticias de lo que pasó en el bar! ¡Estoy llamando a todas partes y nadie me dice nada de ti! ¿Dónde estás?—Estoy en el hospital. Estoy herida, amiga —le conté, con un nudo en el estómago y uno en la garganta. Necesitaba tanto un abrazo de ella, necesitaba llorar en los hombros de una persona conocida, que supiera de mis historias y mi forma de ser. Celine y yo nos volvimos demasiado unidas los últimos meses y la adoraba mucho y tenía la confianza para abrirme con ella sobre lo que sentía. Sin embargo, no podía decirle toda la verdad de lo que pasó, o ella me insistiría hasta el cansancio para que le dijera toda la verdad de la historia a l
DaniCeline era la clase de amiga que no le importaba estar ahí para ti siempre que la necesitabas, y no le importaba tener que estar por un largo rato en la misma posición incómoda con tal de que te sintieras mejor. Ella aconsejaba de una manera espectacular y hasta hacía de madre si te comportabas de mala forma o hacías algo que ella podía considerar peligroso. Por eso éramos amigas, por eso me abría a ella, porque sabía que podía confiar en Celine. Ella no era una persona falsa como muchas de hoy en día. Sin embargo, no podía decirle lo en realidad estaba ocurriendo y eso me angustiaba de una manera más horrible. Mis lágrimas no eran solo por lo de Nathan o por lo que pasó en el bar, sino que también eran porque no podía contarle a mi amiga la verdad del asunto. Tenía que guardarme esto para mí, por más duro que
NathanEntré al departamento de Nely con algo de desconfianza. A simple vista, ella no me daba buena espina y no parecía ser la clase de persona que estaba metida en buenos rollos, pero quién era yo para juzgarla, con todo mi pasado persiguiéndome y echándoseme encima. Si estaba aquí solicitando una identificación falsa con mis amigos, era porque ya el asunto lo requería, con todo lo que pasó en el edificio, la policía obviamente estaría tras nosotros en la ciudad, y era mejor que saliésemos de la ciudad o del país con una nueva identificación en manos, para no correr riesgos. Pero si alguna vez alguien nos llegaba a descubrir (y con esto me refería a la policía) íbamos a estar metidos en más líos de los que podíamos imaginar, pues tener una acreditación falsa es un delito grave y punible.—Obtener una
NathanCerré los ojos cuando sentí la quemazón fuerte en la herida una vez que Derek empezó a limpiarme para evitar infecciones. Tuve ganas de golpearlo, pero él no tenía la culpa de esto. Solo me ayudaba. Respiré profundo para aliviar el dolor. Cuando Derek terminó de limpiarme, prosiguió a vendarme el brazo.—¿Mejor?—Duele mucho todavía.—Llévate algunos calmantes si quieres —ofreció Nely—Sí, gracias —respondió.Llegó el turno de Derek de tomarse la foto y luego el mío. Nely se tardó un rato en crear cada una de las identificaciones. Era lenta en el trabajo. Me ponía de los nervios que se tardara tanto, aumentaba mi ansiedad.—Nely, tenemos que irnos pronto —recordé, apurándola.—Ya casi termino. Y no me gusta
NathanLa mirada interrogativa de mi amigo me ponía de los nervios. Sentía que iba a estallar en cualquier momento y no quería que él me viese.Me di cuenta del dolor en mi brazo. Éste era muy leve, pero esperaba que no volviese a molestarme, al menos no por ahora. Todavía sentía la necesidad de seguir durmiendo, y a pesar de haber estado durmiendo en un auto y no en una cómoda cama, me sentía cómodo allí. Pero sabía que Derek no me preguntaba si estaba bien físicamente, lo preguntaba por el sueño. Lo recordé todo de inmediato. La presión en mi pecho me invadió.—¿Por qué? ¿Qué dije?—Pedías perdón —respondió. Creo que fue eso lo último que le dije a Dani—. ¿Estás bien?—Sí —mentí, sin ganas de ha
DaniMirando las noticias en la televisión, me enteré que hubo un asesinato en el edificio donde Nathan vive. O vivía… Era una empleada, una recepcionista que recién entraba a su turno y que fue asesinada con un disparo en el pecho, el cual la dejó sin vida en pocos minutos. Los inquilinos escucharon el fuerte ruido y bajaron a ver qué estaba pasando y encontraron el cuerpo de la muchacha de no más de 27 años. Los vecinos llamaron a la policía y a la ambulancia y éstos llegaron casi de inmediato. Las cámaras de seguridad mostraron a unas personas vestidas de negro, entraron como si nada, la chica intentó detenerlos y uno de ellos simplemente le disparó. Los tipos subieron las escaleras. Los vecinos reportaron disparos en uno de los departamentos y lo comunicaron a la policía. Cuando oí esta parte, casi se me sale el corazón del pecho al imagi