Nathan
Derek se levantó de la cama y yo hice lo mismo. Tomé mis cosas, le di un último vistazo a la habitación y salí del cuarto. Marco ya tenía sus cosas en la mano y Derek fue en busca de ellas. Regresó rápido.
—¿Todo listo? ¿No se olvidan de nada importante? ¿Documentación? ¿Papeles? ¿Dinero? —consulté—. ¿Sacaron el dinero de la caja fuerte?
—Sí, yo lo hice hace un rato —dijo Derek.
Nos quedamos helados cuando oímos tres disparos provenir de abajo. Con mis amigos nos miramos con recelo. Lo que escuchamos claramente había sido un disparo, y no teníamos por qué dudar, no era ilógico pensar que alguien había disparado. Estábamos siendo perseguidos por la mafia. Me pregunté quién fue la persona que tuvo la mala fortuna de ser balea
Dani—¿Hola? ¿Dani? —su tono fue de preocupación.—¡Celine!—¡Dani! ¡Dios mío! ¿Qué ha pasado contigo? ¡Vi las noticias de lo que pasó en el bar! ¡Estoy llamando a todas partes y nadie me dice nada de ti! ¿Dónde estás?—Estoy en el hospital. Estoy herida, amiga —le conté, con un nudo en el estómago y uno en la garganta. Necesitaba tanto un abrazo de ella, necesitaba llorar en los hombros de una persona conocida, que supiera de mis historias y mi forma de ser. Celine y yo nos volvimos demasiado unidas los últimos meses y la adoraba mucho y tenía la confianza para abrirme con ella sobre lo que sentía. Sin embargo, no podía decirle toda la verdad de lo que pasó, o ella me insistiría hasta el cansancio para que le dijera toda la verdad de la historia a l
DaniCeline era la clase de amiga que no le importaba estar ahí para ti siempre que la necesitabas, y no le importaba tener que estar por un largo rato en la misma posición incómoda con tal de que te sintieras mejor. Ella aconsejaba de una manera espectacular y hasta hacía de madre si te comportabas de mala forma o hacías algo que ella podía considerar peligroso. Por eso éramos amigas, por eso me abría a ella, porque sabía que podía confiar en Celine. Ella no era una persona falsa como muchas de hoy en día. Sin embargo, no podía decirle lo en realidad estaba ocurriendo y eso me angustiaba de una manera más horrible. Mis lágrimas no eran solo por lo de Nathan o por lo que pasó en el bar, sino que también eran porque no podía contarle a mi amiga la verdad del asunto. Tenía que guardarme esto para mí, por más duro que
NathanEntré al departamento de Nely con algo de desconfianza. A simple vista, ella no me daba buena espina y no parecía ser la clase de persona que estaba metida en buenos rollos, pero quién era yo para juzgarla, con todo mi pasado persiguiéndome y echándoseme encima. Si estaba aquí solicitando una identificación falsa con mis amigos, era porque ya el asunto lo requería, con todo lo que pasó en el edificio, la policía obviamente estaría tras nosotros en la ciudad, y era mejor que saliésemos de la ciudad o del país con una nueva identificación en manos, para no correr riesgos. Pero si alguna vez alguien nos llegaba a descubrir (y con esto me refería a la policía) íbamos a estar metidos en más líos de los que podíamos imaginar, pues tener una acreditación falsa es un delito grave y punible.—Obtener una
NathanCerré los ojos cuando sentí la quemazón fuerte en la herida una vez que Derek empezó a limpiarme para evitar infecciones. Tuve ganas de golpearlo, pero él no tenía la culpa de esto. Solo me ayudaba. Respiré profundo para aliviar el dolor. Cuando Derek terminó de limpiarme, prosiguió a vendarme el brazo.—¿Mejor?—Duele mucho todavía.—Llévate algunos calmantes si quieres —ofreció Nely—Sí, gracias —respondió.Llegó el turno de Derek de tomarse la foto y luego el mío. Nely se tardó un rato en crear cada una de las identificaciones. Era lenta en el trabajo. Me ponía de los nervios que se tardara tanto, aumentaba mi ansiedad.—Nely, tenemos que irnos pronto —recordé, apurándola.—Ya casi termino. Y no me gusta
NathanLa mirada interrogativa de mi amigo me ponía de los nervios. Sentía que iba a estallar en cualquier momento y no quería que él me viese.Me di cuenta del dolor en mi brazo. Éste era muy leve, pero esperaba que no volviese a molestarme, al menos no por ahora. Todavía sentía la necesidad de seguir durmiendo, y a pesar de haber estado durmiendo en un auto y no en una cómoda cama, me sentía cómodo allí. Pero sabía que Derek no me preguntaba si estaba bien físicamente, lo preguntaba por el sueño. Lo recordé todo de inmediato. La presión en mi pecho me invadió.—¿Por qué? ¿Qué dije?—Pedías perdón —respondió. Creo que fue eso lo último que le dije a Dani—. ¿Estás bien?—Sí —mentí, sin ganas de ha
DaniMirando las noticias en la televisión, me enteré que hubo un asesinato en el edificio donde Nathan vive. O vivía… Era una empleada, una recepcionista que recién entraba a su turno y que fue asesinada con un disparo en el pecho, el cual la dejó sin vida en pocos minutos. Los inquilinos escucharon el fuerte ruido y bajaron a ver qué estaba pasando y encontraron el cuerpo de la muchacha de no más de 27 años. Los vecinos llamaron a la policía y a la ambulancia y éstos llegaron casi de inmediato. Las cámaras de seguridad mostraron a unas personas vestidas de negro, entraron como si nada, la chica intentó detenerlos y uno de ellos simplemente le disparó. Los tipos subieron las escaleras. Los vecinos reportaron disparos en uno de los departamentos y lo comunicaron a la policía. Cuando oí esta parte, casi se me sale el corazón del pecho al imagi
DaniLe di la dirección del hospital a mis padres, los datos del piso y la habitación en la que me encontraba. Dijeron que comprarían boletos para llegar. Cuando corté la llamada, al rato, tal vez a los veinte minutos, me enviaron un mensaje comunicándome que ya tenían sus boletos comprados y que al día siguiente llegarían en la tarde a verme. Iba a decirles la verdad de en qué trabajaba, me desmentiría sola y confesaría que jamás trabajé en una cafetería nocturna, sino que trabajaba en un bar y que fue allí donde todo pasó. Mis padres se molestarían por la mentira y me dirían que esos lugares no son para mí porque corría mucho peligro estando cerca de borrachos acosadores, pero no importaba. Era algo de muy poca importancia comparado otras cosas que estaban pasando. Suspiré con alivio porque pronto estarían
NathanSi mi madre fuese capaz de delatarnos con la policía alguna vez, estaría muerta para mí. Literalmente. Ya no la consideraría mi madre. Ella no tenía por qué meterse en esto, así que era mejor que se callara la boca o jamás la perdonaría. Es irónico, pues hace rato me bajé del auto con una crisis existencial sobre mi vida y mis errores y hasta quise dejar a mis amigos para llamar a la policía y delatarme yo mismo, pero ahora con mi madre, todo era distinto. Ahora que tenía miedo de que alguien más me delatase o hiciese alguna estúpida, es cuando no quería que nada de mi pasado saliera a la luz. En cierta parte se me hacía de pensar que mi madre pudiese llegar a delatarnos. Digo, ella pudo haber llamada la policía cuando estábamos en Londres, puso haber dicho todo lo que sabía, pero no lo hizo, solo se fue. ¿P